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¿Cómo alcanzar tus sueños?

Consejos para adaptarse a los cambios

¿Qué son los cambios?

Todos estamos familiarizados  con los cambios, después de todo los experimentamos a lo largo de toda nuestra vida, se trata de situaciones que alteran nuestro orden interno, modifican nuestra rutina, nos quitan lo que nos es familiar, pero sobre todo nos someten a la novedad, a aquello que no hemos experimentado con anterioridad. 

Sobrellevamos los cambios de maneras distintas, depende tanto de la persona como de la situación de novedad en cuestión que representa el cambio mismo, a veces nos sentimos bien con los cambios, y nos acostumbramos a ellos con facilidad, y en otras ocasiones nos producen reacciones negativas, tales cómo miedo o ansiedad por lo que nos cuesta trabajo aceptarlos.

¿Por qué nos dan miedo los cambios?

En ocasiones los cambios nos asustan, pero ¿Por qué? El miedo que nos genera se debe a que cuando nos enfrentamos a un cambio nos enfrentamos también a la responsabilidad de salir de nuestra zona de confort y experimentar algo nuevo, algo a lo que al no estar acostumbrados, nos preocupa no saber hacerlo o no disfrutarlo una vez que lo hayamos hecho, o ambas. Si tú te identificas con esto, es hora de que aprendas a conciliarte con los cambios, así que a continuación te daré tres consejos útiles y prácticos para conseguirlo, de modo que puedas vivir una vida más tranquila, plena y feliz. 

Consejos para adaptarse a los cambios:

1) Controla tu ansiedad:

Uno de nuestros principales problemas a la hora de afrontar los cambios en nuestra vida diaria es que sufrimos de ansiedad, si tú también la sufres lee aquí mi entrada ¿Cómo lidiar con mi ansiedad? Dónde podrás ahondar más en el tema. Cuando sentimos ansiedad básicamente tenemos una excesiva preocupación por el futuro, la clave para controlarla es no reprimirla puesto que si lo hacemos nos podríamos terminar frustrando, en vez de eso debemos de tener una conversación con ella y rechazar las ideas de las cuales nos trata de convencer. 

Al experimentar un cambio tu ansiedad automáticamente intentará comunicarse contigo, te dará razones para creer que ese cambio es malo, que no te va a gustar, qué no sabrás cómo actuar ante él, que van a pasarte cosas malas a causa de este, tal vez incluso te haga sentir mal contigo mismo o contigo misma.

Cuando eso pase quiero que imagines que hablas con una persona que está siendo grosera y mala contigo ¿Cuál es la mejor manera de reaccionar? Primero, cómo tú eres mejor que esa persona, vas a ser amable y escuchar lo que dice (aunque por dentro no lo tomes en serio realmente), mientras escuchas vas a respirar hondo para tranquilizarte, y después le vas a contestar: “No te creo, y no tengo tiempo para ti, debo adaptarme a este nuevo cambio, y no necesito de tu negatividad para lograrlo, yo tengo la capacidad de conseguirlo y lo haré sin ti”. 

Una vez que le hayas contestado así a tu ansiedad, te sentirás mejor contigo mismo, más seguro, más tranquilo, pero sobre todo más capaz, y solo así, con la cabeza fría podrás pensar en nuevas formas de enfrentarte a este cambio de modo que puedas adaptarte al mismo posteriormente. Ya que lo hayas resuelto y te hayas adaptado descubrirás que pudiste solo(a), sin tu negativa y cruel ansiedad, y sin perder el tiempo tratando de reprimirla o dejando que te haga sentir mal.

2) Concéntrate en tus motivaciones para afrontar los cambios:

Existen dos tipos de cambios: El que nosotros mismos provocamos, y el que es provocado por causas externas. Hablemos del primer tipo de cambio: Hay momentos de nuestra vida en los que queremos hacer una determinada acción, pero llega un punto en el que la única forma de completar dicha acción es adaptándonos al cambio: Salir de nuestra zona de confort, hacer algo que nunca antes hemos hecho, arriesgando nuestra comodidad.

Cuando te enfrentes a esta situación, deberás superarla, y la forma de hacerlo es haciendo memoria: Recuerda que todo es un medio para un fin, que el cambio es necesario para que logres alcanzar un objetivo, concéntrate en el objetivo, acuérdate de todas las razones por las cuáles te lo propusiste en primer lugar y por las que es importante para ti. Una vez que hayas recordado el por qué estás haciendo todo esto, habrás encontrado tus motivaciones para enfrentarte al cambio con valentía y adaptarte a él.

Ahora, con respecto al segundo tipo de cambio, hay veces en las que nosotros no hicimos nada, pero por causas externas se presenta un cambio en nuestras vidas que trata de obligarnos a salir de nuestra zona de confort. Cuando la esto pase el primer paso a seguir es no victimizarnos, puesto que a veces nos limitamos a pensar que la vida es injusta con nosotros y que no deberíamos de estar pasando por una determinada situación, tenemos que aprender a aceptar que el cambio es parte de la vida y va a presentarse cuando tenga qué, y que para enfrentarlo no hay que perder el tiempo lamentándonos por su presencia, sino aceptarlo sin quejarnos y enfocar nuestra energía en adaptarnos, en la transformación humana que el cambio nos da, no desperdiciarla pensando que somos víctimas de la situación.

Una vez que pasemos de ser víctimas de la situación a personas en proceso de transformación ante el cambio, tendremos la mente fría y dispuesta a idear formas de adaptarnos a este nuevo cambio, y realmente aplicarlas de modo que lo logremos al final.

3) No te frustres a la primera:

Es común que al estarnos adaptando a los cambios tengamos que intentar cosas nuevas que no siempre salen como nosotros esperábamos, lo que dispara nuestro estrés, ansiedad o inseguridades, si tú sientes que estás pasando por eso lee aquí mis entradas: Consejos para lidiar con el estrés, o ¿Cómo mejorar mi autoconfianza?

En fin, para mantenernos bajo control cuando eso suceda tenemos que entender que estamos tratando de hacer algo que es nuevo para nosotros, lo cual significa que estamos tratando de resolver las cosas por método de prueba y error, por ende, es normal que nos equivoquemos y que las cosas no resulten a la primera.

Sin embargo, lo importante es seguirlo intentando hasta dar con la respuesta correcta ante este cambio al cual nos queremos adaptar, debemos de procurar una mentalidad positiva en la que veamos el lado bueno de las cosas y no solo nos obsesionemos con el lado malo, si te cuesta trabajo lograrlo lee mi entrada: ¿Cómo tener pensamientos positivos?

Debes aprender a controlar tu frustración, puesto que si conservas una mentalidad negativa ante las situaciones que no salgan a tu favor y caes en la melancolía de que las cosas no van a funcionar, lo único que estás haciendo es limitar tu propio potencial de avanzar al siguiente nivel, pues te resignas a que algo no saldrá bien, en vez de pensar cómo hacer que salga bien, recuerda que depende de ti perseverar con lo que quieres conseguir, y para adaptarte al cambio tendrás que cumplir muchos propósitos en el proceso. 

Conclusión:

Lo siento, pero en esta vida siempre va a haber novedad, disruptivas de todo lo rutinario, conocido, cómodo, tendrás que experimentar cosas nuevas, exponerte fuera de tu zona de confort, y conseguir objetivos en tu camino de adaptación al cambio, pero recuerda que es natural experimentar cambios, así cómo lo es sentir estrés, ansiedad, miedo o frustración en el proceso, la clave es aprender a controlar estas cosas negativas y no dejarte controlar por ellas. 

Recuerda que una mentalidad positiva que no gasta su energía en quejas negativas con respecto a las cosas nuevas, que recuerda sus motivaciones y controla su estrés y ansiedad es la que mejor se adapta al cambio, y al igual que la teoría de la selección natural dónde el que sobrevive es el que mejor se adapta, tú puedes ser el que mejor se adapta a su nuevo ambiente y sobreviva al final, así que sólo inténtalo, y feliz cambio. 

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¿Cómo sobrevivir a tus emociones y sentimientos?

Me siento deprimido ¿Qué debería de hacer?

Introducción:

¿Alguna vez has caído en depresión? Si la respuesta a esa pregunta es sí, entonces sabes lo horrible y lo difícil que puede ser vivir con esta horrible condición, pero te tengo buenas noticias: No estás solo ni sola en esto, muchas personas llegamos a sufrir depresión a lo largo de nuestras vidas, sin embargo, es una situación que podemos superar, la depresión es simple y sencillamente un estado continúo de profunda tristeza, es una emoción invasora en nuestro sistema que nos hace daño, y cómo toda emoción es una variable en nuestras vidas, no una constante, lo cual significa que a veces podrá estar, a veces no, pero nunca se queda para siempre, aunque a veces parezca que lo hará. 

Tú eres una persona muy fuerte, aunque no lo creas, por sobrevivir cada día con esta depresión que no se separa de ti, pero no tienes que hacerlo, no tienes por qué dejarla tomar el control de tu vida y de tu existencia, pues es algo que puedes vencer, y cuando lo hagas (y sé que lo harás) volverás a experimentar la felicidad, y todas las emociones y sentimientos buenos que has dejado de sentir desde que la depresión tomó el control de tu alma. 

Anteriormente en mi entrada ¿Cómo dejar de sentirme deprimido(a)? ahondamos en qué es la depresión, cómo descifrar su causa, y cómo oponernos a la monotonía y melancolía que nos produce, en esta ocasión tengo seis consejos más para superar la depresión que tal vez te puedan ayudar, así que si ahora mismo te encuentras sufriendo, date la oportunidad de leer esto, recuerda que mereces todo lo bueno en este mundo, y eso incluye sentirte bien.

Consejos para superar la depresión:

1) Haz un esfuerzo por seguir en movimiento:

Sé que es difícil, puesto que cuando nos deprimimos sentimos que la motivación e inspiración de hacer cosas y vivir nuestras vidas nos ha abandonado, no queremos hacer nada, y no nos sentimos capaces de hacer nada. Sin embargo, es importante no caer en la melancolía, en ese sentimiento que nos trata de convencer de que nada vale la pena, y por ende no deberíamos de molestarnos en hacer nada, pues sólo así podremos accionar, y una vez que comencemos a accionar estaremos un paso más cerca de sentirnos mejor. 

Tan sólo piénsalo, ¿Qué es lo que nos produce tener emociones? El simple hecho de vivir, de experimentar, de hacer cosas, por lo que tienes que ponerte en una posición en la que permitas estímulos externos que despierten las emociones y sentimientos positivos que guardas dentro de ti, pero que la depresión hace que ya no puedas sentir. 

Si haces cosas que te producen emociones y sentimientos buenos, es más fácil que experimentes dichas emociones y sentimientos a si sólo te dejas llevar por la melancolía y no haces nada en lo absoluto. Recuerda las acciones que solías llevar a cabo antes de caer en depresión, las actividades de las cuales solías disfrutar, que te generaban alegría, emoción, esas son las cosas que deberías estar haciendo ahora mismo.

Y sé que es más fácil decir las cosas que hacerlas, que tal vez ya lo has intentado y sólo te has frustrado porque la depresión sigue ahí dentro, sin embargo, creo que la forma de que funcionen cómo estímulos que te hagan sentir bien es siendo constantes. Lo siento, será más difícil de lo que pensaste, pero ¿Qué esperabas? Las cosas que valen la pena nunca son fáciles, es por eso que no basta que hagas el gran esfuerzo de hacer las cosas que te gustaba hacer, tienes que hacer además el inmenso esfuerzo de ser constante en ellas, puesto que no es suficiente que las intentes un sólo día, debes intentarlas todos los días, y poco a poco verás que volverás a encontrar disfrute en ellas, volverás a sentir cosas buenas, y la depresión se encogerá hasta desaparecer. 

2) Pasa más tiempo con tus seres queridos:

Mi siguiente consejo podrá parecer muy simple y quizás no te parezca la gran cura para la depresión, sin embargo, no hay que subestimar el poder que tiene el dedicar tiempo a tus seres queridos, ni la influencia que ellos tienen en nuestras vidas y en nuestro sentir. ¿Alguna vez te has divertido con un familiar o amigo? o ¿Has llegado a reírte con alguien cercano a ti? Las personas en cierto modo nos parecemos a los elementos químicos, pues somos capaces de transmitir cargas de energía entre nosotros que nos estabilizan, y cuando estamos junto a alguien especial nos volvemos más fuertes cómo en un enlace de elementos. 

Y esto ocurre porque somos seres humanos capaces de influenciar a otros, capaces de provocarles nuevas ideas, emociones y sentimientos, y los demás son capaces de hacer exactamente lo mismo por nosotros. Así que adelante, apaga tu cerebro por un rato, deja de pensar en todos tus problemas y cosas negativas que te están aquejando, y sólo ve a pasar el rato con alguno de tus seres queridos, puede ser un familiar o amigo, sólo ve y convive con alguien especial, y antes de que te dés cuenta, comenzarás a experimentar esa chispa de emociones buenas, que cuando logres dejar encendida quemará tu depresión. 

3) Ayuda a otros:

Otra cosa que te puede servir para sobrellevar y superar la depresión es aceptar que no eres la persona más miserable en el planeta tierra, y es que los seres humanos (ya sea que nos guste admitirlo o no) somos seres extremadamente sensibles y dramáticos, capaces de exagerar cualquier situación, de quejarnos por absolutamente todo, de sentir que merecemos algo mejor y que la vida es injusta por no dárnoslo. Pero te diré una cosa: A veces es necesario bajarnos de nuestra nube y aceptar que aunque haya cosas negativas en nuestras vidas, hay quienes están peor que nosotros, y debemos ser agradecidos con lo que tenemos y quejarnos menos.

Y una forma de hacerlo es ayudando a otros, cuando ayudamos a otros suceden dos cosas: Uno, nos sentimos bien por haber ayudado a alguien más, puesto que nos hace sentir útiles y valiosos; y dos, dejamos que otra persona se beneficie de nuestra ayuda. El ofrecer nuestra ayuda a otros puede ser beneficioso para dejar la depresión atrás, ya que nos hace sentir mejor y nos guía en el proceso de ser agradecidos con lo que tenemos. Así que ayuda a otra persona, hasta las cosas más simples por algún ser querido pueden ser de utilidad.

4) Sé agradecido y aprecia las cosas simples de la vida:

¿Sabes de qué otro modo puedes salir de la depresión? Aprendiendo a apreciar las cosas simples de la vida, cuando dejamos de exagerar nuestra situación, de enfocarnos tanto en lo negativo mientras nos victimizamos y empezamos a disfrutar de las cosas más sencillas, es que todo nuestro paradigma cambia. Hace muchos años cuando estaba deprimida una amiga me dijo algo a lo que no le tomé importancia en ese momento, pero más adelante lamenté no haberlo hecho, pues comenzó a tener sentido para mí. Yo le dije que no estaba feliz, que no tenía ningún motivo para estarlo (claramente estaba enfocándome sólo en lo negativo), y ella me dijo: “Tienes manos, tienes muchas razones para estar feliz”. 

Ahora me doy cuenta de que ella tenía razón, ella trató de hacerme ver qué tengo partes de mi cuerpo con las que puedo hacer muchas cosas, puedo escribir, puedo pintar, hay personas en el mundo que no tienen esas partes, que no tienen las mismas oportunidades que yo. Hay ciertas cosas, que podrán parecer muy simples, pero que damos por hecho y no valoramos cómo deberíamos, y es en los momentos más oscuros cuando más deberíamos de valorarlas, así que ¿Por qué no lo hacemos?

5) No caigas en conductas autodestructivas:

Un error muy común cuando tenemos depresión es sacar a relucir nuestra naturaleza autodestructiva, ya sabes, esos comportamientos que hacen que descuidemos alguna o varias de nuestras seis dimensiones del bienestar humano (bienestar físico, bienestar de familia o pareja, desarrollo profesional, cultura y educación, desarrollo social, bienestar y trascendencia), dejamos de preocuparnos por nosotros mismos; y en los peores casos comenzamos a tener impulsos de autolesionarnos, o pensar en el suicidio cómo una salida para nuestros problemas.

Si piensas siquiera en esas últimas cosas tengo algunas entradas que te podrían ayudar, cómo: ¿Qué hago si me quiero autolesionar?, Odiarte no es justificación para hacerte daño, Oigo voces que me dicen que me autolesione ¿Qué debería de hacer? o ¿Crees que no vales lo suficiente para vivir? En fin, volviendo al tema, debes de entender que eres un ser valioso, único y especial, que mereces cuidarte, y que lo último que mereces en este mundo es descuidarte o hacerte daño intencionalmente, así que no seas autodestructivo ni autodestructiva, pues no te traerá nada bueno, no te hará sentir mejor, lo que sí te hará sentir mejor, es tratarte con amor y respeto, así que empieza a hacerlo hoy. 

6) Sé paciente:

Mi último consejo para ti, es quizás el más difícil de todos, pero es la clave para que tus intentos por salir de la depresión den resultado, y esa es ser paciente con las cosas, ser paciente contigo mismo, sé que en nuestro estilo de vida moderno estamos acostumbrados a que las cosas se hagan rápido, vivimos a las prisas cada día, y siempre queremos resultados inmediatos, o de lo contrario nos frustramos, pero hay ciertas cosas que no se pueden acelerar tanto como quisiéramos, pues toman su tiempo.

Piensa en tu depresión cómo una gripa (lo sé, es algo radical esa comparación), no puedes aliviarla a la hora que tú quieras, sólo puedes obedecer al doctor, tomarte tus medicamentos y esperar que te curen, bueno con la depresión pasa algo similar, sólo puedes tratarla y esperar lo suficiente para que se cure, para que te deje en paz, y por ello tendrás que ser paciente, porque si te frustras y dejas de tomar tu tratamiento, de intentar curarte, puede que sólo alargues tu sufrimiento. 

Conclusión:

Sé que sufres, sé que la depresión no es algo fácil con lo cual lidiar, pero recuerda que no estás solo ni sola, existe la cura, existen salidas de este agujero más que sólo llorar todas tus lágrimas y ser miserable, yo confío en ti y sé que puedes salir de esto, así que intenta poner en práctica estos consejos: Procura mantenerte activo(a), sé constante haciendo actividades que solías hacer y disfrutar; pasa más tiempo con tus seres queridos mientras desconectas tu cerebro y dejas que te enlacen con su energía para hacerte sentir bien; trata de ayudar a alguien que necesite de tu ayuda; sé agradecido y aprende a apreciar las cosas simples de la vida que a veces das por sentado; no te permitas ser autodestructivo(a) y sé paciente durante un tiempo mientras tu tratamiento surte efecto, y no temas porque sé que lo hará. Tú puedes salir de la depresión, y lo vas a hacer. 

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¿Cómo sobrevivir a tus emociones y sentimientos?

¿Cómo lidiar con el enojo?

Introducción:

El enojo es una emoción desagradable que se manifiesta cuando estamos ante estímulos estresantes, los cuales son situaciones negativas en las que las cosas no salieron o no resultan ser lo que a nosotros nos gustaría que hubieran sido o fueran, y por ende nos enojamos.

Estar enojados implica un estado de frustración en la que nuestro enojo actúa como un imán de pensamientos, emociones y sentimientos negativos, los cuáles (junto con el enojo mismo) nos someten y nos hacen sentir mal a nivel general. Imagina que tú eres una casa en la que cada objeto que hay adentro es una emoción, pensamiento o sentimiento positivo, pero afuera está lloviendo a cántaros, y el agua se mete por las ventanas, puertas y las goteras del techo, esa agua es tu enojo, y está mojando todo lo que hay en tu hogar, está inundando tu casa, y la mayoría si no es que todos los objetos que tenías, haciendo que tu capacidad de tener emociones, pensamientos, o sentimientos positivos se bloquee, y todo lo que sientas sea a partir del enojo, y resulte en negatividad. 

El enojo afecta nuestra facultad de sentirnos bien, y de modo similar de reaccionar ante estímulos buenos, es decir, incluso si pasa algo bueno a nuestro alrededor cuando nos sentimos enojados, esa cosa buena no nos hace sentir lo suficientemente bien como normalmente lo haría porque estamos muy ocupados estando enojados, a veces ni siquiera notamos que ocurren, o si las notamos no nos sentimos interesados en ellas, pues lo que acapara nuestra atención es la emoción que nos está inundando. 

Sabemos que es muy molesto andar enojados, a nadie le gusta estar en ese estado, pero ¿Cómo nos libramos de esa emoción? ¿Qué deberíamos de hacer cuando nos enojamos? A continuación te presentaré tres consejos de qué puedes hacer cuando te enojes para sentirte mejor. 

Consejos para lidiar con el enojo:

1) Acepta la situación y tú emoción:

En mi entrada Consejos para lidiar con el estrés, te expliqué que una de principales cosas que debemos hacer es aceptar los estímulos estresantes, aceptar que cosas malas pueden y van a pasar, pero que no hay que perder el tiempo lamentándonos porque algo no sale cómo queríamos, y en vez de eso deberíamos de aceptar una situación negativa y concentrarnos en qué podemos hacer para mejorarla, pregúntate: ¿Qué puedo hacer yo para mejorar está situación? o ¿Qué puedo hacer para resolver este problema? Y a partir de eso actuar mientras soltamos la tensión en lo que las cosas se resuelven.

Pero la situación negativa a la que te enfrentas no es la única cosa que debes de aceptar, también debes de aceptar lo que sientes al respecto. En mi entrada Entendiendo sentimientos con garabatos te expliqué que nos educan mal emocionalmente, crecemos mientras nos dicen que no nos enojemos, que no lloremos, que no estemos tristes, cuando lo mejor sería que nos enseñaran a aceptar nuestras emociones negativas y aprender a controlarlas, no a reprimirlas.

2) Usa la risa como una medicina:

¿Has escuchado alguna vez que la risa es la mejor medicina? Pues existe algo de verdad en esta idea, puesto que la risa es una reacción natural de nuestro cuerpo ante algo que detona nuestra felicidad, por lo que tiene el poder de concentrar nuestra atención en ese estímulo alegre mientras nos produce la risa y nos hace sentir mejor. Seguramente recuerdas muchos momentos de tu vida en los que te has reído ¿Acaso no fue algo agradable ser feliz y reírte? ¿Incluso en las veces en las que te reíste tanto que te dolió el hacerlo?

Tenemos experiencia que nos demuestra que la risa es algo bueno y nos hace sentir mejor, así que ¿Por qué no recurrir a ella cuando tu casa se está inundando de emociones, pensamientos y sentimientos negativos? Sé que es difícil concentrarte en algo que no sea el hecho de que estás enojado o enojada cuando te sientes así, creéme, personalmente soy muy enojona, pero debes hacer un esfuerzo para atraer sensaciones positivas. Así que haz algo que te haga reír, y trata de reírte por un rato. 

3) Distráete y mantente activo(a):

Cómo dije, es difícil concentrarte en algo que no sea el hecho de que estás enojado(a), pero no es imposible, así que mi segundo consejo para ti es distraer tu mente. En vez de quedarte sin hacer nada mientras te quejas de lo que te está haciendo enfadar, trata de pensar en otras cosas completamente diferentes a las causa de tu enojo, pregúntate: ¿Qué haría en este momento si no estuviera enojado(a)?

La respuesta a esa pregunta básicamente te recordará qué cosas tenías pensado hacer ese día en ese momento, a veces nos enojamos y olvidamos lo que íbamos a hacer y nos quedamos sin hacer absolutamente nada, con lo que sólo perdemos el tiempo. En vez de eso piensa en todas las acciones que tenías planeadas para este día, e intenta hacerlas, y no sólo las hagas, sino que haz el esfuerzo de concentrar tu mente y energía en ellas, de modo que se te vaya pasando el enojo, mientras haces todo lo que ibas a hacer ese día. Lo importante es que procures que tu enojo no altere tu rutina normal y no te pierdas de las actividades que te disponías a hacer, puede que intentándolo logres desenfocarte de aquello que te altera y concentrarte en algo diferente, algo que te haga sentir bien, que mantenga tus pensamientos, emociones y sentimientos secos para que los uses. 

Otra opción es que en vez de tratar de seguir haciendo lo que ibas a hacer antes de enojarte, es que elijas una actividad especial para esa ocasión, pregúntate ¿Qué me gustaría hacer en este momento? o ¿Qué cosas me gustan hacer? Las respuestas a esas preguntas te dirán qué cosas puedes hacer específicamente para reducir tu enojo hasta desaparecerlo y sentirte mejor nuevamente, de modo que sólo hasta que te sientas mejor, retomes las actividades cotidianas del resto de tu día. Tal vez descubras que sólo necesitabas un rato de ejercicio físico, de pintar, o de cocinar o cualquier cosa que te guste hacer, simplemente piensa en qué actividad te hace olvidar todos tus problemas y te hace pensar sólo en ella de forma inmediata en cuanto la empiezas a hacer. 

Conclusión:

El enojo podrá no ser la emoción más placentera del mundo, y quizás nos quita nuestra capacidad de pensar o sentir cosas buenas en el momento, así como de ver y apreciar las cosas buenas que suceden mientras nos sentimos así, cómo si se inundara nuestra casa en esa negatividad; sin embargo, es una emoción humana, lo que la vuelve parte de nosotros, y así cómo aceptamos las cosas buenas de nosotros, debemos aprender a aceptar las cosas no tan buenas y aprender a manejarlas para convertir un mal momento en un buen momento. 

Así que inténtalo, acepta las cosas que te estresan, que te molestan, acepta tu enojo pero no te entierres en él y busca la manera de resolver el problema o de mejorar la situación; además recuerda que siempre que te enojes puedes probar la medicina de la risa; intentar volver a tu rutina normal, o tal vez distraer tu mente haciendo alguna actividad que te haga sentir mejor en esos momentos.

Siempre que llueva negatividad y empiece a entrarle agua a tu casa, recuerda que tú eres la casa, todo lo positivo (pensamientos, emociones, sentimientos) está dentro de ti, y sólo habrá una inundación que moje de enojo y lo estropee todo si tú te lo permites, si tú dejas que tu enojo te controle y te arruine el día. No tiene nada de malo sentir enojo, siempre y cuando lo sepas manejar, así que prueba estas tres cosas cuando te vuelvas a enojar, y aprenderás a manejar esta emoción antes de que ella te maneje a ti. 

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Taller literario

¿Cómo hacer la adaptación de mi obra literaria a un guión cinematográfico?

Título: Libro reproductor. Autora: Marjaneh Vargas Barajas. Técnica: Grabado con linóleo. Año: 2023.

Introducción:

Este contenido está dirigido a escritores y escritoras que hayan escrito una novela y deseen verla convertida en una película o serie, y cómo el primer paso para la creación de un producto audiovisual es la escritura de un guión, hablaremos sobre cómo adaptar dicha novela a un guión. En la presente entrada comenzaremos hablando sobre qué es una adaptación, por qué es conveniente hacer una, conoceremos el guión, sus diferencias con la novela, y cómo prepararte mentalmente para pasar de ser novelista a guionista, así que si eso te interesa continúa leyendo.

¿Qué es una adaptación y por qué debería hacer una?

Vivimos en un mundo muy visual, donde desde muy temprana edad somos expuestos a imágenes, tal como decía el autor John Berger en su libro Modos de Ver: “La vista llega antes que las palabras, el niño mira y ve antes de hablar” (Berger, pág. 13). Del mismo modo podemos afirmar que el niño mira y ve antes de leer, si bien la lectura se ejecuta por medio de la vista, no aprendemos el código del alfabeto y el lenguaje escrito hasta unos años más tarde, por lo que de niños antes de ser capaces de leer un cuento escrito, lo consumimos a partir de sus ilustraciones, a partir de imágenes que buscan traducir o adaptar al texto. 

Considerando lo anterior vale la pena echar un vistazo hacia la relación existente entre el lenguaje escrito y el lenguaje visual (el lenguaje de las imágenes), y esta es que ambos son medios comunicativos que se complementan y se explican el uno al otro ante el lector o espectador. Tomemos por ejemplo las fichas técnicas de los museos, todos los murales, cuadros y esculturas tienen una pequeña tarjetita con texto que incluyen ciertos datos, tales como el título de la obra, el nombre del autor, la técnica utilizada, y una pequeña descripción de la obra, en tales casos estamos ante una adaptación del lenguaje visual al lenguaje escrito, donde el texto pretende explicar a la imágen a partir de su lenguaje de palabras; o consideremos a cualquier película o serie basada en un libro, donde se nos presenta una adaptación del lenguaje escrito al lenguaje visual, en la que las imágenes pretenden explicar a las palabras escritas en el libro a partir de su lenguaje visual. 

Con lo anterior es posible deducir en qué consisten las adaptaciones cinematográficas, se trata de medios audiovisuales (o visuales en el caso del cine mudo) que parten de una obra literaria, la cual es un texto escrito, ya sea cuento, poema o novela, y lo que hacen con dicho texto es traducir su contenido del lenguaje escrito al lenguaje visual, pero con ciertas modificaciones que lo vuelven una adaptación que resulta en un producto audiovisual, en palabras más sencillas: Pasar de comunicar con un texto a comunicar con imágenes y sonidos. 

Pero ¿Qué beneficios tiene el hacer una adaptación de cine? ¿Por qué debería adaptar mi novela, cuento o poema? Para responder a estas preguntas debemos considerar que el texto del cual partimos para una adaptación audiovisual es expuesto a un público objetivo para que lo consuma; el producto audiovisual por su parte también se presenta a su respectivo público meta, sin embargo, al ser dos lenguajes diferentes, también son dos públicos diferentes; sólo piénsalo, un libro no tiene la misma estrategia de ventas que una película, por lo que ambas obras alcanzarán públicos distintos, lo que significa que cuando se adapta por ejemplo una novela a una película, estamos ante una historia que llega a un nuevo público gracias a la película (primero tuvo como público a lectores, y luego tiene como público a espectadores), es decir: Adaptar un texto a un medio audiovisual aumenta el alcance de la obra en sí, la vuelve más conocida, más popular, lo que incluso puede atraer más lectores para la obra original.

¿Qué es un guión y cuál es su estructura básica?

Ahora que conocemos en qué consiste una adaptación y por qué es conveniente realizar una para nuestro texto, conozcamos más acerca del guión y cuáles son sus elementos básicos. Un guión consiste en un texto que sirve cómo una guía para una producción cinematográfica, contiene descripciones de cosas, lugares y personajes así cómo diálogos y acciones que narran la historia e indican qué es lo que se va a ver en pantalla.

Existe además un formato internacional con el que debe de cumplir tu guión, sin embargo, no es un formato que debas preocuparte en aprender a utilizar, ya que actualmente existen múltiples sitios web y programas para escribir guiones que crean el formato automáticamente por ti ahorrándote la tarea de hacerlo para que te concentres sólo en el contenido de tu guión. Dejando eso claro prosigamos entonces son las principales partes del guión:

Acto:

Son las partes en las cuales se divide un guión. Generalmente se utilizan tres actos: El primer acto (el planteamiento de la historia); el segundo acto (el nudo de la historia); y el tercer acto (la resolución de la historia).

Escena:

Una escena es con lo que comienza una historia, se escribe en mayúsculas y cuenta con tres datos en el siguiente orden: Primero indica si la escena ocurre en interiores o exteriores o ambas (INT / EXT / INT/EXT) (por ejemplo puede ser ambas cuando la escena ocurre en un coche, ya que estamos en interiores pero también en exteriores); luego indica el nombre del lugar (LUGAR); y finalmente la hora del día, si es de día, de noche, o en algún momento específico cómo el amanecer o el atardecer (DÍA / NOCHE / AMANECER / ATARDECER). Cada vez que hay un cambio de locación, o pasamos del día a la noche por ejemplo, se tiene que escribir una nueva escena con estos tres datos.

Acción:

Cómo su mismo nombre lo indica consiste en un texto que describe una acción ejecutada por uno o varios personajes, esto plantea básicamente todo lo que hacen a lo largo de la historia, y al igual que el resto del guión, se escribe en presente, no en pasado ni en futuro, sino presente. Si se llegara a escribir una acción en pasado en el guión, se interpretaría que la acción ya se ejecutó, por lo que dentro de la escena se mostrarían indicadores de que esa acción ya finalizó, pero no se vería en la escena la ejecución de la acción.

Personaje:

En la primera aparición de cada personaje, se añade su edad entre paréntesis con el número, así como otro paréntesis con la descripción física del mismo. Cuando desees que el personaje hable debes insertar su nombre en la siguiente línea antes de su diálogo. Si te interesa profundizar en el tema de creación de personajes tengo algunas entradas que te podrían servir, como: ¿Cuáles son los tipos de personajes que existen?, ¿Cómo crear personajes realistas? o Trasfondo de personajes. 

Diálogo:

El diálogo muestra absolutamente todo lo que dicen los personajes, se escribe inmediatamente después de insertar el nombre del personaje en cuestión para indicar quién está hablando. Siempre que se pone el nombre de un personaje y su diálogo, se entiende que el personaje está dentro de la escena o de cuadro, es decir que se puede ver en pantalla, por lo que a menos que se quiera excluir visualmente al personaje y dejar sólo su diálogo o su voz se debe hacer uso de un (OFF) entre paréntesis seguido del nombre del personaje en el mismo renglón.

Entreparéntesis ():

Generalmente van en seguida del nombre de un personaje en el mismo renglón y sirve para describir una acción que se desee que el personaje realice mientras dice su línea, son pequeñas indicaciones que sirven para ayudar a los actores a convertirse en sus personajes, probablemente has utilizado este recurso en la novela, cuando dices que un personaje dice una cierta cosa riéndose o con enojo, acá es lo mismo sólo se pone de forma corta y concisa entre paréntesis, sin embargo, es recomendable no abusar del mismo y utilizarlo con moderación en un guión sólo para las cosas más importantes o esenciales.

Otros elementos:

Anteriormente los guiones solían contener otros elementos del lenguaje visual, mediante los cuales se indicaban transiciones (tipos de cambio de una escena a otra), calidad de la luz y dirección de la misma, ángulos y movimientos de cámara, planos o encuadres, etcétera; sin embargo, actualmente en un buen guión literario, todos estos aspectos se dejan de lado, ya que se empiezan a abordar más adelante en el storyboard (o guión visual) y en la producción, donde son los cineastas los que toman decisiones con respecto a estos aspectos, en cambio el o la guionista debe enfocarse en contar exclusivamente la historia.

Principales diferencias entre la novela y el guión:

Ya que conocemos qué es un guión y cuáles son sus partes, veámos cuáles son las principales diferencias que tiene con la novela: Cómo mencionamos anteriormente el formato es distinto, y lo puede generar un programa o página por ti si quieres. Otra diferencia son las descripciones, mientras que en la novela puedes hacer descripciones largas, complejas y llenas de figuras retóricas, en el guión debes de ser más simple y directo para decir cómo son las cosas, los lugares y tus personajes, podrá sonarte a hacer descripciones más objetivas o frías para alguien que se había acostumbrado a la novela; otro aspecto que debes considerar es la evitación  de términos cómo “se ve” o “luce” para describir algo, ya que todo lo que hay en un guión es algo que se va a ver en pantalla, por lo que estos términos resultan redundantes.

Con respecto a las emociones, sentimientos, o pensamientos, tienes estrictamente prohibido hablar de eso en un guión, en la novela estábamos acostumbrados a escribir páginas y páginas mientras le contábamos al lector lo que pensaba o sentía nuestro personaje, en cambio, en un guión no puedes decir ni lo que piensa ni lo que siente tu personaje, aunque sean aspectos importantes en tu libro, podrás preguntarte ¿Cómo podemos comunicar estas cosas sin siquiera mencionarlas? 

Muy fácil, tienes que hacerte a la idea de que lo que piensan o sienten tus personajes se va a entender a partir de lo que hagan y digan, tú concéntrate en describir sus acciones y en redactar sus diálogos, y el resto va a ser muy obvio. Si por ejemplo en tu libro decías que tu personaje estaba triste y enojado, en el guión pregúntate qué haría tu personaje estando triste y enojado, qué acción ejecutaría, tal vez la describiste en tu novela, tal vez no, si no lo hiciste, tendrás que usar tu imaginación acerca de qué acción o acciones le puedes dar a tu personaje en el guión para que sus pensamientos o sentir resulten evidentes.

Cambio de formato y extensión de la obra:

Sabemos que cuando se trata de libros o novelas, estos pueden tener diversas extensiones, grosores, tamaños o cómo prefieras llamarle, hemos visto libros cortos y largos, libros que rondan las cien páginas y otros que rondan las seiscientas o incluso sobrepasan las mil, podemos concluir que un libro puede ser tan extenso cómo lo desee su autor o autora, pero ¿Qué pasa con los guiones de cine? ¿Podemos darnos el lujo de hacerlos tan extensos cómo una novela?

Para responder las interrogantes anteriores te contaré cómo es que un director o productor de cine puede saber qué tan larga va a ser su película o qué tan largo será el episodio de su serie: Una página de guión equivale a un minuto en pantalla, la regla anterior no me la inventé yo, resulta que esta equivalencia se utiliza en el cine para determinar la duración aproximada de las producciones.

Entonces puedes darte una idea de lo que tendrás que hacer para adaptar tu libro a guión, ya sea que quieras una película o una serie. En mi caso por ejemplo, mi primera novela me salió de seiscientas treinta y siete páginas, así que podrás imaginarte lo que tuve que hacer para adaptar un libro así de gordo en un guión para película de cien páginas con una duración aproximada de una hora con cuarenta minutos (al final el guión me quedó de ciento tres páginas por cierto), tuve que seleccionar, cortar y modificar. 

Y si hipotéticamente hablando mi libro me hubiera salido de ciento y tantas páginas te imaginarás que se hubiera reducido considerablemente la necesidad de seleccionar, cortar y modificar para poder adaptarlo. Y si en vez de un libro corto hubiera adaptado uno de mis cuentos de menos de diez páginas para un guión de cien, entonces te imaginarás que más que cortar o modificar habría que agregar en ese caso. 

De novelista a guionista:

Normalmente cuando tratamos de hacer algo por primera vez tenemos un conflicto interno, por un lado nos sentimos ansiosos y temerosos por lo que pueda pasar, tal vez incluso inseguros, y por el otro lado estamos emocionados de intentarlo y ver qué sucede, así que es normal que si te planteas la posibilidad de incursionar en los guiones cinematográficos siendo novelista te sientas inseguro o insegura sobre si deberías hacerlo o no, ya que en parte quieres, pero en parte te invaden las dudas. 

Si te sientes así te comprendo, yo también me sentí de ese modo cuando quise adaptar mi novela a guión, me sentía insegura porque pensaba que al no tener experiencia no lo haría bien, y a decir verdad creo que no lo empecé a hacer bien hasta que me animé a hacerlo, y no sólo me limité a dar ese paso y escribir las cosas una vez, sino a editarlas incansablemente después, quizás tu te enfrentes a eso, quizás tu primer guión tenga sus fallas, pero hallarás el modo de corregirlas y llevar a la obra a su máximo potencial, pero tienes que intentarlo primero, debes de dejar de tener miedo y sólo hacerlo, y creo que grandes cosas surgirán después de que lo hagas, así que ya no te lo pienses más y empieza a escribir tu guión de cine hoy mismo. 

Conclusión:

Sin más que agregar por el momento espero que el presente contenido te haya sido de utilidad, la próxima semana te compartiré paso a paso y de forma detallada cómo realizar una adaptación fiel alta calidad sobre tu obra para que puedas hacer un guión de tu novela, así que si eso te interesa, espera mi siguiente entrada.  

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¿Cómo sobrevivir a tus emociones y sentimientos?

¿Cómo dejar de sentirme frustrado?

Introducción:

¿Quién no se ha llegado a sentir frustrado o frustrada alguna vez? Es natural que en nuestra vida cotidiana nos encontremos con este desagradable sentimiento, el cual hace acto de presencia en nuestros peores momentos, cuando tras haber intentado algo sin éxito pensamos que nunca lo vamos a conseguir, nos sentimos incapaces, insuficientes, lo cual en consecuencia puede incluso llegar a afectar nuestra autoestima y autoconfianza, mermando así nuestra calidad de vida.

Pero ¿Cómo podemos evitar encontrarnos en las circunstancias que originan nuestro sentimiento de frustración en primer lugar? Pareciera ser algo muy complicado, o incluso imposible en algunos casos considerando que algunas veces son factores externos los que nos hacen sentir de ese modo ¿Acaso podemos evadir las cosas que nos hacen sentir frustrados? ¿O sólo nos frustraríamos más de sólo intentarlo?

Desafortunadamente no hay respuestas absolutas para ambas preguntas, puesto que algunas veces podremos evitar las cosas que nos frustran y otras no, y algunas veces nos frustraremos aún más de sólo intentar frustrarnos menos, y otras veces funcionará. Suena desalentador que la presencia de un sentimiento tan poco deseable como la frustración pueda llegar a ser una variable arbitraria en nuestras vidas, por lo que tal vez el poder sobrevivir a ella no se trata de evitarla a toda costa, sino de saber enfrentarla.

Aprende a aceptar las cosas negativas:

¿Alguna vez has escuchado la frase de que no existe luz sin oscuridad? Tomemos como ejemplo una pintura, en la pintura no existen los contornos para delimitar las figuras, estas son delimitadas por los contrastes de color, es la contraposición de los matices lo que permite a la imagen, y dentro de esos matices hay colores más brillantes, más luminosos, así como colores más oscuros. 

Pero está relación luz-oscuridad no se limita solamente a la pintura, pues se extiende a todas las imágenes que vemos, a todo lo que nuestros ojos ven, constantemente y aunque no lo notemos observamos luces y sombras, por lo que podemos afirmar que esta dualidad es algo natural, que debe de existir, tan solo imagina un mundo donde todo lo que viéramos fuera en colores extremadamente brillosos o en colores extremadamente oscuros, sería difícil distinguir formas y siluetas, sería difícil ver en general, es por ello que necesitamos tanto de la luz como de la oscuridad todos los días, tan solo para poder ver. 

Y si es tan natural vivir con luz y oscuridad, ¿Por qué no lo pensamos así cuando nos va mal en algo? ¿Por qué siempre esperamos que todo sea luz y perfección? La vida misma es una dualidad de positividad y negatividad, conformada por días buenos y malos en el calendario ¿No sería más fácil nuestra vida si aceptáramos las cosas malas que suceden? 

Sólo piénsalo, cuando intentamos hacer algo para alcanzar un objetivo, y cometemos un error, o hay un obstáculo que provoca que no resulte, ¿No perdemos más el tiempo lamentándonos porque no funcionó? ¿No sería de mayor provecho para nosotros aceptar el fallo y continuar hacia el siguiente intento tomando el fallo anterior como aprendizaje? O¿Aprender del error y del obstáculo para descifrar la forma en la que funcione? ¿Es en serio tan difícil?

Tristemente lo puede ser para muchos de nosotros, sin embargo debemos aprender a aceptar lo negativo, así como aceptamos lo positivo de la vida, pues no se supone que la pintura de la vida tenga sólo luces y carezca de sombras, pues no tiene porqué darnos puras cosas positivas sin ninguna negativa, o de lo contrario no sería una pintura, ni siquiera sería una imágen, y mucho menos sería vida. 

¿Cómo lidiar con las cosas negativas?:

Hemos hablado sobre la importancia de aceptar las cosas negativas que nos suceden cuando queremos lograr algo, tales como errores y obstáculos, y que deberíamos tomarlos como aprendizaje, pero ¿Qué más podemos hacer con esas cosas negativas, con esos fallos? ¿Cómo pasamos de resignarnos a que estén en nuestras vidas a dar el siguiente paso para alcanzar nuestros objetivos? 

Es muy común que ante errores y obstáculos que nos alejan de un objetivo terminemos bloqueados y no sepamos qué hacer, así que ¿Qué hacemos? Lo primero que tenemos que intentar es tener pensamientos positivos, si quieres saber más sobre el tema lee mi entrada ¿Cómo tener pensamientos positivos? 

Cuando sientas que los pensamientos negativos te invaden prueba el siguiente truco: Pregúntate cuál es el problema, qué te acaba de pasar, cuando lo respondas, pregúntate porqué pasó eso, y así sucesivamente, ve escarbando en la información para entender el problema e ir a los porqués de cada cosa; luego pregúntate cómo lo puedes solucionar; sin embargo, lo difícil de este truco es que sigas la siguiente regla, la cual es: No usar adjetivos mientras te respondes.

No tienes permitido describirte a ti mismo(a) ni a otros, ni a las cosas, esto te ayudará a controlar tus propias emociones, ya que a veces tenemos una percepción de las cosas en base a una emoción o una inseguridad, veámoslo con un ejemplo: Tu problema fue reprobar en clase, por algún motivo te va muy mal, has reprobado todo hasta ahora, y estás frustrado(a) por que no te crees capaz de pasar la materia. Primero te preguntas porqué te pasa esto, quizás hubieras dicho “Por que soy idiota” debido a inseguridades que tienes sobre tu propia inteligencia y a la tristeza que sientes, pero como no usaste adjetivos para responder, ahora diste con respuestas como “No entendí los temas”, “No estudié lo suficiente”, o “Mi estudio no fue lo suficientemente eficaz”, y gracias a ello ahora entiendes mejor tu problema de forma objetiva, en vez de verlo desde emociones o inseguridades. 

Ahora te preguntas ¿Qué puedo hacer para solucionarlo? Y empiezas a idear soluciones relacionadas con nuevos métodos de estudio, una vez que estés ideando soluciones, vas a darte cuenta de puedes aprender de los constantes errores que cometes que te separan de tu meta de pasar la materia, y cómo puedes aprender de ellos, puedes seguir intentándolo y lograrlo, ¿Lo ves? Usaste pensamientos positivos para entender tu problema y dar con soluciones que te puedan ayudar a resolverlo, no te bloqueaste ante los obstáculos y las cosas negativas, lo pudiste aceptar y usarlo a tu favor. 

Sal de tu zona de confort:

Albert Einstein dijo una vez: “Locura es hacer lo mismo una y otra vez esperando obtener resultados diferentes”. Esta frase nos deja con la enseñanza de que cuando las cosas no salen como esperábamos tal vez es porque hemos estado intentándolo de las mismas formas, y para que resulte debemos intentarlo de formas diferentes. A veces fracasamos y nos frustramos porque nos empeñamos en hacer las cosas de una cierta manera que nos haga sentir cómodos, no tenemos la disposición de salir de nuestra zona de confort y probar métodos nuevos, acciones diferentes.

La próxima vez que sientas que la frustración se apodera de ti, mantén la calma y pregúntate ¿De verdad ya intenté todo lo que podía intentar? ¿Ya no hay más que pueda hacer? Quizás al responder a estás preguntas descubras que hay posibilidades sin explorar fuera de tu zona de confort que podrían ser la clave para alcanzar tus objetivos y dejar ese ciclo de frustración.

Conclusión:

En la vida hay tanto luz como oscuridad, positivo como negativo, facilidades cómo obstáculos, errores como éxitos. La frustración si bien no es agradable es parte de la vida, es lo que la hace natural, debemos aprender a aceptar las cosas negativas que suceden también, tener la disposición de aprender de ellas, trabajar en nosotros mismos para tener más pensamientos positivos que nos ayuden a superar nuestros fracasos y los obstáculos que se nos presentan, y también salir de nuestra zona de confort cuando sea necesario. Tal vez no siempre podamos evitar sentirnos frustrados, pero cuando te vuelvas a sentir así, prueba hacer estas cosas y seguramente te empezarás a sentir mejor.

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¿Cómo sobrevivir a tus emociones y sentimientos?

¿Cómo dejar de sentirme deprimido(a)?

¿Qué es la depresión?

La depresión es ser esclavo de la tristeza, es la pérdida del color en tu mundo, que cada uno de sus tonos se difumine en oscuridad perpetua, percibir cómo todas tus emociones y sentimientos buenos se descomponen de manera aparentemente irremediable, que de manera lenta y dolorosa la monotonía te apuñale cada día en el corazón como un asesino suelto, que la melancolía te devore como un depredador hasta que haya tragado cada gramo de voluntad en tu ser, es caerte en un pozo sin fondo mientras se te marchita el alma en una eterna caída libre. 

Todo el contenido del párrafo anterior se puede resumir en que la depresión es horrible, y creo que eso todos lo sabemos, sin embargo, lo que no sabemos es cómo librarnos de ella, o de lo contrario no sufriríamos tanto por sentirnos deprimidos. La presente entrada tiene cómo objetivo ayudarte a entender tu propia depresión y darte algunos consejos que te puedan ayudar a librarte de ella, así que si te interesa, continúa leyendo. 

Consejos para superar la depresión:

1) Descubre por qué estás deprimido(a):

Uno de los grandes misterios de la vida es el origen de nuestra sensibilidad, por qué presentamos determinadas emociones o sentimientos, por qué nos sentimos de ciertas maneras, son misterios porque nos cuesta trabajo discernir las razones por las que suceden, a veces nos sentimos tristes o enojados y ni nosotros mismos entendemos porqué, así que si no comprendemos el porqué de nuestras propias emociones y sentimientos, ¿Cómo se supone que las cambiemos cuando nos hacen sentir mal?

Puede que sea difícil entender tu depresión, pero entenderla podría ser la clave para deshacerte de ella, así que comienza a observar a tu alrededor: ¿Qué es lo que ves? Presta atención a tus circunstancias ¿Qué es lo que está sucediendo que tanto te afecta? Tal vez se trata de una situación, o un problema lo que está detonando todo.

También podría ayudar que prestes atención no sólo a tu presente, sino también a tu pasado, ¿Qué fue lo que te sucedió que te está haciendo sentir tan mal ahora? Como seres humanos solemos arrastrar situaciones desfavorables y problemas desde mucho tiempo atrás, que si bien cuando comenzaron no nos afectaban tanto, duramos tanto tiempo soportándolas que nos hemos convertido en una olla de presión que terminó por estallar; piensa que nunca es demasiado tarde para enfrentar tu pasado, si bien es inalterable, sí se pueden alterar las consecuencias que tiene en el presente, y el presente en sí, así que busca maneras de hacerlo, enfrenta tus problemas y resuélvelos.

En otras ocasiones, el detonante de nuestra depresión puede no ser un factor externo, sino interno, así que adelante, mira dentro de ti y ve qué es lo que encuentras, pueden ser problemas de autoestima, o autoconfianza o una crisis existencial, sea lo que sea, aunque no te guste mirar en esa dirección, te pido que mires, y descifres la manera de resolverlo. No te voy a mentir, tratar de descifrar por qué te sientes deprimido o deprimida puede ser desagradable, quizás sea un porqué que no quieres conocer, pero es importante que lo conozcas para que puedas trabajar a partir de ese porqué y eliminar de raíz tu depresión.

2) Oponte a la monotonía:

A veces llegamos a un punto en nuestras vidas donde todo se siente igual, aburrido, repetitivo y ausente de novedad, emoción, o razones por las cuales valga la pena seguir existiendo. Cada vez que te sientas así quiero que evalúes tu vida ¿Qué cosas no te gustan de ella? ¿Qué es lo que sientes aburrido? ¿De qué te hartas? Una vez que respondas a esas preguntas, será momento de ponerse creativos, piensa en cambios positivos que puedas implementar en tu vida, nuevos hábitos, pasatiempos, actividades, cosas que te puedan hacer sentir mejor, quizás las cosas que se te ocurran parezcan insignificantes en el momento, sin embargo, es un conjunto de pequeños cambios los que pueden hacer una gran diferencia en tu vida más adelante.

También es bueno que identifiques las cosas que no te gustan de tu vida, para que puedas cambiarlas, velo como una oportunidad de desprenderte de hábitos que te hacen sentir mal y que no te gustan, quizás descubras que no puedes dejar de hacer todas ellas, ya que a veces se trata de obligaciones como la escuela  el trabajo, sin embargo, lo que sí puedes hacer, es idear maneras de tener una relación más positiva con esos aspectos inalterables. No esperes que el cambio venga de afuera, porque de ser así sólo te vas a frustrar, quién tiene que tener la iniciativa de hacer el cambio, eres tú. El punto es que reorganices tu vida de una manera que te haga sentir mejor, y que apague el aburrimiento que te molesta. 

3) No te dejes llevar por la melancolía:

Cuando caemos en el agujero de la depresión llega un punto en el que nos invade la melancolía, pero ¿Qué es la melancolía? La melancolía es el sentimiento de que nada vale la pena, de que nada tiene sentido ni es importante, usualmente comenzamos a ponernos melancólicos con cosas pequeñas y gradualmente nuestra melancolía comienza a acaparar todos y cada uno de los aspectos de nuestras vidas. Un día no queremos hacer las actividades que acostumbrábamos a hacer, y otro día ni siquiera nos queremos levantar por las mañanas. 

¿Cómo evitamos la melancolía? La única forma que hay es con fuerza de voluntad, lo sé, es difícil e injusto, pero así es la vida, tenemos que empezar a obligarnos a hacer las cosas aunque no queramos, si por ejemplo un día te sientes tan triste que ya ni ves ningún sentido en comer, come de todos modos, tienes que intentar relajarte, apaga tu cerebro negativo que te dice un sinfín de razones por las cuales no vale la pena comer, y sólo come.

Es importante que hagas esto cuidando de no caer en la monotonía que mencionamos previamente, ese sentimiento en el que estás aburrido o harto de hacer las cosas y sólo las haces automáticamente como un robot sin sentir nada al respecto, y cuando te sientes melancólico por la idea de comer y sólo te limitas a obligarte a hacerlo, puede que caigas en una acción monótona más. La forma de evitar que el obligarnos a hacer las cosas se convierta en acciones monótonas es reconfigurando nuestra mentalidad, no se trata sólo de evitar pensar por qué no comer y comer, también debes hacer el intento de pensar en por qué sí comer, prueba hacer lo anterior y llegará un punto en el que ya no te costará trabajo hacer las cosas. 

No dejarse llevar por la melancolía cuando estás en depresión es muy difícil, no te lo voy a negar, no te va a gustar luchar contra este sentimiento, pero debes recordar que tampoco te va a gustar dejarte llevar por él, porque cuando caes en la melancolía la vida deja de tener sentido, y no queremos que eso pase, queremos que la vida vuelva a tener significado para ti, que vuelvas a activar tus emociones y sentimientos buenos, y para ello tendrás que contradecirte a ti mismo(a).

¿A qué me refiero con lo anterior? Tu cerebro deprimido es un cerebro negativo, y cuando se pone melancólico te dice que no hagas las cosas, que no valen la pena, te puede decir que no comas y darte mil razones (Que analizándolas seguramente serán falacias) para no comer, tu forma de pensar está en modo: “No quiero comer, porque no vale la pena alimentarme”, y es comprensible que te sientas así, pues estás deprimido de cualquier forma, y esa la razón por la que tendrás que contradecirte e ir en contra de todas esas cosas negativas que piensas para recuperar las positivas. 

Conclusión:

No es fácil superar una depresión, cuesta mucho esfuerzo y fuerza de voluntad, pero se puede lograr, así que si te sientes deprimido(a) intenta descubrir la causa de tu depresión de forma extrospectiva e introspectiva para que puedas solucionar aquello que te hace sentir así; no caigas en la monotonía, en vez de eso busca implementar cambios positivos en tu vida para que poco a poco te empieces a sentir mejor gracias a pequeñas acciones; y sobre todo no te dejes llevar por la melancolía que busca mantenerte en estado de depresión por siempre, mejor contradice tu cerebro melancólico, haz las cosas que te impide hacer, y concéntrate en razones por las cuales hacer dichas cosas, y verás que poco a poco la depresión se irá. 

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Taller literario

¿Cómo aprender a escribir diversos géneros literarios?

Consume géneros variados:

Desde niños se nos ha dicho que debíamos comer de todo, que debíamos saber un poco de todo para poder tener cultura general, se nos ha educado para ser flexibles, capaces de consumir todos los tipos de alimentos y tener conocimientos variados.  Y si lo pensamos, tiene sentido que se nos eduque de ese modo, que nos enseñen a tener flexibilidad en diversas áreas de nuestras vidas, puesto que eso cuenta con muchos beneficios, si comemos de todo (incluso las verduras que no nos gustaban y aún así nos obligaban a comer) nos nutrimos por ello, y si tenemos cultural general, podemos aprovechar los diversos conocimientos que nos da el tenerla. 

Se podría decir que podemos ser flexibles en todas las áreas de nuestras vidas, y la literatura no es la excepción. Así como debemos de comer de todo, y saber un poco de todo, también es bueno que leamos un poco de todo, que nos acerquemos a diversos géneros literarios tanto desde la posición de un lector como la de un escritor.

Por lo tanto, si como escritor o escritora deseas escribir nuevos géneros literarios, comienza por variar las historias que consumes. Ya sea en forma de novelas, películas o series, empieza a leer y ver historias de géneros diferentes a los que estás acostumbrado o acostumbrada a escribir.

Descubre las características del nuevo género que quieres empezar a escribir:

Piensa en un género literario que te gustaría empezar a escribir, luego empieza como lector y espectador y consume historias de ese género, una vez que lo hayas empezado a hacer habrás comenzado con la primera etapa de tu escritura, la cual es el aprendizaje, necesitas empaparte de este nuevo género, aprender cómo es para que lo puedas recrear más adelante.

Parte de estas nuevas historias que estás consumiendo y descríbelas para ti mismo(a), escríbelas en una hoja, cuéntate cómo son esas historias, haz una sinopsis breve donde te comuniques qué es lo que sucede en ellas, y enlista las características que vas descubriendo en las mismas. 

También puede ayudar que no te quedes sólo con un libro o con una película, consume más que eso para que tengas material de comparación, si por ejemplo viste tres películas de suspenso, intenta descubrir qué tienen en común esas tres películas a partir de la información ya recolectada en las sinopsis y en las características que enlistaste, busca patrones, similitudes y diferencias, ya sea sobre los personajes, los conflictos, el worldbuilding, el tiempo de la narrativa, todos los aspectos que se te ocurran pueden resultar de utilidad y te enseñarán muchas cosas. 

Compara el género que sueles escribir con el nuevo género que quieres empezar a escribir:

En esta primera fase de aprendizaje también puede ayudarte que contrastes las características de este nuevo género con las del género que estás acostumbrado (a) a escribir, si por ejemplo escribes ciencia ficción y quieres escribir suspenso, compara todo lo nuevo que estás aprendiendo sobre el suspenso con lo que ya conoces sobre la ciencia ficción. Esto te sirve porque te puede dar una idea de en qué se parecen y en que no, y sabiendo eso será más claro para ti qué cosas en específico que haces para escribir ciencia ficción pueden o no ayudarte a escribir suspenso, te dará una idea de las ventajas y desventajas que tienes al escribir este nuevo género considerando que no lo has hecho anteriormente. 

No te digo que hagas lo anterior para que te desmotives, después de todo siempre tiene que haber una primera vez para hacer cualquier cosa, y no podemos esperar perfección de esa primera vez, así que no te frustres si al poner las cosas en esta perspectiva te sientes insuficiente o inadecuado(a) para experimentar con este nuevo género, ya que sólo viste las ventajas que tienes para que las explotes al máximo, y las desventajas que tienes para que busques mejorar al máximo en esos aspectos, sólo será cuestión de que lo intentes y te dés del tiempo de que las cosas sucedan.  

Determina qué clase de historia deseas escribir:

Anteriormente mencioné que consumiendo historias de un nuevo género que normalmente no consumes, puedes aprender de las mismas para que después pases a escribir las tuyas propias, sin embargo, cabe aclarar que no es lo mismo aprender que imitar, cuando aprendes asimilas un concepto para poder ejecutar una acción por tu propia cuenta y a tu propia manera; en cambio cuando imitas, independientemente de si asimilaste el concepto o no, sólo te limitas a ejecutar la acción exactamente de la misma forma en la que alguien más la hizo ante ti. 

Ahora mismo acabas de ejecutar la primera etapa, la cual es el aprendizaje del nuevo género, bueno, tienes que asegurarte de que en verdad aprendiste, y la forma de hacer eso es pasando a la segunda etapa, a la escritura, comienza a escribir una historia de este nuevo género. Cuando intentamos aplicar un aprendizaje, cómo escribir un género literario distinto, puede que no hayamos aprendido nada de esas otras historias que consumimos, pues terminamos imitándolas, y si ese es el caso debemos cambiar, dejar de imitar y aprender, pues sólo así podremos dar con un producto propio y original. 

Así que mientras te empapes de este nuevo género literario y lo conozcas a través de nuevas obras, no caigas en el error de imitar ciegamente sus características, recuerda que tú tienes un pensamiento crítico, y cómo lector y autor puedes decir si algo te gusta o no de una obra, puede que descubras que muchas historias del mismo género usan ideas repetidas (también llamadas clichés) que no necesariamente encuentras atractivas o te gustan, en estos casos debes ver la forma de corregir estás características y adaptarlas a lo que a ti te gustaría lograr.

O por el contrario, puede que encuentres características que sí te gusten, y en estos casos puedes implementar esas características en tu propia obra, siempre y cuando recuerdes aprender a hacer lo propio, para que así uses tu creatividad para hacer algo nuevo en tu obra, y no te limites a imitar las características de las obras que consumiste. Al final del día, lo importante es que tengas claro qué clase de historia quieres crear, qué conjunto de características propio, nuevo y original deseas darle aprovechando todo lo que sabes. 

Conclusión:

Aprender a escribir un nuevo género puede ser una experiencia emocionante, ya que abre las puertas a grandes posibilidades de nuevas historias, ya sea que las escribas exclusivamente en ese nuevo género, o incluso decidas combinarlo con otro que ya conoces. Desafortunadamente, esta emocionante experiencia también puede sentirse abrumadora debido a los miedos, inseguridades y ansiedad que puedan surgir al hacer una actividad que nunca antes hemos hecho por primera vez, sin embargo, todo puede salir bien siempre y cuando sigas las dos fases del proceso: 

Aprender, que es consumir historias del nuevo género literario en varias obras (ya sean libros, series o películas) para asimilar todas las cosas nuevas que tienen que ofrecer; y escribir tu propia historia, sin caer en el error de limitar tu potencial por imitar las historias que consumiste previamente, en vez de ello, tienes que aprender de las mismas para hacer las tuyas propias, saber qué té gustó para que lo puedas incluso superar, y qué no te gustó para descartarlo por completo. Y sobre todo, debes recordar ser paciente contigo mismo(a) y disfrutar de tu proceso, pues estás escribiendo, y después de todo, te gusta escribir. 

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¿Cómo alcanzar tus sueños?

Me siento desmotivado ¿Qué debería de hacer?

¿Por qué es importante la motivación?

La motivación es el combustible de nuestras almas, es la energía potencial de un cuerpo transformándose en energía cinética, aquello que produce el movimiento que caracteriza el organismo de nuestro cuerpo, como la circulación de la sangre en nuestro corazón, o los parpadeos de nuestros ojos, e incluso va más allá de las simples funciones corporales que nos mantienen con vida, pues llega hasta las acciones que llevamos a cabo todos los días.

Sin motivación no existe el movimiento, los seres humanos requerimos de ella para poder actuar en nuestras vidas cotidianas, o de lo contrario nuestra energía cinética disminuye y se limita a simplemente ser el mecanismo que nos mantiene con vida, de modo que estamos vivos, pero no actuamos como tal porque nos falta el combustible de la motivación para realmente vivir.

Imagina que estás a bordo de un cohete intentando hacerlo volar hasta llegar a tu destino, ese cohete representa tus acciones, y ese destino al que se dirige las metas que logras gracias a tu accionar. Sin embargo tú cohete necesita de un combustible para continuar volando, dicho combustible es tu motivación, debes saber que tú cohete no te va a llevar a ningún lado si deja de volar por falta de combustible en pleno trayecto. Por lo tanto, es tu responsabilidad suministrarlo para garantizar que continúes volando, ya que si este se acaba vas a terminar a la deriva en el espacio, presa de la estática, con baja energía cinética, con vida, pero sin estar realmente viviendo.

Recuerda cuál es el propósito de hacerlo:

La motivación que nos lleva a actuar en nuestras vidas es una variable, no una constante, lo que significa que está a veces hace acto de presencia y a veces no. Lo anterior podrá parecer algo triste e injusto, y quizás lo es, pero así es la vida, a veces nos sentimos bien y a veces mal, a veces tenemos motivación y a veces no.

Por supuesto, el problema es cuando la variable de la motivación está ausente y nuestro cohete se queda varado en el espacio, así que ¿Qué podemos hacer en esos casos? ¿Cómo podemos recuperar nuestra motivación y cargar el tanque de nuestra nave? Lo primero que debes hacer es recordar por qué estás haciendo lo que estabas haciendo antes de perderte en el vacío sideral.

Tienes que pensar en la actividad que estabas realizando (y por la cual has perdido tu motivación) e invocar los pensamientos, emociones y sentimientos con los que comenzaste a hacer dicha actividad, pregúntate a ti mismo(a) ¿Cuál es el propósito de eso que estaba haciendo? ¿Por qué o para qué lo hacía? ¿Qué me hacía pensar y sentir cuando lo hacía?  Una vez que logres rebobinar hacia esos recuerdos vas a recuperar lo más importante, vas a recordar el propósito de tu movimiento, y vas a volver a sentir la motivación por el mismo.

Procura disfrutar el proceso:

Anteriormente en mi entrada Ser demasiado perfeccionista y autoexigente mencioné que es importante que dejemos de creer que siento perfeccionistas y autoexigentes de forma extrema nos va a ayudar a conseguir nuestros objetivos, puesto que la realidad es que no nos da más que frustración, baja autoestima, y baja autoconfianza, y si es que nos ayuda a cumplir una meta, sólo nos dará un instante de felicidad que no vale la pena comparado con todo un proceso de haber sentido miseria y sufrimiento, lo que nos llevaba a la cuestión: ¿Qué no es mejor tratar de disfrutar nuestro largo proceso, y no sólo un instante de éxito al final?

Entonces, si te sientes desmotivado o desmotivada quizás se debe a que estás tan impaciente con respecto a los resultados que esperas obtener, tal vez te has olvidado de disfrutar del proceso que solías llevar a cabo para llegar a dichos resultados, puede ser que esta sea una oportunidad para retroceder un instante y recordar que vas a cumplir tu propósito o meta tarde o temprano, pero mientras tanto debes pasarla bien mientras intentas llegar hasta ese punto.

Sé paciente contigo mismo(a):

A veces nos cuesta trabajo mantener nuestra motivación con respecta a una cierta actividad en nuestras vidas debido a que dicha actividad nos toma más tiempo del que nos gustaría que tomara, y debido a ello no hemos tenido todavía el gusto de disfrutar de los resultados de dicha actividad, es decir, no hemos alcanzado la meta o el propósito por el cual hacemos esa acción en primer lugar, lo que nos lleva a sentirnos desesperados, frustrados, y sin ganas de continuar haciéndolo. 

Puede que tú problema sea una mezcla de falta de placer por lo que haces, e impaciencia por obtener tus objetivos, puesto que ya no te gusta lo que tienes que hacer para obtener cierto resultado, y ya te desesperaste de no llegar a este. Cuando te sientas así tienes que recordar que las cosas toman su tiempo, hay acciones que deben efectuarse durante períodos más largos para rendir sus frutos, así como hay acciones que en menos tiempo los dan. 

A lo mejor te tocan acciones de mayor duración o de menor duración, y si te tocan las más largas, las que requieren de un mayor tiempo de espera para darte algo a cambio, tienes que aceptarlo, acepta que no todo está bajo tu control, que las cosas pueden alargarse más de lo que tú quieres, y aprende a ser paciente al respecto, no te desesperes y no te olvides de disfrutar de lo que haces por la impaciencia.

Conclusión:

Cuando la motivación actúe como una constante en tu vida y se olvide de hacer acto de presencia, lo mejor será que tomes una pausa para poner tus ideas en orden, recuerda por qué te gustaba la acción que estabas llevando a cabo, por qué querías los resultados de la misma; entiende que cuando llegues a dichos resultados la felicidad tan solo dura un instante por lo que no debes descuidar la felicidad que ofrece el largo proceso que te lleva a alcanzar un objetivo; y sobre todo date cuenta de que no puedes controlar absolutamente todo, pues las cosas llevan su tiempo, tal vez tú quieras que se logren más rápidamente, pero es probable que eso no pase y tengas que esperar y tenerte más paciencia.

Piensa que tú cohete puede llegar a dónde tú lo quieras llevar, puedes hacer que la variable de la motivación se vuelva una constante para poder suministrarle el combustible a tu nave. La motivación depende de ti, pero una vez que la recuperes y aprendas a mantenerla de tu lado, el movimiento ocurre de forma natural, entonces la energía cinética se apoderará de ti asegurándose de que acciones, y mientras acciones y te muevas, los resultados de ese accionar llegarán tarde o temprano.

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¿Cómo alcanzar tus sueños?

¿Cómo cumplir tus propósitos de año nuevo?

¿Qué son los propósitos de año nuevo?

El año tiene trescientos sesenta y cinco días, y cuando llegamos al último día en el calendario es costumbre festejar el comienzo del primer día del nuevo año, el año nuevo es una celebración que toma lugar cada año en el 31 de diciembre, acostumbramos a hacer una cena especial, y cuando el reloj está a punto de dar las doce, suenan doce campanadas, y en cada campanada nos comemos una uva, y por supuesto pedimos un deseo por cada una, estos son doce deseos por cada mes del año, y son sobre cosas que queremos que se nos cumplan durante el próximo año. 

Hoy es 6 de enero, hace seis días fue año nuevo y comimos las tradicionales doce uvas mientras pedíamos nuestros deseos, así que es un buen momento para volver a las cosas que pedimos y hacer que sucedan, ya que el nuevo año está apenas comenzando. Pero la cuestión es: ¿Cómo convertimos esos deseos en realidad? A continuación te presentaré seis consejos para que puedas hacerlo.

1) Dale un significado a cada propósito:

Los seres humanos somos seres emocionales, lo cual significa que somos motivados por emociones y sentimientos, y gracias a los mismos es que accionamos, eso significa que vas a intentar hacer las cosas que te importen a nivel personal, mientras que las que no te importen difícilmente te molestarás en hacerlas. Esto pudiera parecer muy obvio, pero no lo es, a veces tenemos propósitos que no cumplimos por el simple hecho de que no nos importan lo suficiente, es por ello que antes de perseguir cada propósito que haces, tienes que explicarte a ti mismo el porqué de ello ¿Por qué lo quieres? ¿Por qué te importa? 

Necesitas tener una conversación seria contigo mismo(a) en la que te expliques estas cosas sobre cada uno de tus propósitos, puedes dejar las cosas claras en esa plática interna o escribirlas para asegurarte de no olvidarlas, pero lo importante es que respondas a estas preguntas sobre cada propósito, y las recuerdes, de ese modo transmitirás tus emociones y sentimientos a cada uno de ellos, y harás que te importen de verdad, y si te importan de verdad vas a accionar. 

2) Vive cada día como si fuera un nuevo día:

¿No te ha pasado que en los primeros días de enero tienes más energía y motivación para hacer las cosas, pero las pierdes a lo largo del año? Es muy típico, los primeros días sales a correr al parque en las mañanas, y durante el resto del año no vuelves a poner un pie en el parque, pero ¿Por qué pasa esto?

Nuestro cerebro tiene una afinidad por aquellas cosas que son “nuevas”, por ejemplo, siempre que compramos un producto nuevo nos emocionamos por estrenarlo, pero a veces una vez estrenado ya no nos interesa tanto, pues ya perdió la novedad, ya dejó de ser nuevo. Es cómo cuando compras algo que sólo usas una vez y después lo olvidas y lo dejas tirado por ahí. 

Necesitamos enseñarle a nuestro cerebro a no perder esa sensación de novedad para así poder mantener nuestra misma energía y motivación de hacer las cosas por un tiempo más prolongado, ¿Por qué no todo el año? Intenta lo siguiente: Vive cada día como si fuera primero de enero, no te olvides de ese entusiasmo y felicidad con los que comienzas el año, y cada que comiences una nueva semana, mes o incluso día, vuelve a esa emoción, eso te ayudará a estar más alegre y motivado, con lo que te será más fácil ser productivo(a) a la hora que cumplir con tus propósitos de año nuevo. 

3) Establece recordatorios:

Seamos sinceros, hay una diferencia entre la cantidad de propósitos que hacemos y la cantidad de propósitos que realmente cumplimos, si bien las razones de lo anterior pueden variar, un motivo por el cual no todos nuestros propósitos se convierten en realidad es simple y sencillamente porque los olvidamos, olvidamos qué queríamos lograr en primer lugar, olvidamos por qué lo queríamos, y nos olvidamos de accionar para poderlos lograr. 

Por lo tanto necesitamos mejorar nuestra memoria, y algo que nos ayudaría con eso es simple organización: Anotar qué propósitos tenemos, por qué, y cómo esperamos lograrlos, y consultar esa información durante todo el año para asegurarnos de recordarlo todo y  que no estamos dejando de accionar para cumplir dichos propósitos. 

4) Idea planes para cumplir tus propósitos:

Existe una gran diferencia entre deseo, y propósito, mientras que un deseo es simplemente algo que quisiéramos que pase, un propósito es un deseo que está encaminado a cumplirse porque ya hay una estrategia o plan detrás, ya hay pequeñas acciones para hacer que se cumpla. Cometemos el error de simplemente pedir doce deseos en año nuevo mientras comemos uvas, y no pensarlos como propósitos que tenemos que cumplir. 

Pregúntate ¿Qué puedo hacer yo para que este deseo se cumpla? Si quieres algo no simplemente digas “quiero esto”, di “quiero esto y lo voy a conseguir de tal forma”, porque si te quedas solo en el “quiero” estás pidiendo un simple deseo que tal vez no se cumpla, en cambio, si defines cómo podrías actuar para que se cumpla, estás estableciendo un propósito con posibilidades reales de que se cumpla.

5) Establece rutinas que te ayuden a accionar:

Vas a necesitar disciplina para cumplir tus propósitos, lo siento pero no basta que definas qué quieres y porqué, te acuerdes de ello, y tengas una idea de qué podrías hacer para que se cumpla, eso es sólo la teoría, y de nada te sirve si no la pones en práctica. Necesitas configurar rutinas en las que metas las actividades que has determinado que te van a ayudar a cumplir tus propósitos, y debes cultivar el hábito de hacer esas cosas, es verdad que cuando no estamos acostumbrados a hacer ciertas cosas, puede ser difícil al principio hacerlas, así que, si lo sientes así, prueba empezar con un ritmo tranquilo y poco a poco aumenta la intensidad, así vas a agarrar el hábito con mayor facilidad y lo vas a conservar. 

Por ejemplo, si tu propósito es ponerte en forma, y la acción que vas a llevar a cabo para lograrlo es hacer ejercicio, no es la mejor idea que te obligues a hacer una rutina increíblemente intensa de dos horas el primero de enero, en la que terminas matándote para terminar con tal de quemar miles de calorías, porque quizás la terminas y quemas esas miles de calorías, pero como tu cuerpo no está acostumbrado vas a odiar esa rutina que hiciste y acabarás muy adolorido(a), y el ser humano no es capaz de hacer algo que le cause dolor o disgusto todos los días durante todo un año, (mucho menos durante toda la vida, en el caso de que prefieras mantenerte en forma permanentemente y no sólo una temporada), tarde o temprano lo vas a dejar de hacer por lo que, o no vas a cumplir tu propósito de ponerte en forma, o lo vas a lograr, pero no te va a durar después. 

En mi experiencia personal, lo mejor para agarrar el hábito de hacer ejercicio cuando eres una persona muy sedentaria que no estaba acostumbrada a ejercitarse, es que al principio te concentres en hacer que te guste el ejercicio y no tanto en quemar miles de calorías, porque si empiezas con rutinas fáciles de poca duración e intensidad que no te duelan tanto y realmente intentas disfrutar de esa actividad que es el ejercicio, ahí si es fácil que mantengas el hábito de ejercitarte todo el año, porque estarías haciendo una actividad que te gusta, y con un poco de paciencia antes de que te des cuenta no sólo habrás adquirido el hábito, sino que serás capaz de hacer rutinas más largas e intensas en las que quemas miles de calorías en un rato, lo que en consecuencia te pondrá en forma, quizás un poco más lento, tal vez a mediados de año, y no a mediados de enero, pero al menos alcanzaste tu propósito y adquiriste un hábito que podrás mantener durante los próximos años sin hacer ningún esfuerzo. 

6) Determina fechas límite para tus acciones:

¿Alguna vez has escuchado que los seres humanos trabajamos mejor bajo presión? Pues hasta cierto punto es verdad, piensa por ejemplo en la vez en la que en la escuela o en el trabajo se te exigió que cumplieras con una inmensa cantidad de trabajo en poco tiempo, tú normalmente hubieras preferido hacer las cosas más despacio de forma feliz y despreocupada, pero por una exigencia externa te las arreglaste para hacerlo en muy poco tiempo, ¿No crees que esa es la prueba de que eres capaz de hacer muchas cosas rápidamente? Tal vez si quieres resultados rápidos, debas presionarte un poco (solamente no llegues al punto de auto explotarte porque después terminarás enfermándote por estrés y ansiedad).

Sólo piénsalo, tienes un año entero, trescientos sesenta y cinco días divididos en doce meses, una forma de asegurarte de que cumplas tus propósitos de año nuevo es poniéndo fechas límites para las acciones que vas a ir llevando a cabo, de modo que los resultados lleguen conforme vayas cumpliendo con las actividades que te van a ayudar a eso. Puedes establecer que una acción esté completada para febrero o junio, eso ya lo decidirás tú cuando organices lo que harás durante el año, el punto es que te presiones sólo un poco para optimizar tus resultados y asegurarte de alcanzar todos tus propósitos.

Conclusión:

Hacemos propósitos de año nuevo cada año, pero no siempre los cumplimos, por lo tanto es importante que le asignemos un significado a cada uno, establezcamos el porqué nos importa, porqué lo queremos, puesto que el saber eso es el combustible de nuestra motivación; no debemos olvidarnos de mantener el sentimiento de novedad cada día, semana y mes para no dejar ir la energía y la motivación con la que empezamos el primero de enero; hay que asegurarnos de recordar nuestros propósitos durante todo el año y tener planes para asegurarnos de cumplirlos, de modo que accionemos; y hay que meternos un poco de presión con fechas límite para asegurarnos de que todos nuestros propósitos de año nuevo se vean realizados y no se queden sólo en simples deseos. Así que lucha por cumplir tus doce propósitos, y aunque hoy es 6 de enero, te deseo que tengas un feliz año. 

Categorías
Autoestima, Autoconfianza, Autoaceptación

Perdónate por tus equivocaciones

¿Las equivocaciones son algo negativo?:

El error es algo natural que nos cuesta trabajo ver de ese modo y aceptar cuando acontece porque puede representar una avalancha de cosas negativas para nosotros, y tiene sentido que lo sintamos de ese modo, pues durante toda la vida hemos sido adiestrados para ver cosas malas en las equivocaciones, ya que desde muy temprana edad en diferentes áreas de nuestras vidas se nos va enseñando la relación causa-efecto de las cosas, es decir, nos dicen que por todas las acciones que cometemos hay consecuencias, por lo que estamos acostumbrados a sentir repulsión por las consecuencias negativas y a evitar a toda costa las acciones que nos puedan llevar a dichas consecuencias. 

Por ejemplo: De niños aprendimos a no portarnos mal porque si lo hacíamos seríamos castigados, por lo que portarnos mal podía ser un grave error que nos llevaba a un terrible castigo, por lo tanto, una vez castigados ¿Cómo nos íbamos a alegrar por haber llevado a cabo la acción que nos llevó a ese castigo? 

Claro que aprendíamos del error tras el castigo y después de eso intentábamos no volvernos a portar mal, pues queríamos evitar ser castigados por ello, pero a pesar del aprendizaje que obteníamos de haber cometido el error, seguíamos viéndolo como algo negativo. Bueno, se podría decir que es precisamente ese mismo comportamiento el que mantenemos a lo largo de nuestras vidas: Somos como niños que son castigados después de portarse mal, y aprenden a no volverlo a hacer, porque ven la acción que les trajo el castigo como un error; y conforme vamos creciendo vemos cualquier acto que nos trae un resultado negativo como una simple equivocación por la que somos castigados.

Con lo anterior no propongo que cambiemos el sistema por el cual somos educados en la infancia, sino que como personas que ya pasamos esa etapa, aprendamos a dejar de ver la analogía: Error-castigo en cualquier acción que hagamos que tenga una consecuencia desfavorable. De niños nos enseñan las cosas de forma muy binaria como bueno y malo, pero conforme vamos creciendo somos capaces de digerir más matices entre esos dos antónimos, así que hay que dejar de ver las cosas de forma tan simplista como errores que nos traen castigos.

Es cierto que cada acción tiene su consecuencia, y que una acción con una consecuencia negativa puede ser considerada un error, pero no hay que ver al error como algo completamente negro, totalmente negativo, mencioné que podemos digerir más matices que sólo blanco y negro así que ¿Por qué no lo hacemos? ¿Por qué no vemos nuestros errores como colores grises, que sí nos trajeron cosas malas, pero también nos trajeron cosas buenas?

Y podrás pensar ¿Qué demonios tiene de bueno este error que cometí por el que ahora estoy sufriendo? Bueno, como dicen, no puede haber luz sin oscuridad, así que sí tiene que haber luz en esa oscuridad del error, y la primera en la que tienes que pensar es en la enseñanza que te dejó haberte equivocado. 

¿Cómo sabes si aprendiste algo del error que acabas de cometer? Si no hubieras aprendido nada no te hubieras arrepentido de hacer lo que hiciste, y no tendrías miedo de volver a hacerlo ¿No lo crees? A veces el arrepentimiento de haber cometido errores y el miedo a repetirlos es la prueba de que aprendimos algo de ellos. 

Levantarse después de la caída:

Supongo que todos hemos llegado a escuchar la frase de que no tiene nada de malo caerse, pues lo importante es levantarse, y es verdad, aunque pueda ser tan difícil en la práctica como para que esa frase resulte insignificante en nuestras vidas en los momentos en los que la deberíamos aplicar. Probablemente no es sencillo levantarse tras una caída, pero se puede hacer y es algo que vale la pena.

Las equivocaciones pueden tener una repercusión tanto en tu presente como en tu futuro, pero al final del día depende de ti cuánto dura la consecuencia o el castigo, como lo quieras ver, si tú tomas un error que ya cometiste que está en el pasado, y lo sigues arrastrando a tu presente y a tu futuro, lo único que estás haciendo es alargarlo aún más. 

Tomemos como ejemplo la natación, cuando estás nadando es esencial que te relajes para poder flotar, si antes de entrar al agua, o ya estando ahí hubo o hay estrés, ansiedad o miedo, tu cuerpo se tensa, y si tu cuerpo se tensa hay una consecuencia en el futuro cercano, la cual es que en vez de flotar como una hoja terminas hundiéndote como una piedra. 

Levantarse después de la caída es básicamente superar un error y seguir adelante, dejándolo en el pasado, es importante que no te tenses por aferrarte a errores ya cometidos que sólo hundirán tu presente y tu futuro, si ya cometiste un error, es cosa del pasado, déjalo ir, deja de obsesionarte con verlo como algo totalmente malo y ve las cosas positivas, concéntrate en lo que aprendiste del error, en los cambios positivos que puedes implementar a tu vida con dicho aprendizaje y dejando el error atrás, básicamente te tienes que perdonar a ti mismo o a ti misma y dejarlo pasar. 

Acepta tus errores y perdónate por ellos:

No voy a mentirte, podemos cometer errores que parecen demasiado grandes, con castigos demasiado malos para nosotros, y cuando te enfrentes a ellos te darás cuenta de que una de las cosas más difíciles en este mundo es perdonarte a ti mismo(a) por tus errores, pero no te preocupes, porque no es imposible, sólo tienes que hacer el esfuerzo de ser amable contigo y ver el lado positivo para que aprendas del error, una vez hecho eso se vuelve más sencillo perdonarte por tus fallos. 

Los seres humanos somos seres imperfectos, eso todo el mundo lo sabe, y resulta irónico, porque vivimos cada día esperando que todo nos salga perfecto, y he aquí la cuestión: ¿Por qué siendo imperfectos esperamos perfección en nuestras vidas? Tenemos que entender que eso no tiene ningún sentido, y aceptar el hecho de que en esta vida cometemos y vamos a cometer muchos errores, pero no es completamente malo, pues como mencionamos, podemos aprender de ellos y levantarnos después de la caída. 

Lo anterior se vuelve especialmente difícil para las personas perfeccionistas, estamos familiarizados con el término “perfeccionista”, tal vez conoces a alguien así o tú eres así, y por un lado es bueno ser perfeccionista, porque la persona perfeccionista es aquella que siempre busca dar lo mejor y explotar el máximo potencial de las cosas, sin embargo, hay una verdad que al perfeccionista no le gusta afrontar, y esa es que ese máximo potencial, ese punto de perfección nunca va a llegar, así que a veces es mejor saber conformarse cuando ya se llegó al máximo potencial de algo, porque después de ese punto no hay más.

Es por eso que las personas perfeccionistas deben entender que nunca alcanzarán la perfección, y parte de eso implica aceptar que en la vida hay y habrá errores y fallos, así que lo mejor es aceptar lo negativo, aceptar la equivocación, y perdonarte después, lo anterior le costará más trabajo a la persona perfeccionista que a la no perfeccionista, pero para ambas, es algo que se puede alcanzar, de hecho se debe alcanzar, porque sólo aprendiendo a manejarte a partir de tus errores es que podrás sentirte pleno(a) en la vida. 

Conclusión:

Cuando se trata de las caídas que tenemos no todo es malo, debemos de aprender a ser optimistas para que cuando nos equivoquemos nos enfoquemos en aprender de la equivocación y ser amables con nosotros mismos para perdonarnos por ella, no podemos ir por la vida esperando perfección y sin aceptar el hecho de que nos equivocamos porque eso sólo nos frustrará, ni mucho menos obsesionarnos con los fallos de nuestro pasado y cargarlos en nuestro presente porque afectará negativamente nuestro ahora y nuestro futuro, para los cuales tenemos dos opciones: Ahogarnos como una piedra por aferrarnos a nuestros errores, o flotar como una hoja por aprender a perdonarnos por los fallos que cometemos. Así que acepta tus equivocaciones, aprende de ellas, y empieza a perdonarte cuando las cometas.