¿Qué son los cambios?
Todos estamos familiarizados con los cambios, después de todo los experimentamos a lo largo de toda nuestra vida, se trata de situaciones que alteran nuestro orden interno, modifican nuestra rutina, nos quitan lo que nos es familiar, pero sobre todo nos someten a la novedad, a aquello que no hemos experimentado con anterioridad.
Sobrellevamos los cambios de maneras distintas, depende tanto de la persona como de la situación de novedad en cuestión que representa el cambio mismo, a veces nos sentimos bien con los cambios, y nos acostumbramos a ellos con facilidad, y en otras ocasiones nos producen reacciones negativas, tales cómo miedo o ansiedad por lo que nos cuesta trabajo aceptarlos.
¿Por qué nos dan miedo los cambios?
En ocasiones los cambios nos asustan, pero ¿Por qué? El miedo que nos genera se debe a que cuando nos enfrentamos a un cambio nos enfrentamos también a la responsabilidad de salir de nuestra zona de confort y experimentar algo nuevo, algo a lo que al no estar acostumbrados, nos preocupa no saber hacerlo o no disfrutarlo una vez que lo hayamos hecho, o ambas. Si tú te identificas con esto, es hora de que aprendas a conciliarte con los cambios, así que a continuación te daré tres consejos útiles y prácticos para conseguirlo, de modo que puedas vivir una vida más tranquila, plena y feliz.
Consejos para adaptarse a los cambios:
1) Controla tu ansiedad:
Uno de nuestros principales problemas a la hora de afrontar los cambios en nuestra vida diaria es que sufrimos de ansiedad, si tú también la sufres lee aquí mi entrada ¿Cómo lidiar con mi ansiedad? Dónde podrás ahondar más en el tema. Cuando sentimos ansiedad básicamente tenemos una excesiva preocupación por el futuro, la clave para controlarla es no reprimirla puesto que si lo hacemos nos podríamos terminar frustrando, en vez de eso debemos de tener una conversación con ella y rechazar las ideas de las cuales nos trata de convencer.
Al experimentar un cambio tu ansiedad automáticamente intentará comunicarse contigo, te dará razones para creer que ese cambio es malo, que no te va a gustar, qué no sabrás cómo actuar ante él, que van a pasarte cosas malas a causa de este, tal vez incluso te haga sentir mal contigo mismo o contigo misma.
Cuando eso pase quiero que imagines que hablas con una persona que está siendo grosera y mala contigo ¿Cuál es la mejor manera de reaccionar? Primero, cómo tú eres mejor que esa persona, vas a ser amable y escuchar lo que dice (aunque por dentro no lo tomes en serio realmente), mientras escuchas vas a respirar hondo para tranquilizarte, y después le vas a contestar: “No te creo, y no tengo tiempo para ti, debo adaptarme a este nuevo cambio, y no necesito de tu negatividad para lograrlo, yo tengo la capacidad de conseguirlo y lo haré sin ti”.
Una vez que le hayas contestado así a tu ansiedad, te sentirás mejor contigo mismo, más seguro, más tranquilo, pero sobre todo más capaz, y solo así, con la cabeza fría podrás pensar en nuevas formas de enfrentarte a este cambio de modo que puedas adaptarte al mismo posteriormente. Ya que lo hayas resuelto y te hayas adaptado descubrirás que pudiste solo(a), sin tu negativa y cruel ansiedad, y sin perder el tiempo tratando de reprimirla o dejando que te haga sentir mal.
2) Concéntrate en tus motivaciones para afrontar los cambios:
Existen dos tipos de cambios: El que nosotros mismos provocamos, y el que es provocado por causas externas. Hablemos del primer tipo de cambio: Hay momentos de nuestra vida en los que queremos hacer una determinada acción, pero llega un punto en el que la única forma de completar dicha acción es adaptándonos al cambio: Salir de nuestra zona de confort, hacer algo que nunca antes hemos hecho, arriesgando nuestra comodidad.
Cuando te enfrentes a esta situación, deberás superarla, y la forma de hacerlo es haciendo memoria: Recuerda que todo es un medio para un fin, que el cambio es necesario para que logres alcanzar un objetivo, concéntrate en el objetivo, acuérdate de todas las razones por las cuáles te lo propusiste en primer lugar y por las que es importante para ti. Una vez que hayas recordado el por qué estás haciendo todo esto, habrás encontrado tus motivaciones para enfrentarte al cambio con valentía y adaptarte a él.
Ahora, con respecto al segundo tipo de cambio, hay veces en las que nosotros no hicimos nada, pero por causas externas se presenta un cambio en nuestras vidas que trata de obligarnos a salir de nuestra zona de confort. Cuando la esto pase el primer paso a seguir es no victimizarnos, puesto que a veces nos limitamos a pensar que la vida es injusta con nosotros y que no deberíamos de estar pasando por una determinada situación, tenemos que aprender a aceptar que el cambio es parte de la vida y va a presentarse cuando tenga qué, y que para enfrentarlo no hay que perder el tiempo lamentándonos por su presencia, sino aceptarlo sin quejarnos y enfocar nuestra energía en adaptarnos, en la transformación humana que el cambio nos da, no desperdiciarla pensando que somos víctimas de la situación.
Una vez que pasemos de ser víctimas de la situación a personas en proceso de transformación ante el cambio, tendremos la mente fría y dispuesta a idear formas de adaptarnos a este nuevo cambio, y realmente aplicarlas de modo que lo logremos al final.
3) No te frustres a la primera:
Es común que al estarnos adaptando a los cambios tengamos que intentar cosas nuevas que no siempre salen como nosotros esperábamos, lo que dispara nuestro estrés, ansiedad o inseguridades, si tú sientes que estás pasando por eso lee aquí mis entradas: Consejos para lidiar con el estrés, o ¿Cómo mejorar mi autoconfianza?
En fin, para mantenernos bajo control cuando eso suceda tenemos que entender que estamos tratando de hacer algo que es nuevo para nosotros, lo cual significa que estamos tratando de resolver las cosas por método de prueba y error, por ende, es normal que nos equivoquemos y que las cosas no resulten a la primera.
Sin embargo, lo importante es seguirlo intentando hasta dar con la respuesta correcta ante este cambio al cual nos queremos adaptar, debemos de procurar una mentalidad positiva en la que veamos el lado bueno de las cosas y no solo nos obsesionemos con el lado malo, si te cuesta trabajo lograrlo lee mi entrada: ¿Cómo tener pensamientos positivos?
Debes aprender a controlar tu frustración, puesto que si conservas una mentalidad negativa ante las situaciones que no salgan a tu favor y caes en la melancolía de que las cosas no van a funcionar, lo único que estás haciendo es limitar tu propio potencial de avanzar al siguiente nivel, pues te resignas a que algo no saldrá bien, en vez de pensar cómo hacer que salga bien, recuerda que depende de ti perseverar con lo que quieres conseguir, y para adaptarte al cambio tendrás que cumplir muchos propósitos en el proceso.
Conclusión:
Lo siento, pero en esta vida siempre va a haber novedad, disruptivas de todo lo rutinario, conocido, cómodo, tendrás que experimentar cosas nuevas, exponerte fuera de tu zona de confort, y conseguir objetivos en tu camino de adaptación al cambio, pero recuerda que es natural experimentar cambios, así cómo lo es sentir estrés, ansiedad, miedo o frustración en el proceso, la clave es aprender a controlar estas cosas negativas y no dejarte controlar por ellas.
Recuerda que una mentalidad positiva que no gasta su energía en quejas negativas con respecto a las cosas nuevas, que recuerda sus motivaciones y controla su estrés y ansiedad es la que mejor se adapta al cambio, y al igual que la teoría de la selección natural dónde el que sobrevive es el que mejor se adapta, tú puedes ser el que mejor se adapta a su nuevo ambiente y sobreviva al final, así que sólo inténtalo, y feliz cambio.