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¿Cómo alcanzar tus sueños?

Me siento desmotivado ¿Qué debería de hacer?

¿Por qué es importante la motivación?

La motivación es el combustible de nuestras almas, es la energía potencial de un cuerpo transformándose en energía cinética, aquello que produce el movimiento que caracteriza el organismo de nuestro cuerpo, como la circulación de la sangre en nuestro corazón, o los parpadeos de nuestros ojos, e incluso va más allá de las simples funciones corporales que nos mantienen con vida, pues llega hasta las acciones que llevamos a cabo todos los días.

Sin motivación no existe el movimiento, los seres humanos requerimos de ella para poder actuar en nuestras vidas cotidianas, o de lo contrario nuestra energía cinética disminuye y se limita a simplemente ser el mecanismo que nos mantiene con vida, de modo que estamos vivos, pero no actuamos como tal porque nos falta el combustible de la motivación para realmente vivir.

Imagina que estás a bordo de un cohete intentando hacerlo volar hasta llegar a tu destino, ese cohete representa tus acciones, y ese destino al que se dirige las metas que logras gracias a tu accionar. Sin embargo tú cohete necesita de un combustible para continuar volando, dicho combustible es tu motivación, debes saber que tú cohete no te va a llevar a ningún lado si deja de volar por falta de combustible en pleno trayecto. Por lo tanto, es tu responsabilidad suministrarlo para garantizar que continúes volando, ya que si este se acaba vas a terminar a la deriva en el espacio, presa de la estática, con baja energía cinética, con vida, pero sin estar realmente viviendo.

Recuerda cuál es el propósito de hacerlo:

La motivación que nos lleva a actuar en nuestras vidas es una variable, no una constante, lo que significa que está a veces hace acto de presencia y a veces no. Lo anterior podrá parecer algo triste e injusto, y quizás lo es, pero así es la vida, a veces nos sentimos bien y a veces mal, a veces tenemos motivación y a veces no.

Por supuesto, el problema es cuando la variable de la motivación está ausente y nuestro cohete se queda varado en el espacio, así que ¿Qué podemos hacer en esos casos? ¿Cómo podemos recuperar nuestra motivación y cargar el tanque de nuestra nave? Lo primero que debes hacer es recordar por qué estás haciendo lo que estabas haciendo antes de perderte en el vacío sideral.

Tienes que pensar en la actividad que estabas realizando (y por la cual has perdido tu motivación) e invocar los pensamientos, emociones y sentimientos con los que comenzaste a hacer dicha actividad, pregúntate a ti mismo(a) ¿Cuál es el propósito de eso que estaba haciendo? ¿Por qué o para qué lo hacía? ¿Qué me hacía pensar y sentir cuando lo hacía?  Una vez que logres rebobinar hacia esos recuerdos vas a recuperar lo más importante, vas a recordar el propósito de tu movimiento, y vas a volver a sentir la motivación por el mismo.

Procura disfrutar el proceso:

Anteriormente en mi entrada Ser demasiado perfeccionista y autoexigente mencioné que es importante que dejemos de creer que siento perfeccionistas y autoexigentes de forma extrema nos va a ayudar a conseguir nuestros objetivos, puesto que la realidad es que no nos da más que frustración, baja autoestima, y baja autoconfianza, y si es que nos ayuda a cumplir una meta, sólo nos dará un instante de felicidad que no vale la pena comparado con todo un proceso de haber sentido miseria y sufrimiento, lo que nos llevaba a la cuestión: ¿Qué no es mejor tratar de disfrutar nuestro largo proceso, y no sólo un instante de éxito al final?

Entonces, si te sientes desmotivado o desmotivada quizás se debe a que estás tan impaciente con respecto a los resultados que esperas obtener, tal vez te has olvidado de disfrutar del proceso que solías llevar a cabo para llegar a dichos resultados, puede ser que esta sea una oportunidad para retroceder un instante y recordar que vas a cumplir tu propósito o meta tarde o temprano, pero mientras tanto debes pasarla bien mientras intentas llegar hasta ese punto.

Sé paciente contigo mismo(a):

A veces nos cuesta trabajo mantener nuestra motivación con respecta a una cierta actividad en nuestras vidas debido a que dicha actividad nos toma más tiempo del que nos gustaría que tomara, y debido a ello no hemos tenido todavía el gusto de disfrutar de los resultados de dicha actividad, es decir, no hemos alcanzado la meta o el propósito por el cual hacemos esa acción en primer lugar, lo que nos lleva a sentirnos desesperados, frustrados, y sin ganas de continuar haciéndolo. 

Puede que tú problema sea una mezcla de falta de placer por lo que haces, e impaciencia por obtener tus objetivos, puesto que ya no te gusta lo que tienes que hacer para obtener cierto resultado, y ya te desesperaste de no llegar a este. Cuando te sientas así tienes que recordar que las cosas toman su tiempo, hay acciones que deben efectuarse durante períodos más largos para rendir sus frutos, así como hay acciones que en menos tiempo los dan. 

A lo mejor te tocan acciones de mayor duración o de menor duración, y si te tocan las más largas, las que requieren de un mayor tiempo de espera para darte algo a cambio, tienes que aceptarlo, acepta que no todo está bajo tu control, que las cosas pueden alargarse más de lo que tú quieres, y aprende a ser paciente al respecto, no te desesperes y no te olvides de disfrutar de lo que haces por la impaciencia.

Conclusión:

Cuando la motivación actúe como una constante en tu vida y se olvide de hacer acto de presencia, lo mejor será que tomes una pausa para poner tus ideas en orden, recuerda por qué te gustaba la acción que estabas llevando a cabo, por qué querías los resultados de la misma; entiende que cuando llegues a dichos resultados la felicidad tan solo dura un instante por lo que no debes descuidar la felicidad que ofrece el largo proceso que te lleva a alcanzar un objetivo; y sobre todo date cuenta de que no puedes controlar absolutamente todo, pues las cosas llevan su tiempo, tal vez tú quieras que se logren más rápidamente, pero es probable que eso no pase y tengas que esperar y tenerte más paciencia.

Piensa que tú cohete puede llegar a dónde tú lo quieras llevar, puedes hacer que la variable de la motivación se vuelva una constante para poder suministrarle el combustible a tu nave. La motivación depende de ti, pero una vez que la recuperes y aprendas a mantenerla de tu lado, el movimiento ocurre de forma natural, entonces la energía cinética se apoderará de ti asegurándose de que acciones, y mientras acciones y te muevas, los resultados de ese accionar llegarán tarde o temprano.

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