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¿Cómo hacer la adaptación de mi novela a un guión de cine?

Introducción:

En mi entrada anterior Cómo hacer la adaptación de mi obra literaria a un guión cinematográfico hablamos sobre los principios básicos de una adaptación, entendimos en qué consiste, qué es un guión, cuál es su estructura básica, y cómo podemos prepararnos mentalmente para pasar de ser novelistas a guionistas, y para la entrada de hoy te prometí compartirte de forma detallada y paso a paso cómo hacer el guión de tu novela, así que si eso te interesa sigue leyendo y adapta tu novela a guión.

Pasos para hacer el guión:

1) Parte del índice:

El primer paso para hacer un guión de cine adaptado en una novela es partir del índice de dicha novela. Copia tu índice en una hoja (ya sea en papel o digital) y escribe una sinopsis de cada uno de los capítulos, con una extensión aproximada de tres o cuatro líneas como máximo, en dicha sinopsis básicamente tienes que escribir qué es lo que pasa en ese capítulo, lo más importante, deja de lado los detalles innecesarios y procura incluir sólo la idea principal que necesitas para comunicar tu historia.

2) Selecciona la información y marca lo más importante:

Lee todos los resúmenes de tu índice como si fuera un solo texto, y haz otro resumen a partir del mismo, subraya la información más importante, para hacer esto tienes que desapegarte de tus sentimientos de modo que puedas decir de forma objetiva y práctica qué entra en el guión y qué se queda en el libro. Ponte en el lugar del espectador y trata de hacer la historia para un medio audiovisual, luego a partir de tu lectura vas a hacer lo siguiente:

3) Haz varias secciones de tu historia y establece tus tiempos:

Partiendo de tu último resumen puedes observar los acontecimientos descritos como si fuera una lista, una vez viéndolo de esa forma, junta el primer acontecimiento de la lista con el segundo, si quieres puedes hacerlo hasta el tercero o cuarto, puedes poner en el mismo grupo todos los que desees, siempre y cuando vayan enseguida del otro (no agrupes el primer acontecimiento de tu lista con el último acontecimiento de la misma).
Al hacer esto vas a lograr organizar el contenido para tu guión en varias secciones de modo que sea más fácil trabajarlo posteriormente. Lo siguiente que necesitarás hacer es decidir la extensión tanto del guión en general como de cada sección del mismo. Pregúntate: ¿Qué duración quiero que tenga la película? Puede ser una hora con cuarenta minutos, o dos horas y media (puedes considerar la duración de las películas que te gustan como referencia), tú eliges, pero asegúrate de que sea una duración justa de una película que tú cómo espectador estarías dispuesto a ver y que te gustaría.
Una vez que sepas la duración de la película sabrás la extensión del guión, cómo recordarás en mi entrada previa, te dije que en guiones una página equivale a un minuto en pantalla, por ejemplo, si quieres una película de una hora con cuarenta minutos serían cien páginas, o si la quieres de dos horas serían ciento veinte páginas.
¿Recuerdas que anteriormente te dije que vieras tu resumen cómo una lista y agruparas sus elementos? Bueno, ahora eso te va servir para el siguiente paso: Vas a repartir los minutos de la película entre todas tus secciones, si por ejemplo decidiste una película de una hora con cuarenta minutos eso significa que tienes cien minutos, por lo que vas a anotar cuántos minutos quieres destinar a cada sección de tu lista hasta que te los hayas acabado todos, es decir:
Vas a establecer un límite de páginas para adaptar cada una de las secciones para tu guión, esto te ayudará porque como novelista estás acostumbrado(a) a hacer libros tan largos cómo quieras, pero cómo guionista tienes el tiempo limitado porque estamos hablando de escribir una película, y una película no es demasiado larga.

Quizás te parezca una tarea imposible o extremadamente complicada, sin embargo, es más fácil de lo que parece, ya que sólo estableciendo límites de extensión para cada pequeña parte de tu guión es que vas a lograr estructurarlo para que cumplas con la duración apropiada, y además hagas un gran trabajo de adaptación, ya que teniendo un límite podrás concentrarte más en los detalles más importantes y asegurarte de que sean esos detalles los que comuniques.

4) Adapta tu novela a guión por sección:

Finalmente ha llegado la hora de escribir el guión, hasta el momento lo único que has hecho es analizar tu historia y planificar cómo adaptarla a un medio audiovisual, sin embargo, ahora que terminaste de planificar, ya puedes pasar de la teoría a la práctica. Escribe cada sección de tu guión y procura plasmar en cada una los detalles más importantes que determinaste durante la planeación.

5) Reagrupa tus tiempos:

Es normal que mientras escribas tu guión te pases de páginas y en consecuencia alguna de tu sección quede más larga de lo que habías contemplado inicialmente, no hay motivos para alarmarse cuando esto ocurra. Tienes dos opciones: Acortar esa sección del guión, ya sea modificando acciones de las escenas, o modificando los diálogos, de modo que den la misma cantidad de información pero con menos palabras, y por ende, menos páginas.
O puedes dejar esa sección con un exceso de páginas y proseguir con las demás secciones, pero haciendo las siguientes más cortas de modo que te sobren minutos que compensen los minutos de más en la sección que quedó larga. 

Ejemplo: Digamos que tu primera sección debía de ser de quince páginas, pero te salió de veinte, desafortunadamente es muy difícil reducirlo a cinco páginas menos porque pasan muchas cosas importantes en esa sección; en ese caso la puedes dejar así, y en otra sección corregirlo: Digamos que en la segunda o tercera sección planeaste una extensión de diez páginas, si logras que esa sección sea de cinco páginas en vez de diez, al final obtienes el mismo número de páginas, pero distribuidas de forma diferente.

Otros consejos:

1) Altera el orden y valor de los productos manteniendo el mismo resultado para respetar la duración y hacer la historia más atractiva audiovisualmente:

Todos hemos visto películas basadas en libros que nos gustan, ¿Notaste cómo hay algunas cosas que cambian en la película? A veces estos cambios ocurren por cuestiones de tiempo, por lo que toman una serie de acciones, las modifican levemente, e incluso alteran el orden de las mismas de modo que se cuente lo mismo pero en menos tiempo. Así que haz lo mismo, toma un fragmento que debas adaptar de tu libro y piensa en formas congruentes de modificarlo para que comunique lo mismo pero de forma más breve. Básicamente piensa en formas de reescribir la historia, pero procurando que hagas una nueva versión que a ti te guste y respete todo el trabajo previo que invertiste en escribir el libro en primer lugar.

2) Observa tu historia desde ángulos que no utilizaste a la hora de escribir tu novela para incorporar secciones de tu historia no contadas en tu novela, dentro del guión:

Hacer cambios no sólo implica modificar lo que ya está escrito, también puede implicar modificar aquello que no escribiste. Hay un truco muy sencillo para hacer esto: Ponte en el lugar de un lector, lee el libro y sé curioso, cuando hagas esto comenzarás a hacerte preguntas que como escritor no te habías hecho acerca de tu historia, lo que te facilitará escribir pequeñas partes de la historia que anteriormente no habían tenido importancia para ti, pero que ahora dentro de un guión pueden serte útiles.
Por ejemplo: Digamos que en tu historia el personaje B comienza a espiar de cerca al personaje A, en el libro contaste esto desde la perspectiva del personaje A, el cómo se sentía observado y perseguido, pero toda esa información la contaste con ayuda del narrador, quien le dice al lector todo lo que piensa y siente el personaje A.
Esta parte del libro quizás no sea un material interesante para que lo pases al guión ¿Por qué? Porque en un medio audiovisual la información rara vez se cuenta de forma esporádica a lo largo del filme con ayuda de un narrador, y a menos que sea un recurso que pretendas utilizar de forma constante a lo largo de toda la película y que realmente aporte a la misma positivamente, no te conviene usarlo.
En este caso lo que tendrías que hacer al escribir el guión es contar con secuencias de acciones todo lo que sucede en esa parte del libro, pero digamos que hay otro problema, y es que en el libro el personaje A no hace nada interesante, lo único interesante es lo que piensa y siente, pero eso ya lo dice el narrador (el cual establecimos que no te sirve en el guión), así que ¿Cómo transmites esa información de que el personaje B espía al personaje A sin que termine siendo aburrido?
Bueno, tal vez sea más emocionante si escribes en el guión una parte de la historia que no habías escrito en el libro, ¿Recuerdas que te dije que lo leyeras como lector y no como escritor? Bueno, si lo leíste como lector, viste todo desde la perspectiva del personaje A, y probablemente te surgió curiosidad sobre el personaje B ¿Quién es el personaje que espía al personaje A? ¿Por qué lo hace? ¿Dónde está? ¿Cómo lo hace?
Sólo intenta responder a estas preguntas y habrás adaptado un fragmento de tu libro escribiendo un lado de la historia que inicialmente habías ignorado, lo que la enriquecerá, además habrás logrado comunicar lo esencial: Personaje B espía al personaje A, pero en vez de hacerlo de forma aburrida mostrándole al espectador al personaje A haciendo absolutamente nada (lo cual ni siquiera comunica su sentimiento de persecución); lo habrás hecho mostrando una perspectiva más interesante y emocionante del personaje B, donde con ayuda de diálogos y/o acciones mostrarás la perspectiva de ese personaje dentro de la historia.

3) Mantén el guión fiel a tu novela:

Cuando haces modificaciones de un libro para meter su contenido dentro de un guión hay muchas cosas que podrían salir mal. ¿Recuerdas cuando viste esa película basada en un libro y odiaste lo que hicieron con la historia que tanto te gustaba? Bueno, ahora es tu turno de empatizar con el lector y el espectador para evitar hacer las cosas que a ti no te gustaría ver en una adaptación. Modifica la historia, pero no de forma tan brusca, trata de mantener las cosas esenciales, no alteres las personalidades de tus personajes, y sobre todo usa tu creatividad para hacer cambios que den una nueva perspectiva de la historia, pero manteniéndote fiel al libro original, piensa que el guión es una oportunidad para llevar tu historia a otro formato y enriquecerla, no para empeorarla, ni mucho menos arruinarla.

4) Piensa cómo comunicar la información de forma visual:

“La vista llega antes que las palabras” John Berger. La frase de este autor trata de decirnos que si bien, la comunicación tiene distintas formas (puede ser verbal o escrita, en el caso de aquello que se comunica con palabras; o bien utilizar como medio otros sentidos: vista, oído, tacto, olfato), es la vista el sentido más predominante en nuestra sociedad, pues nos comunicamos por medio de imágenes al punto de que es la imagen el primer medio de comunicación con el cual interactuamos.
La comunicación visual está llena de signos desde símbolos hasta íconos, si bien algunos requieren de un contexto para ser comprendidos, otros tienen una imagen que guarda una relación más estrecha con su significado, básicamente hay cosas que se comunican más explícitamente que otras. Por ejemplo, para poder absorber la información de un libro se necesita aprender a leer primero, a decodificar las letras y después las palabras y las oraciones; en cambio para poder absorber la información de una imagen no necesitas estudiar, sólo la lees, los seres humanos tenemos la capacidad innata para leer imágenes, si bien algunas veces necesitamos un poco de contexto porque en la comunicación visual también hay símbolos que necesitan ser decodificados, en la mayoría de las veces no necesitamos de mucho para poder leer una imagen. Se podría decir que aprendemos a leer imágenes antes que textos.
¿Sabes por qué más predomina la comunicación visual? Porque las imágenes tienen la capacidad de hacer alusión a otros sentidos de forma indirecta, pensemos en la experiencia en los museos, cuando vas siempre te dicen que no puedes tocar las pinturas, y sin embargo, en la pintura una textura de cualquier objeto, como un árbol por ejemplo, apela a tu sentido del tacto, ya que aunque no puedas tocar un árbol en ese momento, reactiva tu memoria para que sepas cómo se siente esa textura que estás observando.
A lo que quiero llegar es que puedes decir mucho con una imágen, sólo es cuestión de saber componerla, así que cuando describas a los personajes, las cosas, los lugares, las acciones, y todo lo que necesite de una descripción en general dentro de tu guión, piensa en cómo hacer una atmósfera que comunique aspectos específicos de tu historia.
Una forma de verlo es aprender a determinar cuándo usar diálogos y cuando usar imágenes, independientemente de si usas muchos diálogos en tu libro o no, una cosa es leer un libro y otra muy diferente ver una película, por lo general las películas deben de ser más dinámicas, con más acción y diálogos no tan extensos.
No te digo que no uses diálogos, obviamente habrá diálogos en tu guión, pero deberás decidir en qué momentos sustituirlos por imágenes, cuándo comunicar visualmente en vez de verbalmente. Puedes tomar como referencia las películas que has visto (no necesariamente tienen que ser adaptaciones), enfócate en las partes que no tienen ni un sólo diálogo, solo una imagen tras otra, una acción tras otra, pregúntate por qué están esas escenas y qué comunican, notarás que todo tiene una razón de estar en la pantalla, pues las imágenes contienen su propia composición y cuando se ponen una enseguida de la otra forman narrativas del mismo modo en el que las palabras forman oraciones. Eso es lo que tendrás que hacer tú: Crear una narrativa a partir de imágenes, plantear una atmósfera que transporte al espectador al universo de tu historia, comunicar algo visualmente, así que desarrolla las descripciones dentro de tu guión, planea tus escenas y escríbelas.

Conclusión:

Como ya lo sabes, escribir una novela no es fácil, pero ya lo hiciste, y ahora sólo te queda adaptarla a un guión, cosa que tampoco es fácil, pero es menos difícil de lo que fue para ti hacer tu historia en primer lugar, sólo piensa que es un cambio de formato, de novela a medio audiovisual, y una oportunidad para mostrar nuevas perspectivas de tu historia, enriquecerla y ampliar tu audiencia. Así que sólo escribe tu guión.

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¿Cómo hacer la adaptación de mi obra literaria a un guión cinematográfico?

Título: Libro reproductor. Autora: Marjaneh Vargas Barajas. Técnica: Grabado con linóleo. Año: 2023.

Introducción:

Este contenido está dirigido a escritores y escritoras que hayan escrito una novela y deseen verla convertida en una película o serie, y cómo el primer paso para la creación de un producto audiovisual es la escritura de un guión, hablaremos sobre cómo adaptar dicha novela a un guión. En la presente entrada comenzaremos hablando sobre qué es una adaptación, por qué es conveniente hacer una, conoceremos el guión, sus diferencias con la novela, y cómo prepararte mentalmente para pasar de ser novelista a guionista, así que si eso te interesa continúa leyendo.

¿Qué es una adaptación y por qué debería hacer una?

Vivimos en un mundo muy visual, donde desde muy temprana edad somos expuestos a imágenes, tal como decía el autor John Berger en su libro Modos de Ver: “La vista llega antes que las palabras, el niño mira y ve antes de hablar” (Berger, pág. 13). Del mismo modo podemos afirmar que el niño mira y ve antes de leer, si bien la lectura se ejecuta por medio de la vista, no aprendemos el código del alfabeto y el lenguaje escrito hasta unos años más tarde, por lo que de niños antes de ser capaces de leer un cuento escrito, lo consumimos a partir de sus ilustraciones, a partir de imágenes que buscan traducir o adaptar al texto. 

Considerando lo anterior vale la pena echar un vistazo hacia la relación existente entre el lenguaje escrito y el lenguaje visual (el lenguaje de las imágenes), y esta es que ambos son medios comunicativos que se complementan y se explican el uno al otro ante el lector o espectador. Tomemos por ejemplo las fichas técnicas de los museos, todos los murales, cuadros y esculturas tienen una pequeña tarjetita con texto que incluyen ciertos datos, tales como el título de la obra, el nombre del autor, la técnica utilizada, y una pequeña descripción de la obra, en tales casos estamos ante una adaptación del lenguaje visual al lenguaje escrito, donde el texto pretende explicar a la imágen a partir de su lenguaje de palabras; o consideremos a cualquier película o serie basada en un libro, donde se nos presenta una adaptación del lenguaje escrito al lenguaje visual, en la que las imágenes pretenden explicar a las palabras escritas en el libro a partir de su lenguaje visual. 

Con lo anterior es posible deducir en qué consisten las adaptaciones cinematográficas, se trata de medios audiovisuales (o visuales en el caso del cine mudo) que parten de una obra literaria, la cual es un texto escrito, ya sea cuento, poema o novela, y lo que hacen con dicho texto es traducir su contenido del lenguaje escrito al lenguaje visual, pero con ciertas modificaciones que lo vuelven una adaptación que resulta en un producto audiovisual, en palabras más sencillas: Pasar de comunicar con un texto a comunicar con imágenes y sonidos. 

Pero ¿Qué beneficios tiene el hacer una adaptación de cine? ¿Por qué debería adaptar mi novela, cuento o poema? Para responder a estas preguntas debemos considerar que el texto del cual partimos para una adaptación audiovisual es expuesto a un público objetivo para que lo consuma; el producto audiovisual por su parte también se presenta a su respectivo público meta, sin embargo, al ser dos lenguajes diferentes, también son dos públicos diferentes; sólo piénsalo, un libro no tiene la misma estrategia de ventas que una película, por lo que ambas obras alcanzarán públicos distintos, lo que significa que cuando se adapta por ejemplo una novela a una película, estamos ante una historia que llega a un nuevo público gracias a la película (primero tuvo como público a lectores, y luego tiene como público a espectadores), es decir: Adaptar un texto a un medio audiovisual aumenta el alcance de la obra en sí, la vuelve más conocida, más popular, lo que incluso puede atraer más lectores para la obra original.

¿Qué es un guión y cuál es su estructura básica?

Ahora que conocemos en qué consiste una adaptación y por qué es conveniente realizar una para nuestro texto, conozcamos más acerca del guión y cuáles son sus elementos básicos. Un guión consiste en un texto que sirve cómo una guía para una producción cinematográfica, contiene descripciones de cosas, lugares y personajes así cómo diálogos y acciones que narran la historia e indican qué es lo que se va a ver en pantalla.

Existe además un formato internacional con el que debe de cumplir tu guión, sin embargo, no es un formato que debas preocuparte en aprender a utilizar, ya que actualmente existen múltiples sitios web y programas para escribir guiones que crean el formato automáticamente por ti ahorrándote la tarea de hacerlo para que te concentres sólo en el contenido de tu guión. Dejando eso claro prosigamos entonces son las principales partes del guión:

Acto:

Son las partes en las cuales se divide un guión. Generalmente se utilizan tres actos: El primer acto (el planteamiento de la historia); el segundo acto (el nudo de la historia); y el tercer acto (la resolución de la historia).

Escena:

Una escena es con lo que comienza una historia, se escribe en mayúsculas y cuenta con tres datos en el siguiente orden: Primero indica si la escena ocurre en interiores o exteriores o ambas (INT / EXT / INT/EXT) (por ejemplo puede ser ambas cuando la escena ocurre en un coche, ya que estamos en interiores pero también en exteriores); luego indica el nombre del lugar (LUGAR); y finalmente la hora del día, si es de día, de noche, o en algún momento específico cómo el amanecer o el atardecer (DÍA / NOCHE / AMANECER / ATARDECER). Cada vez que hay un cambio de locación, o pasamos del día a la noche por ejemplo, se tiene que escribir una nueva escena con estos tres datos.

Acción:

Cómo su mismo nombre lo indica consiste en un texto que describe una acción ejecutada por uno o varios personajes, esto plantea básicamente todo lo que hacen a lo largo de la historia, y al igual que el resto del guión, se escribe en presente, no en pasado ni en futuro, sino presente. Si se llegara a escribir una acción en pasado en el guión, se interpretaría que la acción ya se ejecutó, por lo que dentro de la escena se mostrarían indicadores de que esa acción ya finalizó, pero no se vería en la escena la ejecución de la acción.

Personaje:

En la primera aparición de cada personaje, se añade su edad entre paréntesis con el número, así como otro paréntesis con la descripción física del mismo. Cuando desees que el personaje hable debes insertar su nombre en la siguiente línea antes de su diálogo. Si te interesa profundizar en el tema de creación de personajes tengo algunas entradas que te podrían servir, como: ¿Cuáles son los tipos de personajes que existen?, ¿Cómo crear personajes realistas? o Trasfondo de personajes. 

Diálogo:

El diálogo muestra absolutamente todo lo que dicen los personajes, se escribe inmediatamente después de insertar el nombre del personaje en cuestión para indicar quién está hablando. Siempre que se pone el nombre de un personaje y su diálogo, se entiende que el personaje está dentro de la escena o de cuadro, es decir que se puede ver en pantalla, por lo que a menos que se quiera excluir visualmente al personaje y dejar sólo su diálogo o su voz se debe hacer uso de un (OFF) entre paréntesis seguido del nombre del personaje en el mismo renglón.

Entreparéntesis ():

Generalmente van en seguida del nombre de un personaje en el mismo renglón y sirve para describir una acción que se desee que el personaje realice mientras dice su línea, son pequeñas indicaciones que sirven para ayudar a los actores a convertirse en sus personajes, probablemente has utilizado este recurso en la novela, cuando dices que un personaje dice una cierta cosa riéndose o con enojo, acá es lo mismo sólo se pone de forma corta y concisa entre paréntesis, sin embargo, es recomendable no abusar del mismo y utilizarlo con moderación en un guión sólo para las cosas más importantes o esenciales.

Otros elementos:

Anteriormente los guiones solían contener otros elementos del lenguaje visual, mediante los cuales se indicaban transiciones (tipos de cambio de una escena a otra), calidad de la luz y dirección de la misma, ángulos y movimientos de cámara, planos o encuadres, etcétera; sin embargo, actualmente en un buen guión literario, todos estos aspectos se dejan de lado, ya que se empiezan a abordar más adelante en el storyboard (o guión visual) y en la producción, donde son los cineastas los que toman decisiones con respecto a estos aspectos, en cambio el o la guionista debe enfocarse en contar exclusivamente la historia.

Principales diferencias entre la novela y el guión:

Ya que conocemos qué es un guión y cuáles son sus partes, veámos cuáles son las principales diferencias que tiene con la novela: Cómo mencionamos anteriormente el formato es distinto, y lo puede generar un programa o página por ti si quieres. Otra diferencia son las descripciones, mientras que en la novela puedes hacer descripciones largas, complejas y llenas de figuras retóricas, en el guión debes de ser más simple y directo para decir cómo son las cosas, los lugares y tus personajes, podrá sonarte a hacer descripciones más objetivas o frías para alguien que se había acostumbrado a la novela; otro aspecto que debes considerar es la evitación  de términos cómo “se ve” o “luce” para describir algo, ya que todo lo que hay en un guión es algo que se va a ver en pantalla, por lo que estos términos resultan redundantes.

Con respecto a las emociones, sentimientos, o pensamientos, tienes estrictamente prohibido hablar de eso en un guión, en la novela estábamos acostumbrados a escribir páginas y páginas mientras le contábamos al lector lo que pensaba o sentía nuestro personaje, en cambio, en un guión no puedes decir ni lo que piensa ni lo que siente tu personaje, aunque sean aspectos importantes en tu libro, podrás preguntarte ¿Cómo podemos comunicar estas cosas sin siquiera mencionarlas? 

Muy fácil, tienes que hacerte a la idea de que lo que piensan o sienten tus personajes se va a entender a partir de lo que hagan y digan, tú concéntrate en describir sus acciones y en redactar sus diálogos, y el resto va a ser muy obvio. Si por ejemplo en tu libro decías que tu personaje estaba triste y enojado, en el guión pregúntate qué haría tu personaje estando triste y enojado, qué acción ejecutaría, tal vez la describiste en tu novela, tal vez no, si no lo hiciste, tendrás que usar tu imaginación acerca de qué acción o acciones le puedes dar a tu personaje en el guión para que sus pensamientos o sentir resulten evidentes.

Cambio de formato y extensión de la obra:

Sabemos que cuando se trata de libros o novelas, estos pueden tener diversas extensiones, grosores, tamaños o cómo prefieras llamarle, hemos visto libros cortos y largos, libros que rondan las cien páginas y otros que rondan las seiscientas o incluso sobrepasan las mil, podemos concluir que un libro puede ser tan extenso cómo lo desee su autor o autora, pero ¿Qué pasa con los guiones de cine? ¿Podemos darnos el lujo de hacerlos tan extensos cómo una novela?

Para responder las interrogantes anteriores te contaré cómo es que un director o productor de cine puede saber qué tan larga va a ser su película o qué tan largo será el episodio de su serie: Una página de guión equivale a un minuto en pantalla, la regla anterior no me la inventé yo, resulta que esta equivalencia se utiliza en el cine para determinar la duración aproximada de las producciones.

Entonces puedes darte una idea de lo que tendrás que hacer para adaptar tu libro a guión, ya sea que quieras una película o una serie. En mi caso por ejemplo, mi primera novela me salió de seiscientas treinta y siete páginas, así que podrás imaginarte lo que tuve que hacer para adaptar un libro así de gordo en un guión para película de cien páginas con una duración aproximada de una hora con cuarenta minutos (al final el guión me quedó de ciento tres páginas por cierto), tuve que seleccionar, cortar y modificar. 

Y si hipotéticamente hablando mi libro me hubiera salido de ciento y tantas páginas te imaginarás que se hubiera reducido considerablemente la necesidad de seleccionar, cortar y modificar para poder adaptarlo. Y si en vez de un libro corto hubiera adaptado uno de mis cuentos de menos de diez páginas para un guión de cien, entonces te imaginarás que más que cortar o modificar habría que agregar en ese caso. 

De novelista a guionista:

Normalmente cuando tratamos de hacer algo por primera vez tenemos un conflicto interno, por un lado nos sentimos ansiosos y temerosos por lo que pueda pasar, tal vez incluso inseguros, y por el otro lado estamos emocionados de intentarlo y ver qué sucede, así que es normal que si te planteas la posibilidad de incursionar en los guiones cinematográficos siendo novelista te sientas inseguro o insegura sobre si deberías hacerlo o no, ya que en parte quieres, pero en parte te invaden las dudas. 

Si te sientes así te comprendo, yo también me sentí de ese modo cuando quise adaptar mi novela a guión, me sentía insegura porque pensaba que al no tener experiencia no lo haría bien, y a decir verdad creo que no lo empecé a hacer bien hasta que me animé a hacerlo, y no sólo me limité a dar ese paso y escribir las cosas una vez, sino a editarlas incansablemente después, quizás tu te enfrentes a eso, quizás tu primer guión tenga sus fallas, pero hallarás el modo de corregirlas y llevar a la obra a su máximo potencial, pero tienes que intentarlo primero, debes de dejar de tener miedo y sólo hacerlo, y creo que grandes cosas surgirán después de que lo hagas, así que ya no te lo pienses más y empieza a escribir tu guión de cine hoy mismo. 

Conclusión:

Sin más que agregar por el momento espero que el presente contenido te haya sido de utilidad, la próxima semana te compartiré paso a paso y de forma detallada cómo realizar una adaptación fiel alta calidad sobre tu obra para que puedas hacer un guión de tu novela, así que si eso te interesa, espera mi siguiente entrada.  

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¿Cómo aprender a escribir diversos géneros literarios?

Consume géneros variados:

Desde niños se nos ha dicho que debíamos comer de todo, que debíamos saber un poco de todo para poder tener cultura general, se nos ha educado para ser flexibles, capaces de consumir todos los tipos de alimentos y tener conocimientos variados.  Y si lo pensamos, tiene sentido que se nos eduque de ese modo, que nos enseñen a tener flexibilidad en diversas áreas de nuestras vidas, puesto que eso cuenta con muchos beneficios, si comemos de todo (incluso las verduras que no nos gustaban y aún así nos obligaban a comer) nos nutrimos por ello, y si tenemos cultural general, podemos aprovechar los diversos conocimientos que nos da el tenerla. 

Se podría decir que podemos ser flexibles en todas las áreas de nuestras vidas, y la literatura no es la excepción. Así como debemos de comer de todo, y saber un poco de todo, también es bueno que leamos un poco de todo, que nos acerquemos a diversos géneros literarios tanto desde la posición de un lector como la de un escritor.

Por lo tanto, si como escritor o escritora deseas escribir nuevos géneros literarios, comienza por variar las historias que consumes. Ya sea en forma de novelas, películas o series, empieza a leer y ver historias de géneros diferentes a los que estás acostumbrado o acostumbrada a escribir.

Descubre las características del nuevo género que quieres empezar a escribir:

Piensa en un género literario que te gustaría empezar a escribir, luego empieza como lector y espectador y consume historias de ese género, una vez que lo hayas empezado a hacer habrás comenzado con la primera etapa de tu escritura, la cual es el aprendizaje, necesitas empaparte de este nuevo género, aprender cómo es para que lo puedas recrear más adelante.

Parte de estas nuevas historias que estás consumiendo y descríbelas para ti mismo(a), escríbelas en una hoja, cuéntate cómo son esas historias, haz una sinopsis breve donde te comuniques qué es lo que sucede en ellas, y enlista las características que vas descubriendo en las mismas. 

También puede ayudar que no te quedes sólo con un libro o con una película, consume más que eso para que tengas material de comparación, si por ejemplo viste tres películas de suspenso, intenta descubrir qué tienen en común esas tres películas a partir de la información ya recolectada en las sinopsis y en las características que enlistaste, busca patrones, similitudes y diferencias, ya sea sobre los personajes, los conflictos, el worldbuilding, el tiempo de la narrativa, todos los aspectos que se te ocurran pueden resultar de utilidad y te enseñarán muchas cosas. 

Compara el género que sueles escribir con el nuevo género que quieres empezar a escribir:

En esta primera fase de aprendizaje también puede ayudarte que contrastes las características de este nuevo género con las del género que estás acostumbrado (a) a escribir, si por ejemplo escribes ciencia ficción y quieres escribir suspenso, compara todo lo nuevo que estás aprendiendo sobre el suspenso con lo que ya conoces sobre la ciencia ficción. Esto te sirve porque te puede dar una idea de en qué se parecen y en que no, y sabiendo eso será más claro para ti qué cosas en específico que haces para escribir ciencia ficción pueden o no ayudarte a escribir suspenso, te dará una idea de las ventajas y desventajas que tienes al escribir este nuevo género considerando que no lo has hecho anteriormente. 

No te digo que hagas lo anterior para que te desmotives, después de todo siempre tiene que haber una primera vez para hacer cualquier cosa, y no podemos esperar perfección de esa primera vez, así que no te frustres si al poner las cosas en esta perspectiva te sientes insuficiente o inadecuado(a) para experimentar con este nuevo género, ya que sólo viste las ventajas que tienes para que las explotes al máximo, y las desventajas que tienes para que busques mejorar al máximo en esos aspectos, sólo será cuestión de que lo intentes y te dés del tiempo de que las cosas sucedan.  

Determina qué clase de historia deseas escribir:

Anteriormente mencioné que consumiendo historias de un nuevo género que normalmente no consumes, puedes aprender de las mismas para que después pases a escribir las tuyas propias, sin embargo, cabe aclarar que no es lo mismo aprender que imitar, cuando aprendes asimilas un concepto para poder ejecutar una acción por tu propia cuenta y a tu propia manera; en cambio cuando imitas, independientemente de si asimilaste el concepto o no, sólo te limitas a ejecutar la acción exactamente de la misma forma en la que alguien más la hizo ante ti. 

Ahora mismo acabas de ejecutar la primera etapa, la cual es el aprendizaje del nuevo género, bueno, tienes que asegurarte de que en verdad aprendiste, y la forma de hacer eso es pasando a la segunda etapa, a la escritura, comienza a escribir una historia de este nuevo género. Cuando intentamos aplicar un aprendizaje, cómo escribir un género literario distinto, puede que no hayamos aprendido nada de esas otras historias que consumimos, pues terminamos imitándolas, y si ese es el caso debemos cambiar, dejar de imitar y aprender, pues sólo así podremos dar con un producto propio y original. 

Así que mientras te empapes de este nuevo género literario y lo conozcas a través de nuevas obras, no caigas en el error de imitar ciegamente sus características, recuerda que tú tienes un pensamiento crítico, y cómo lector y autor puedes decir si algo te gusta o no de una obra, puede que descubras que muchas historias del mismo género usan ideas repetidas (también llamadas clichés) que no necesariamente encuentras atractivas o te gustan, en estos casos debes ver la forma de corregir estás características y adaptarlas a lo que a ti te gustaría lograr.

O por el contrario, puede que encuentres características que sí te gusten, y en estos casos puedes implementar esas características en tu propia obra, siempre y cuando recuerdes aprender a hacer lo propio, para que así uses tu creatividad para hacer algo nuevo en tu obra, y no te limites a imitar las características de las obras que consumiste. Al final del día, lo importante es que tengas claro qué clase de historia quieres crear, qué conjunto de características propio, nuevo y original deseas darle aprovechando todo lo que sabes. 

Conclusión:

Aprender a escribir un nuevo género puede ser una experiencia emocionante, ya que abre las puertas a grandes posibilidades de nuevas historias, ya sea que las escribas exclusivamente en ese nuevo género, o incluso decidas combinarlo con otro que ya conoces. Desafortunadamente, esta emocionante experiencia también puede sentirse abrumadora debido a los miedos, inseguridades y ansiedad que puedan surgir al hacer una actividad que nunca antes hemos hecho por primera vez, sin embargo, todo puede salir bien siempre y cuando sigas las dos fases del proceso: 

Aprender, que es consumir historias del nuevo género literario en varias obras (ya sean libros, series o películas) para asimilar todas las cosas nuevas que tienen que ofrecer; y escribir tu propia historia, sin caer en el error de limitar tu potencial por imitar las historias que consumiste previamente, en vez de ello, tienes que aprender de las mismas para hacer las tuyas propias, saber qué té gustó para que lo puedas incluso superar, y qué no te gustó para descartarlo por completo. Y sobre todo, debes recordar ser paciente contigo mismo(a) y disfrutar de tu proceso, pues estás escribiendo, y después de todo, te gusta escribir. 

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¿Cómo escribir el conflicto de mi historia?

La importancia del conflicto:

Toda historia, no importa si se trata de un cuento, novela, fábula o guión se caracteriza porque debe de incluir un conflicto, de lo contrario no será lo suficientemente buena, y es que no importará mucho si tiene buenos personajes o un gran worldbuilding, puesto que lo que caracteriza a una buena propuesta en la historia es aquella que se alimenta en el conflicto, que se desenvuelve en el explosivo desastre, pues sólo así tiene la oportunidad de capturar la atención del lector o espectador hasta el final y de transmitir un mensaje. 

Tenemos que ser sinceros, nos guste o no como seres humanos somos seres entrometidos y nos metemos donde no nos llaman aunque no nos incumba, queremos saber sobre acontecimientos que no nos afectan directamente, pues nuestra curiosidad nos doblega cuando se trata de drama, y es que también somos muy dramáticos, nos la pasamos haciendo dramas por todo, y por supuesto no podemos dejar de prestar atención a los dramas de las personas que nos rodean.

Y claro está, también nos sumergimos en los dramas de personas inexistentes, sólo piénsalo, cuántos libros, cuentos, fábulas, mitos, leyendas, películas, videojuegos no has consumido en los que los personajes tienen uno o más problemas que resolver, ¿No te parece que son los problemas y el drama lo que hace interesante una historia? ¿Lo que capta nuestra atención?

De ahí la importancia del conflicto, a los seres humanos nos aburre leer un libro o ver una película en la que nada pase, donde los personajes sean perfectos, tengan vidas perfectas y no se vean afligidos por ningún problema en lo absoluto, nosotros nos emocionamos con todo lo contrario, queremos ver cómo los problemas explotan, queremos contemplar desastres, interesarnos en el conflicto, fascinarnos por el caos.

O tal vez nos atrae porque sería demasiado insoportable para nosotros, personas que vivimos rodeadas de problemas todos los días, ver la historia de alguien que no tiene ninguno, ya que al no reflejarnos en el personaje, no podemos desarrollar empatía hacia este, ni mucho menos interés, lo que sería como tener una utopía de una vida humana en la que ninguno de nosotros nos interesamos. 

Tipos de conflicto:

Son muchas las cosas que pueden ser categorizadas cuando se trata de historias, una de ellas es el conflicto, ya que al igual que los problemas son diversos y pueden adoptar muchas formas, pueden ser conflictos grandes o pequeños, cortos, o prolongados, así como tener numerosas causas y soluciones posibles, claro está, mientras más le cueste al personaje alcanzar una de esas soluciones, más realista y orgánico se sentirá, del mismo modo también puede implicar más emoción. A continuación te presentaré una pequeña categorización que hice de los conflictos que puedes incluir en tu historia. 

Conflicto relacionado con el worldbuilding:

¿Alguna vez has apilado piezas de dominó sólo para tirar la de un extremo y hacer que todas las demás se caigan también? ¿No te gusta ese efecto dominó? Comienzas por acomodar las piezas sobre la mesa, colocándolas en la posición perfecta y asegurándote de que no estén ni muy juntas ni muy separadas, tal vez incluso dibujas una figura con el camino que recorren las piezas, luego cuando todo se ve perfecto tiras la primer pieza y derribas todas las demás en un instante. ¿No es divertido verlas caer?

Bueno, ahora imagina, que colocar las piezas sobre la mesa es hacer tu worldbuilding, pero tu worldbuilding tiene una falla, esa falla es la pieza que tiras después para crear ese efecto dominó, supongamos que sólo tú conoces la ubicación de esa pieza y sólo tú puedes hacerla caer, pero si se cae todo tu worldbuilding muere.

Tal vez ya no sientas tanta emoción de hacer ese efecto dominó, pues te tengo buenas noticias, tienes a un montón de personajes que trabajarán para ti para evitar que esa pieza se caiga, ahí tienes tu conflicto. Te lo acabo de plantear con esta analogía porque me pareció que podíamos explicar este tipo de conflicto tan complejo de la forma más sencilla del mundo.

Cuando quieras trabajar con este tipo de conflicto sólo recuerda que es tan simple como jugar con piezas de dominó: Primero haz tu worldbuilding, coloca una falla secreta, algo que pueda hacer colapsar tu mundo, ya sea en el ámbito social, político, económico, o simplemente provoque una destrucción total de tu mundo; luego plantea posibles soluciones; coloca a tus personajes en un contexto en el cual les des a conocer dichas soluciones, y deja que ellos hagan el resto, ellos se asegurarán de que la historia se vaya contando de forma interesante y emocionante mientras intentan resolver el conflicto que les diste.

Conflicto relacionado con el protagonista:

Pasemos a los conflictos que involucran a los personajes, en este caso también podríamos aplicar la analogía del efecto dominó: Poner una falla que pueda colapsar la vida de tu personaje (en cualquier aspecto que se te ocurra), plantear soluciones posibles, contextualizar al personaje para que las conozca, y posteriormente dejarle el trabajo de solucionar el conflicto que le planteaste. Esto si lo ponemos de forma muy simple.

Otra forma en la que puedes abordar un conflicto relacionado con tu protagonista, es simplemente hacerte la pregunta ¿Qué problema le voy a dar? Es simple, estamos familiarizados con los problemas, después de todo los hemos tenido por montones durante toda la vida, así que sólo piensa en algún problema que te llame la atención ver cómo se resuelve, puedes tomar inspiración de problemas que hayas experimentado, o visto a otros experimentar (en cuyos casos puedes adaptarlos o dejarlos igual a cómo ocurrieron en la vida real) o simplemente inventarlos, y ver a dónde lleva a tus personajes. 

Conflicto relacionado con el antagonista o villano:

Este es un tipo de conflicto muy interesante, ya que aquí no hablamos de qué genera el conflicto, sino de quién, y cuando la causa del conflicto que tus personajes tienen que resolver es otro personaje, puede ser aún más emocionante porque tendrás que dejar que tu antagonista o villano sea él/ella mismo(a) y luche por hacer que el conflicto permanezca o empeore mientras que tus otros personajes intentan evitarlo, lo cual se podría ver como una carrera por quién logra arruinar o resolver las cosas primero. 

El conflicto relacionado con el antagonista o villano también puede estar conectado a un conflicto de worldbuilding, en este caso imagina que la pieza que provoca el efecto de dominó que hace colapsar a tu mundo es el personaje antagónico o el villano en sí. De modo que tus personajes tendrán que arreglar el problema, ya sea impidiéndole al antagonista o villano de hacer colapsar al mundo, o deteniéndolo y corrigiendo el daño causado en caso de que ya lo haya hecho. 

El conflicto principal y los conflictos secundarios:

A lo largo de nuestras vidas nos hemos topado con problemas que han tenido diversas duraciones, a veces duró unas horas, otras veces duró meses o años hasta que finalmente se resolvió, y si recordamos nuestros problemas está claro que recordaremos como problemas grandes a aquellos que duraron mucho y como problemas pequeños a aquellos que duraron poco, bueno, lo mismo pasa en las historias ficticias.

Cuando trabajes una historia puedes generar los conflictos como una serie de problemas, en donde tus personajes resuelven un problema, y luego tienen otro que resolver, lo resuelven, llega uno nuevo, y así sucesivamente. Imagina que tus personajes tienen un problema grande que resuelven hasta el final de la historia, y también otros problemas más pequeños que van resolviendo en el camino que recorren antes de llegar al final.

En este caso estaríamos hablando de un conflicto principal (el problema grande que se resuelve al final), y un conjunto de conflictos secundarios (los problemas pequeños que se resuelven durante la historia), a decir verdad la gran mayoría de historias manejan la fórmula anterior, en vez de simplemente poner un único conflicto, al final del día depende de ti de cómo lo quieras manejar, pero toma en cuenta de que conflictos secundarios ayudan a mantener el interés del lector o espectador, especialmente cuando se trata de historias más extensas donde el conflicto principal toma más tiempo en resolverse. 

Conclusión:

El conflicto es importante porque va a ser el gancho que haga que tu lector o espectador siga tu historia hasta el final, ya que no sólo genera el drama y la emoción que atrae a los humanos como abejas a la miel, sino que también le da propósitos a tus personajes y hace que sea más fácil conectar con ellos, puesto que les estás dando una meta que consiste en superar uno o varios obstáculos para lograr algo, lo cual no es sólo interesante, sino que también puede resultar inspirador, y lo puedes aprovechar también para enseñar muchas cosas a través de tu historia, así que disfruta tu proceso de crear y resolver conflictos, podrá resultar laborioso y agotador a veces, pero ayudará mucho a tu historia y a las personas que más tarde la terminarán consumiendo. 

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¿Cómo comenzar a escribir mi worldbuilding?

¿Qué es el worldbuilding?

La palabra worldbuilding, viene del inglés y significa literalmente “construcción del mundo”. Worldbuilding es además un término que se utiliza en el mundo de la literatura para designar a todo el proceso que conlleva la creación creativa de un mundo donde acontece una historia ficticia. 

Dicha historia puede provenir de una novela, cuento, guión, o cualquier otro medio escrito del storytelling (el storytelling es otro término en inglés que significa literalmente “contando una historia”, por lo que designa a un medio que tenga cómo función contar una historia).

Vivimos en un mundo repleto de historias que son consumidas por medio de libros, películas, videojuegos y otros medios de entretenimiento, y todos narran historias que son productos de la imaginación humana, por consiguiente nos dan también nuevos mundos para explorar, ya que toda historia proviene de un mundo particular.

La importancia del worldbuilding:

Para comprender mejor el papel del mundo de la historia, plantearé una analogía historia-obra teatral: Contar una historia es cómo presentar una obra de teatro ante un público, y la obra de teatro no se trata sólo de contar una serie de acontecimientos, sino también de crear una atmósfera para los mismos.

Supongamos que tienes a tus personajes actuando frente a la audiencia, pero no les diste utilería, ni el vestuario o maquillaje acordes al contexto que están actuando, tampoco hay escenografía, por lo que el espectador no puede ver en dónde están los personajes a los que ven. Si bien, la actuación de los personajes puede dar una idea de dónde se encuentran, no están presentes los elementos que dan la atmósfera de la historia.

Podemos afirmar que contar una historia sin un mundo, es equivalente a querer presentar una obra teatral sin escenografía, utilería, vestuario ni maquillaje, sin atmósfera básicamente. Es por lo anterior que el crear la atmósfera es tan importante, puesto que le da un contexto a los personajes y a las situaciones a las cuales se enfrentan, además de que ocasionalmente los conflictos a resolver tienen relación con el mundo en el que están planteados, no únicamente con los personajes en sí. 

El worldbuilding implica también que tienes la responsabilidad de construir un mundo desde cero en todos sus aspectos: Hacer una sociedad, darles alguna religión, implantarles un sistema de creencias, determinar sistemas políticos y económicos que funcionen dentro del mundo, y en términos generales una atmósfera completa para tu historia.

Es por todo lo anterior que te invito a dedicar el tiempo justo y suficiente para el proceso de creación del mundo de tu historia, ya que es lo que transporta al lector a las aventuras que le cuentas, las personas recuerdan las historias que consumen principalmente por los mundos que presentan, estos son el gancho, lo que los cautiva, lo que atrapa su atención.

¿Por dónde comenzar?

A la hora de trabajar en tu worldbuilding te darás cuenta de que el flujo de tus ideas no necesariamente tendrá un orden en específico, es decir: Las cosas se te irán ocurriendo en desorden, tú tendrás que ordenarlo todo después. Ya que el worldbuilding no tiene un orden específico, no hay una lista de pasos a seguir, tú los tienes que ir formulando en la marcha.

Así que no te claves con un orden, si tú por ejemplo quieres trabajar los aspectos políticos y luego los sociales, tal vez se te ocurra las cosas al revés, así que ¿Qué te recomiendo que hagas? Toma notas de tus ideas como vayan llegando para evitar que se te olviden, y cuando tengas los aspectos políticos y sociales, los ordenas cada uno por un lado y si quieres trabajar con los sociales primero lo haces. 

Durante el proceso es posible que te sientas abrumado(a) por la cantidad de aspectos que quieres abordar y la cantidad excesiva o escasa de ideas que vayas generando, no te preocupes, es completamente normal que te sientas así, tal vez incluso te bloquees.

Si te llegas a abrumar o a bloquear, yo te recomiendo que no seas tan crítico contigo mismo(a), piensa que todas tus ideas son válidas y pueden ser útiles, así que no las descartes en un ataque de perfeccionismo o de preocupación por qué no encajen unas con las otras, lo que debes hacer es registrar cada idea, ya habrá tiempo de elegirlas y descartarlas cómo mejor convenga. 

¿Cómo seleccionar mis ideas para el worldbuilding?

Todos tenemos cientos de ideas todos los días, sin embargo, no todas ellas nos llaman la atención o resultan en acciones, a veces se quedan en simples pensamientos con los que nunca hacemos nada. Algo muy similar ocurre cuando estamos trabajando en el worldbuilding de nuestra historia, podremos tener un millón de ideas, pero de ese millón solo utilizamos una pequeña parte. La cuestión es ¿Cómo decidimos sobre cuáles ideas trabajar y cuáles dejarlas como simples pensamientos en nuestra mente? 

Existen dos posibles aproximaciones para determinar la respuesta a dicha pregunta, la primera consiste en enlistarlas todas, escribe todas las ideas que se te ocurran para tu worldbuilding, no importa qué tan descabelladas puedan sonar o si crees que unas no encajan con las otras, solo enlístalas para tenerlas todas presentes, luego trabaja cada una de forma superficial, es decir, si por ejemplo una de tus ideas fue que en tu mundo de fantasía haya dragones, tan solo responde en unas pocas líneas ¿Qué harían dichas criaturas en este mundo? ¿De qué te sirven? ¿Qué te gustaría hacer con ellas? No hace falta que escribas una justificación de diez páginas sobre la idea de poner dragones en tu historia, sólo responde qué harías con estos dragones en unos pocos renglones.

Repite el paso anterior con todas tus ideas, y ya que hayas recolectado toda esta información sobre qué podrías hacer con las ideas que se te ocurrieron, procede a tratar de unirlas unas con otras, ahora es el momento de que veas qué encaja con qué, o qué no encaja, y con las ideas que al final no encajen tienes dos opciones: O la eliminas o haces modificaciones, ya sea a la idea que no encaja con el resto, o a las ideas con las que quieres que encaje está idea que desencajó.

Haz esto con todas las ideas, al final tendrás una especie de rompecabezas de ideas, este será el esqueleto de tu worldbuilding, una vez que lo tengas ya podrás explayarte más con todas tus ideas para continuar armando tu mundo. 

Sobre la investigación:

Otro aspecto importante sobre tu worldbuilding es la investigación, todos hemos investigado cosas a lo largo de nuestras vidas, desde que las tareas escolares que nos dejaban hasta las preguntas curiosas que tenemos en nuestro día a día, vivimos en la era de la información, contamos con múltiples medios de comunicación y estamos en un constante intercambio de ideas y conceptos, es por todo lo anterior que es normal e incluso natural para nosotros investigar cosas, puesto que no es nada a lo que no estemos acostumbrados.

Entonces, investigar para nuestro worldbuilding debería ser relativamente sencillo, así que hay que pensarlo como un proceso de buscar información de nuestro interés que esté relacionada a las ideas que hemos planteado inicialmente, después de todo tenemos todos los recursos a nuestra disposición: Revistas, noticias, artículos de divulgación científica, documentales, sitios web, vídeos, entre muchos más.

Ahora podrás preguntarte: ¿Qué tanto tenemos que investigar? Bueno, eso depende, si por ejemplo escribes ciencia ficción, podrías basarte en el subgénero para tomar la decisión: ¿Es ciencia ficción blanda? Entonces tú investigación no tiene que ser tan profunda porque la mayor parte de la información es contenido de fantasía, y sólo una mínima parte es ciencia real; por el contrario: ¿Es ciencia ficción dura? Entonces tú investigación deberá ser más profunda porque la mayor parte de la información es ciencia real, y sólo una mínima parte es contenido de fantasía.

O simplemente podrías partir de las preguntas: ¿Qué tanto me interesa investigar? ¿Qué tanto me llaman la atención estos temas? ¿Me gustaría usar más de esta información para construir mi mundo? Una vez que hayas determinado esto y terminando de recolectar toda la información que deseas, puedes proseguir seleccionando tus ideas, recuerda que es posible que no utilices absolutamente toda la información que hayas investigado, al igual que tal vez no utilizaste absolutamente todas las ideas que se te habían ocurrido, así que sólo sigue tres simples pasos con la información: Investiga, comprende y selecciona.

Ahora, sé que dije que investigar era relativamente sencillo, sin embargo, te estaría mintiendo si no te mencionara que también puede resultar bastante complejo, ya que dependemos de un cierto nivel de comprensión para poder trabajar con la información que vamos absorbiendo de diferentes fuentes, debo admitir que cuando trabajé mi universo de ciencia ficción y decidí cambiar la ciencia ficción blanda por una historia con más contenido científico (que por cierto me obligó a replantearme todo mi universo y editarlo exhaustivamente), tuve que investigar mucho más y hubo momentos malos en los que me sentía abrumada por tanta ciencia, no entendía muchas cosas y no tenía idea de cómo unir todas las ideas que tenía y el contenido que iba investigando.

Por lo tanto, me gustaría decirte que es normal que durante la investigación, sientas abrumación, confusión, cansancio o frustración, sólo recuerda que el punto de todo esto es disfrutar por lo menos la mayor parte, si hablas de ciertos temas es porque te interesa, así que no deberías sufrir de sobremanera durante tu investigación, si en algún momento sientes que es demasiado el malestar que te provoca, tal vez deberías replantearte las posibilidades o de no investigar tan a fondo, o de modificar tus temas para encaminarte a otra dirección que te guste.  

Conclusión:

Finalmente el worldbuilding es un proceso que implica hacer una lluvia de ideas, una investigación, y al final una selección masiva de contenido en la que buscas armar el rompecabezas de tu mundo o universo. Es un proceso que si bien, puede resultar largo, complicado, y laborioso, vale la pena cada segundo que inviertas en él, vélo como una inversión para tu historia, incluso si gastas mucho tiempo en elementos que al final decides no utilizar, o el resultado que vayas obteniendo no te convence del todo, tú ten presente que todo se puede corregir en todo momento.

Personalmente, yo duré cerca de un año trabajando en el worldbuilding de mi primer libro de ciencia ficción, y más adelante luego de unos borradores de mis primeros tres libros, hice una edición exhaustiva y profunda del mismo, en la que corregí partes que no embonaban del todo con el resto, agregué elementos y mejoré todo lo que vi como oportunidades para que fuera aún mejor.

Así que tómate el tiempo que necesites, complícate todo lo que tengas que complicarte para trabajarlo, y perfecciónalo tanto como desees. Cómo decía mi antíguo profesor de artes marciales: “Todo se puede mejorar”.

Así que si no todo sale bien, corrígelo, y si no te satisface del todo y crees que podría ser mejor, mejóralo, recuerda que hacer el worldbuilding es como hacer una escultura, puedes agregar, quitar, y modelar el material a tu gusto para crear la forma con la que tanto soñaste, así que disfrútalo, porque es la parte más divertida de hacer una historia.

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¿Cuáles son los tipos de personajes que existen?

Introducción:

¿Qué son los personajes? Aquellos seres que nos provocan montañas rusas de emociones, individuos a los cuales llegamos a amar y a odiar, dependiendo del momento de la historia donde los vemos. La mayoría de las historias que consumimos por medio de libros, cuentos, películas, videojuegos y otros medios de entretenimiento contienen personajes.

¿Por qué? Porque somos seres humanos, vivimos en un constante intercambio de ideas y emociones, tenemos la tendencia a identificarnos con otros, a sentir empatía, y a tener respuestas emocionales ante otras personas, es por ello que queremos hacerlo también a través de medios de entretenimiento, y es ahí cuando comenzamos a mirar a los personajes de las historias que consumimos como si solo fueran más “personas” en nuestra vida cotidiana. 

El personaje nos llama la atención porque es natural que un ser humano se interese en otro (y esto aplica también para los personajes no humanos físicamente, ya que psicológicamente tienden a estar humanizados, por eso se siguen llamando: personajes); posterior al interés inicial, nos quedamos con el personaje porque desarrollamos interés en este. Dentro de este contexto el reto de los escritores es crear un ser humano, darle una historia, y hacer que un lector desarrolle el suficiente interés en continuar leyéndola. 

Considerando lo anterior es justo afirmar que los personajes constituyen los elementos más importantes dentro de toda la historia, ya que sin ellos, es complicado imaginar una historia para empezar. Los personajes también son clasificables, ya que al igual que las personas, hay diversos tipos, y a continuación te los voy a presentar. 

Tipos de personajes:

Protagonista:

Cómo su mismo nombre lo indica, es el personaje principal, el más importante de todos, tan importante que toda la historia gira en torno al mismo. A la hora de crear al personaje protagonista, es necesario pensar en la perspectiva de la historia misma, la perspectiva es el punto a partir del cual se observa o explica algo, se podría definir en palabras más simples como el punto de vista.

El punto de vista depende del sujeto, su personalidad, y por supuesto su contexto; dichos aspectos son las cosas en las que debes pensar al momento de crear a un personaje protagonista, ya que serán tu punto de partida, y te darán la perspectiva a partir de la cual contarás tu historia.

Tomemos como ejemplo una historia sobre un homicidio, no es lo mismo contarla desde la perspectiva del homicida, que de la víctima, si bien los hechos son los mismos porque al final alguien muere, en la primera opción muestras a un personaje capaz de matar, con motivaciones que podrían ser oscuras; mientras que en el segundo caso, muestras a un personaje que intenta huir de la muerte y salvar su propia vida. 

Entonces si estás comenzando a escribir una historia, puedes comenzar por los hechos y luego con el personaje protagonista: Piensa primero en la historia general que quieras contar, qué es lo primero que quieras que pase, como un homicidio por ejemplo, luego piensa en desde qué punto de vista quieres contar esa historia, y eso te dará una idea de la personalidad que le quieres dar a tu protagonista, después de todo, tu historia girará en torno a este.

Secundario:

Dentro de una historia están los hechos y los personajes, resulta que hay una gran conexión entre ambos, lo segundo corresponde a las necesidades de lo primero, es decir, dependiendo de lo que quieras que pase en tu historia, configuras al personaje para que haga las cosas que necesitas, o mejor dicho, las que la historia necesita.

Como ya lo sabes, el personaje protagónico tiene una meta que cumplir dentro de la historia, es su objetivo principal, ahora pregúntate ¿Cuál es el objetivo principal del personaje secundario dentro de la historia? Generalmente, el secundario ayuda al protagonista a alcanzar su meta, por lo que tendrá objetivos más pequeños que le permitan ayudar al protagonista.

Sin embargo, el personaje no se limita a ser una ayuda o soporte, si bien jerárquicamente le siguen en importancia al protagonista, siguen siendo importantes, por lo que también pueden y tendrán sus objetivos personales. En la creación de todos los personajes, se trabajan los hechos y las personalidades de los personajes de forma simultánea, ambos lados necesitan del otro para continuar, así que pregúntate cuáles son las necesidades de cada uno: ¿Qué necesita la historia de tu personaje? y ¿Qué necesita tu personaje de la historia? Ambas preguntas te ayudarán a plantear los hechos que vas a narrar y las personalidades de tus personajes. 

Antagonista:

Los personajes antagónicos son tan interesantes como los protagonistas o los secundarios, y al igual que estos últimos, los antagonistas también tienen sus objetivos dentro de la historia, así como una función en la misma Comencemos por explicar la función principal del antagonista, esta es: Hacer la historia más interesante todavía, es por lo anterior que no debemos caer en el error de subestimar este tipo de personaje, pues sin ellos no habría una historia que contar en primer lugar, al menos no una que valga la pena. 

¿Por qué digo esto? Porque a los seres humanos nos gusta el drama por naturaleza, somos seres emocionales, exagerados, y dramáticos, tenemos vidas complicadas, y cuando vemos eso en un personaje es más fácil conectar emocionalmente con el mismo e identificarnos, bueno, el antagonista facilita que esto suceda, ya que es gracias a este que conectamos con el protagonista, y en ocasiones, incluso con el antagonista en sí, ya que a veces son personajes muy carismáticos.  

Sólo piénsalo: A nadie le gusta una historia donde el protagonista siempre gane, y obtenga todo lo que quiera y se proponga sin esfuerzo, queremos ver que le cueste, que luche por alcanzar sus objetivos, queremos ver drama, queremos algo que nos emocione, y el antagonista es lo que nos da eso gracias a los objetivos que tiene dentro de la historia. 

¿Y cuáles son esos objetivos? Evitar que el protagonista cumpla los suyos, básicamente actúan como obstáculo, esto porque sus valores, ética, moral y metas entran en conflicto, ya que son opuestos al protagonista, así que una forma de pensar en tu antagonista es cómo en la antítesis de tu protagonista, la forma de complicarle la vida al mismo y traer drama y emoción a la historia. Por último, algo importante a tomar en cuenta, es que si bien el antagonista tiende a confundirse con el villano, en realidad no son lo mismo. 

Villano:

¿Cuál es la diferencia entre el antagonista y el villano? Que no todos los antagonistas son villanos, pero todos los villanos son antagonistas. Lo sé, la primera vez suena confuso, pero se puede entender de una forma más simple: Un villano es solamente un antagonista malo. 

¿Y qué definimos como malvado? Mentalidad, actitudes y comportamientos que cuando se analizan de forma ética o moral o simple y sencillamente desde los valores universales, resultan ser aspectos negativos, y por ende se entienden como malos. Por ejemplo, sabemos que robar, secuestrar, matar, o atentar de algún modo contra los derechos humanos es malo pues va en contra de lo que socialmente hemos construido como bueno, además de que instintivamente nos produce una sensación incómoda y de rechazo. 

Bueno, pues el villano va a ir en contra de esto, va a pensar, decir, y hacer cosas malas, tanto por ser un obstáculo para el protagonista como por gusto. Por ejemplo, digamos que tenemos una historia de misterio que trata de un detective que tiene que resolver un caso de homicidio, no sería lo mismo tener un personaje burócrata que le estorba al detective para que haga su trabajo; a un asesino en serie que deliberadamente sabotea su investigación para salir impune y continuar matando. 

En el primer caso estaríamos hablando de un personaje antagónico no villano, porque sus motivaciones no son hacerle la vida imposible al protagonista, sino sólo seguir trámites y procesos preestablecidos que terminan afectando al protagonista, pero su intención no podría ser considerada malvada, porque es sólo una persona haciendo su trabajo. En cambio, en el segundo caso hablamos de un personaje cuyas motivaciones son querer seguir matando sin recibir castigo alguno, si analizamos esto desde una perspectiva moral y ética, sí puede considerarse malvado, por ende, este antagonista sí sería un villano. La diferencia esencial entre uno y otro es básicamente la siguiente: Mientras que el antagonista no es necesariamente malvado en la historia, el villano sí lo es. 

Ahora con esto, algo importante a considerar es que la construcción de tu villano puede tomar dos caminos: O lo haces cien por ciento malvado, o lo haces humano (y de paso más realista), un humano tiene tanto su lado positivo como negativo, virtudes y defectos, puedes traducir eso en tu villano y hacerlo un personaje malvado en el aspecto en el que obstaculiza al protagonista, pero dotarlo también de su lado amable,

¿Cuál de las dos cosas deberías de hacer? Lo que tú quieras, si quieres un villano completamente malvado podrías encontrar el modo de justificarlo (es decir, explicar congruentemente el origen de su naturaleza malvada), o por el contrario, si quieres que sea un personaje con el que tu lector pueda empatizar o identificarse, puedes seguir el camino de hacerlo malvado, pero no del todo. 

Incidental o Ambiental:

Los personajes incidentales o ambientales son aquellos que básicamente sólo están de fondo, si bien están presentes, no tienen una participación en la historia que genere un peso muy grande en los acontecimientos de la misma. La creación de personajes ambientales es más para añadir contexto al mundo donde ocurre la historia, si por ejemplo hacemos una historia ambientada en la década de los sesentas, hay que preguntarse ¿Cómo pensaba la gente de esa época? ¿Cómo se comportaba? ¿Cómo eran? Y luego escribir sobre personas de los sesentas. 

En base a la respuesta a estas preguntas podemos generar personajes ambientales que sean congruentes con el contexto que estamos planteando, por ejemplo, digamos que es una historia de fantasía ambientada en la época medieval, ¿Qué sabemos sobre el medievo? Que eran tiempos en los que todavía no ocurría la revolución industrial, no existían las tecnologías que hoy existen, por lo que la comunicación, el transporte y el estilo de vida en general era muy diferente al de hoy, esto parecería que sólo nos habla del Worldbuilding (Construcción del mundo de la historia), sin embargo, también es una mina de información para crear a los personajes, lo cual incluye a los ambientales.

Volviendo al ejemplo del medievo, ¿Cómo serían los personajes de esa época, tomando en cuenta lo que sabemos de la misma? Bueno, como la ciencia es relativamente nueva, los personajes desconfiarían de la misma, al no conocerla como actualmente la conocemos, y tendrían un sistema de creencias basado en la religión, y/o las supersticiones.

Lo anterior te ayudará a formular las personalidades de los personaje ambientales, pues a pesar de que sólo se ven superficialmente, contribuyen al entorno que rodea a los personajes más importantes, además, estos ocasionalmente tienen pequeñas interacciones con los mismos, y son estas pequeñas apariciones las que demuestran dichas personalidades, por lo que este tipo de personajes ayudan a explicar cómo es el lugar que se describe, y reforzar la idea del mundo que se está presentando ante el lector. 

Este tipo de personajes también puede funcionar como recursos narrativos o simbólicos, pudiendo representar cosas como figuras de autoridad, fenómenos o eventos, o incluso conceptos abstractos como la imaginación, la vida y la muerte, o cualquier otro que se te pueda ocurrir. 

Evocado:

Son personajes que nunca aparecen en ninguna escena en tiempo presente, sólo son mencionados, como todo personaje, es congruente con su contexto, es decir, pertenece al mundo en el que se plantea; también se parece al personaje ambiental por la poca presencia con la que cuenta dentro de la historia, aunque podría tener incluso más peso que cualquier personaje ambiental si así se desea. 

Estos personajes hacen acto de presencia por medio de menciones de otros personajes, recuerdos, o flashbacks. Un ejemplo de personaje evocado, sería un personaje que ya está muerto y del cual otro personaje se está acordando, o bien un personaje que se menciona constantemente, pero que por algún motivo nunca aparece. 

Si bien puede tener muy pocas menciones, también puede servir como un recurso narrativo o simbólico que ayude a dirigir la historia en una determinada dirección, supongamos que al protagonista se le murió alguien, y debido a que quiere cumplir el último deseo de su ser querido difunto, es que hace todo lo que lo vemos hacer a lo largo de la historia, este sería un caso en el que un personaje al que nunca hemos visto aparecer siquiera, sea la causa de todo lo que suceda dentro de la historia. 

Realmente este tipo de personajes son opcionales, los puedes utilizar si así lo deseas, pero siempre intentando que aportes algo a la historia con los mismos, también puedes hacer que un personaje en específico sea sólo de tipo evocado durante una parte de tu historia para añadir misterio e intriga, y luego incluirlo más adelante como a cualquier otro personaje. 

Paranormal:

Para empezar ¿Qué es lo paranormal? Lo paranormal hace referencia a aquellos fenómenos que no pueden ser explicados por ninguna disciplina científica, no tienen una razón lógica de ser y no son eventos naturales, ni mucho menos normales. Podemos encontrar referencias a cosas, seres, y eventos de este tipo en mitos o leyendas urbanas que tratan sobre fenómenos sobrenaturales. 

Comúnmente tienen una asociación con cosas que son consideradas malignas como la figura del diablo o el infierno, otros ejemplos de este tipo de personajes son: Muertos vivientes, vampiros, demonios, fantasmas, y otros mounstros. Es debido a lo anterior que es un tipo de personaje que se pueden utilizar en la fantasía y el horror, el horror es un género literario que busca generar miedo en el espectador a partir de cosas sobrenaturales o paranormales, cabe mencionar que no es lo mismo que el terror, ya que el terror busca generar miedo, pero a partir de cosas más realistas o humanas. 

Héroe:

El héroe consiste en un tipo de personaje proveniente del género literario épico, dicho género en la antigüedad era parte de la tradición oral, las cuales podían ser o una epopeya o un cantar de gesta. Por un lado, la epopeya era el género más antiguo, solía ser escrito en verso para ser cantados por rapsodas y aedos, quienes narraban historias que hablaban sobre las hazañas de héroes míticos con cualidades sobrehumanas, quienes pasaban por dificultades sobrenaturales, el héroe se distinguía además por ser conocido por adjetivos que resaltaban sus virtudes, así como por tener valores imperantes de su cultura. 

El cantar de gesta por su parte fue parte de la tradición medieval, eran escritos en lenguas romances y germánicas, solían ser cantados por juglares, quienes narraban las hazañas de héroes o caballeros medievales que también contaban con cualidades sobrehumanas superiores a las de los demás mortales, el cantar de gesta además presentaba elementos religiosos del cristianismo. 

Actualmente el género literario épico puede ser novela, cuento o fábula, en esta historia también predomina la presencia de un héroe. Si tuviéramos que definir al personaje del héroe podríamos decir que consiste en  un individuo de ética y moral impecable cuya función consiste en hacer el bien dentro de su historia, así como priorizar el bien común sobre el bien propio, ser abnegado y empático, más que un personaje realista y humanizado (al tener tanto virtudes como defectos) podríamos decir que el héroe es la representación de una idealización del ser humano.

Antihéroe:

Ya que sabemos lo que es un héroe, es momento de pasar al antihéroe, que cómo su mismo nombre lo indica, es muy diferente al héroe, mientras que el héroe es una idealización del ser humano que se centra en engrandecer las virtudes y todos los aspectos positivos del personaje mismo en general, el antihéroe no es una figura idealizada, sino un personaje más realista.

Me explico, como ya mencioné, un personaje realista tiene virtudes y defectos, ya que así es cómo somos los seres humanos, sin embargo, el héroe es algo así como un súper humano al solo tener un lado positivo, por el contrario, el antihéroe tiene tanto su lado positivo como su lado negativo. 

Es por lo anterior que el antihéroe no cumple con todas las características para ser considerado un héroe clásico, por lo tanto su brújula ética y moral es imperfecta, es un personaje que se rige por sus propias reglas en lugar de cumplir con todos los valores universales, se podría decir que es un personaje que está a medio camino entre un héroe y un villano, lo que le da un rol particular dentro de la historia y hace que se preste para ser un personaje que recibe diferentes reacciones por parte de los lectores, ya que tiende a ser controversial. 

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¿Qué es la ciencia ficción?

Definiendo el género:

La ciencia ficción es la perfecta combinación de ciencia y fantasía, permite a quien no es científico ni es completamente autor de fantasía, generar algo único en medio de ambos extremos. Para comprender mejor lo que es, comencemos por definir ambos extremos: La ciencia es el producto de un arduo proceso de hipótesis, investigación, experimentación y comprobación para dar con el conocimiento que explica el porqué y el cómo de los fenómenos universales, a veces se queda en simples teorías al no pasar por la fase de comprobación, sin embargo, sigue resultando en información valiosa, que se vuelve objeto de estudio indefinidamente.

La fantasía por otro lado, y es aquí cuando las cosas se vuelven interesantes, es producto de la simple imaginación, básicamente podríamos decir que abarca todo lo que no es la ciencia, no tiene que ser posible o verídico, y de hecho eso es lo que caracteriza al género fantástico, no es real más allá de la mente humana, puede venir de la mitología o de las leyendas urbanas, que cómo sus mismos nombres los indica, carecen de comprobación científica que los avalen como hechos reales, o simplemente de un curioso paraje de la mente del autor.

Mientras que la ciencia se enfoca en la realidad, y se hace con la predominancia del hemisferio izquierdo cerebral, que sigue métodos específicos, reglas, y habla un lenguaje binario que entiende las respuestas como correctas o incorrectas, por no mencionar los años de estudio profesional que implica detrás; con la fantasía ocurre todo lo contrario, no hay respuestas correctas o incorrectas, cualquier cosa que decida la imaginación y caos del creativo hemisferio derecho cerebral está bien.

La ciencia ficción entonces, es la unión de elementos de ambos extremos, de la estricta ciencia, y la desenfrenada fantasía, en una medida particular donde cada historia genera su propio balance de ambas cosas.

¿Cómo se mezclan la ciencia y la fantasía?

Pareciera que hablamos de dos extremos opuestos, pero la razón por la que se complementan es porque la fantasía explicará todo lo que la ciencia incluida en la historia no pueda explicar, y  viceversa: la ciencia explicará todo lo que la fantasía no pueda explicar.

Tipos de ciencia ficción:

¿Entonces cómo es que la ciencia y la ficción, estos dos extremos tan contrarios se atraen como si fueran un enlace iónico que junta energía negativa y positiva de forma funcional? Hay una explicación muy sencilla que de hecho funciona al mismo tiempo como una instrucción, y esa es: “Todo lo que no explica la ciencia, lo explica la fantasía; y todo lo que no explica la fantasía, lo explica la ciencia”. Lo anterior se ejemplifica en los tipos o subgéneros de la ciencia ficción: La ciencia ficción blanda y la ciencia ficción dura.

Veamos a la historia de ciencia ficción como un rompecabezas con piezas de ciencia y piezas de fantasía, pero este rompecabezas tiene una peculiaridad: Tú puedes elegir cuantas piezas poner de cada una. Para la ciencia ficción blanda tendrás más piezas de ciencia que de fantasía, y para la ciencia ficción dura, tendrás más piezas de ciencia que de fantasía.

Tipos de ciencia ficción

¿Cómo saber cuál es tu tipo de ciencia ficción?

Tal vez te estás preguntando, ¿Cómo puedo saber qué subgénero es el indicado para mí? ¿Cómo sé cuál hago mejor? ¿Cómo sé cuál me gustaría más escribir? Y por complejas que puedan ser estas preguntas, son respondidas por una sola pregunta, la cuál es: ¿Qué tanto estoy dispuesto(a) a estudiar, y qué tanto estoy dispuesto(a) a inventarme? Experimenta investigando temas de ciencia que te llamen la atención, estúdialos tan a profundidad como tú quieras, y cuando sientas que ya no entiendes mucho la información, o te aburre o no te llama la atención, procede a seleccionar las partes de ciencia que quieres usar, y completa todo lo demás con algo ficticio.

Crítica en la ciencia ficción y otros subgéneros:

¿Cómo criticar? En la vida cotidiana hay diversos aspectos que impactan de forma negativa y disgustan a la sociedad en general, dichos aspectos abarcan desde los ámbitos: social, político, o económico. Cuando a un escritor(a) le molesta algún tema en particular, es posible introducirlo en su historia para mostrar una visión crítica de determinados problemas. Dos formas diferentes de hacerlo son la utopía y la distopía.

Utopía: Una utopía significa “Mundo ideal”, se caracteriza por mostrar un mundo ficticio perfecto que muestra los problemas humanos del mundo real resueltos, es como decir “Así se vería el mundo si tal problema desapareciera”. Al mostrar esta visión se genera una comparación con el mundo real, criticándole. Las utopías pueden ser más efectivas persuasivamente cuando muestran las soluciones a los problemas criticados en la historia dentro de la utopía y no sólo el resultado en sí.

Distopía: La distopía es todo lo contrario a la utopía, aquí se muestra una situación exagerada, es como decir: “Así se vería el mundo si tal problema empeorara”, tiende al fatalismo, y a la persuasión a solucionar el problema de la vida real que critica por medio del miedo que infunde en los lectores. Sin embargo, al igual que la utopía, puede ser más efectiva persuasivamente si se propone una solución al problema.

Diferencias entre el personaje de ciencia ficción con otros géneros:

Psicológicamente hablando, el personaje de ciencia ficción puede ser similar al tipo de personajes que se utilizarían en otros géneros, sin embargo, lo que diferencia a este último es el proceso que hay detrás, el cual se parece mucho al del Worldbuilding (Construcción del mundo, o del universo en que transcurre la historia).

Cuando hablamos del worldbuilding de un mundo o universo de ciencia ficción, por obvias razones es necesario que contenga elementos tanto de ciencia como de fantasía, es por lo anterior que a la hora de insertar un personaje en dicho mundo, esta misma lógica aplicará para crear al personaje. 

Por ejemplo, si creamos un mundo post apocalíptico donde sólo existe la inteligencia artificial y en vez de humanos hay robots, al estar hablando de personajes robots, tendremos que investigar sobre temas tales como robots, inteligencia artificial o máquinas; posteriormente aplicaremos el mismo método de seleccionar datos científicos y completarlos con fantasía para construir y describir apropiadamente a los personajes robots. 

Dicha descripción deberá responder a cuestiones tales como: ¿Cómo funcionan esos robots? ¿Qué capacidades tienen? ¿Cuáles son sus necesidades básicas? ¿Cómo interactúan con el mundo y encajan con un planeta post apocalíptico de inteligencia artificial? En la ciencia ficción, los personajes deberán tener una profunda conexión con el mundo al que pertenecen y dichas conexiones deberán justificarse. 

Sobre los conflictos:

Los conflictos de la trama generalmente corresponderán con las circunstancias del mundo y de los personajes como mezclas de ciencia y fantasía, y sus resoluciones deberán ser coherentes con el contexto que se va dando a lo largo de la historia. Si volvemos al ejemplo de los robots en el mundo post apocalíptico, digamos que el conflicto es la falta de energía, sin la cual todos los robots morirán, ¿Cómo se resuelve eso? 

No sería apropiado decir que crean energía mágicamente de la nada porque eso es pura fantasía ¿Dónde quedaría la ciencia en esa solución? Sin embargo, si hablamos de algo científico como las energías solares, o eólicas, ya estamos acercándonos a propuestas más científicas, es entonces donde tocaría elegir una solución mágica y una científica que embonen juntas para crear un resolución al conflicto acorde a la historia planteada.

Conclusión:

La ciencia ficción es un género maravilloso que implica un largo proceso parecido al método científico: hay que hacer observación, hipótesis, investigación y teorización para dar con una historia que combine de una forma perfectamente balanceada toda la ciencia que nuestro hemisferio izquierdo cerebral sea capaz de absorber, y toda la locura de la ficción que nuestro hemisferio derecho cerebral se atreva a imaginar, puede ser arduo y tedioso, pero también llevar a lugares impresionantes. 

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Trasfondo de personajes

La importancia de la historia de trasfondo:

Todo personaje tiene un momento específico de aparición en la historia, basta con preguntarse la edad del personaje para ver qué tan largo es el período de tiempo en el que no ha formado parte de la historia, si por ejemplo tiene veinte años, son veinte años que no se ven reflejados en la historia que se presenta.

Y está bien, nadie quiere ver absolutamente toda la vida de un personaje detalle por detalle, de hecho si los libros fueran de tal modo serían exageradamente largos y llenos de detalles aburridos y sin importancia o relevancia en la trama. Ahora supongamos que de esos veinte años de vida del personaje podemos resumir todavía más los acontecimientos para eliminar lo aburrido e irrelevante (algo que sí valdría la pena mostrar dentro de la historia, pero cómo el personaje se introdujo más tarde no fue posible), ¿Qué es eso que nos queda? Eso se llama historia de trasfondo.

La historia de trasfondo tiene dos usos principales: Primero dota al personaje de credibilidad, lo hace realista, [Lee aquí mi entrada para saber más sobre: ¿Cómo crear personajes realistas?], lo cual es importante porque mientras más real le parezca al lector, mayor será su capacidad empática con el personaje y más natural sentirá la historia que le presentamos a través de los personajes; y segundo nos delimita las fronteras dentro de las cuales podremos desenvolver al personaje, cuáles serán sus acciones, bajo qué contextos cambia o evoluciona, y bajo cuales no nos conviene que lo haga porque el lector lo sentiría forzado o antinatural, lo cual es justo lo opuesto de lo que deseamos.

La historia de trasfondo aplica para todos los tipos de personajes, para algunos será más importante que otros, sin embargo, se debe trabajar en ella justo lo necesario con cada personaje, ya que si uno no se siente creíble para el lector, su influencia en la historia tampoco lo será, incluso si no estamos hablando de un personaje tan importante como el protagónico.

¿Cómo se introduce?

Por medio de Flasbacks, o recuerdos en momentos pertinentes de la historia, o mediante menciones breves del narrador o en los diálogos entre personajes.

Fronteras de la historia de trasfondo:

Se podría decir con fines prácticos que todo lo que hace el personaje, se sembró en su historia de trasfondo, y no es una afirmación para concluir deprimentemente que el personaje está sujeto a un determinismo que no nos permite hacer nada con él, si bien implica limitantes, estas limitantes nos dan las fronteras sobre las cuales podemos trabajar con el personaje para que el lector continúe percibiéndolo como alguien creíble. Y dentro de esas fronteras hay múltiples oportunidades.

¿Es lógico? ¿Tiene sentido?

Tenemos que partir de nuestra lógica e intuición para ver cuáles son esas fronteras que nos indica la historia de trasfondo del personaje, dichas fronteras nos dicen en general qué se puede hacer y qué no. A simple vista pareciera confuso y complicado, sin embargo, termina siendo algo más fácil de lo que parece, un ejercicio básico es partir de las preguntas: ¿Es lógico que haga tal cosa? ¿Tiene sentido que pase tal cosa?

Para decidir sobre las acciones del personaje prueba preguntarte estas cosas, tomando en cuenta la historia de trasfondo que le has dado y su personalidad en general. Es importante que busques ser lo más objetivo(a) posible, y no digas que todo tiene lógica y sentido sólo porque de verdad quieres que el personaje haga determinada cosa. Por más importante que te parezca cierta acción, si resulta forzada el lector lo notará.

Por ejemplo, supongamos que en tu historia querías que el personaje 1 matara al personaje 2, pero según la historia de trasfondo el personaje 1 atestiguó el homicidio de otro ser querido, lo que lo influido en formar su carácter empático, y de acuerdo con su personalidad tiene juicios morales que le impiden ser asesino de un homicidio violento de forma intencional. Entonces, tú quieres que el personaje 1 mate al personaje 2, pero eso parece ser imposible,  ¿Qué haces entonces?

Si no ves ninguna lógica en que el personaje 1 mate al personaje 2, entonces no hagas que lo mate solo porque sí, tal vez tú quieres que el personaje 1 haga la acción, pero no será creíble para el lector si lo obligas. En vez de forzar una situación, puedes explorar otras posibilidades para generar el mismo efecto de la acción que inicialmente querías que hiciera el personaje 1.

Puedes plantear otro contexto para la muerte del personaje 2 que no implique homicidio por parte del personaje 1, o si tú dices “Es que es importante que lo mate porque su sentimiento de culpa desencadena otras cosas que quiero que pasen”, está bien, pero plantea otro escenario. Tal vez el personaje 1 se vuelve el asesino del personaje 2 por una situación accidental, o porque realizó una cierta acción por la que indirectamente mata al personaje 2.

O si ninguna de estas opciones te gusta, puedes involucrar a otro personaje que cuya historia de trasfondo y personalidad hayas evaluado como adecuadas para que realice la acción que quieres, tal vez el personaje 1 no mataría al personaje 2, pero el personaje 3 sí lo haría, y en la escena homicida puedes involucrar una situación que vuelva en cierta forma responsable al personaje 1.

Se necesita recordar todo su pasado constantemente y preguntarnos si un personaje con cierta historia y características de personalidad y psicológicas haría o no una acción, si no la haría, no se le obliga, o se busca un escenario alterno que vuelva creíble su acción.  A veces queremos que ciertas cosas pasen en la historia, pero hay que recordar que la historia de trasfondo de cada personaje nos da unas fronteras sobre lo que podría pasar de forma natural, y si de verdad es importante, hay que hacer que pase de esa forma natural, no de la forma forzada. 

Historia de trasfondo para darle personalidad al personaje:

Humaniza al personaje, los personajes realistas y humanizados son más memorables, especialmente cuando son seres no humanos en una historia de ciencia ficción, ya que da algo adicional a la simple apariencia o forma del personaje para que el lector le recuerde. Busca darle personalidad, piensa en el personaje como un ser humano, dale una realidad o forma de ver el mundo, de pensar, creencias, temperamento, de reaccionar ante emociones y sentimientos, virtudes y defectos, todo lo anterior facilita la generación de sentimientos por parte del lector hacia el personaje. No olvides asegurarte de que la personalidad sea congruente y no se sienta plana ni forzada (tomando en cuenta contexto y trasfondo).

La historia de trasfondo en la evolución e involución del personaje:

Evita el personaje plano, a no ser que tengan una participación breve como personajes ambientales o evocados, debes buscar que tengan cambios a lo largo de la historia, ya sea para el bien o el mal propio del personaje. Los seres humanos tienen personalidades y comportamientos cambiantes, y eso se debe reflejar en los personajes, ¿Qué cosas van aprendiendo? ¿De qué forma cambia su forma de pensar o de sentir? El punto de partida de estos cambios son en una parte su historia de trasfondo, pero más importante los contextos a los que se enfrentan durante la historia. 

¿Qué significa que un personaje evolucione? Cuando un personaje cambia para bien, es decir que se desarrolla mediante sus experiencias, aprende y mejora, pero sobre todo lo que caracteriza el hecho de que un personaje evolucione es cuando este cambia para bien en función de poder cumplir con su rol dentro de la historia, si el protagonista por ejemplo presenta un cambio que le ayuda a cumplir su objetivo está evolucionando.

Por el contrario, ¿Qué significa que un personaje involucione? un personaje puede involucionar, es decir cambiar para mal y arruinar algo que lo hubiera llevado al éxito en sus objetivos. La involución de un personaje es provocada por situaciones externas al personaje, es decir cuando se le lleva a su límite y este en vez de superarlo y avanzar sufre de un retroceso que refleja una contradicción con su aprendizaje previo. Al igual que para los seres humanos es posible hacer que un personaje involucione, sin embargo, si lo hace demasiado puede resultar en un círculo vicioso que aburra al lector, por lo que debe tener fines más grandes, es decir, ser una causa de que el personaje eventualmente evolucione o suceda algo importante para el desarrollo de la historia.

Cómo puedes ver en la creación de un personaje, realmente tienes que pensar en todo lo referente a la historia de vida del mismo, incluso desde antes de que comenzara la historia que estás contando ahora mismo, es decir: piensa en la historia de trasfondo, que no es más que su pasado, pero tú puedes hacer del mismo la clave para su futuro. 

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¿Cómo crear personajes realistas?

¿Qué es la realidad?

La realidad es algo sumamente curioso, es producto de una mezcla entre consciencia e inconsciencia que habita dentro de la mente humana, y que cambia según la cabeza en la que se encuentre, es una variable en una fórmula que no siempre se presenta con las mismas características.

La realidad está en la mente de todas las personas, como escritores y lectores, pero también en quienes ni siquiera existen, como los personajes de una historia. Tú tienes una realidad para escribir, los lectores tienen la suya para leer; deberás modelar a tus personajes para que sean leídos, y entregados a los lectores desde la realidad con la que los dotaste. Realidad que tú tienes que encontrar. 

Buscando la realidad del personaje:

Tu personaje tiene una tipología, rol, participación y peso en la historia, pero sobre todo tiene una forma particular de pensar, razonar, actuar, si bien sus comportamientos pueden y van a cambiar a lo largo de la historia, la cuestión es si estos comportamientos se sienten realistas. Una parte de la característica de realista tiene que ver con el peso de la historia de trasfondo y personalidad, y cómo determina la credibilidad de sus acciones [Lee aquí mi entrada para saber más sobre: Trasfondo de personajes].

En esta ocasión hablaremos más sobre la realidad propia del personaje, sus características psicológicas y la relevancia que tienen en la historia. No porque tu personaje sea alguien inventado significa que no es un ser complejo, cada ser humano es complejo por naturaleza, así que tu reto será grabar esa naturaleza en los personajes que inventas.

¿Los personajes no humanos deben ser humanos?

Dotar a los personajes de humanidad es lógicamente complejo, pero vale la pena, ya que es de los aspectos más importantes en la creación y trabajo de personajes, cuando son humanos se vuelven más realistas, es más fácil desarrollar sentimientos hacia ellos, es la razón por la que se puede amar u odiar a un personaje, e incluso cuando en tu repertorio de personajes hay personajes odiables por sus niveles y compuesto de humanidad, esto sigue funcionando, ya que engancha a un lector porque tiene sentimientos hacia tus personajes.

La humanidad en el personaje aplica para todos los géneros literarios, incluso para la fantasía y la ciencia ficción, no importa si tu personaje es una criatura mitológica o un ser mágico, ya que físicamente llamará la atención por no ser humano, pero destacará por serlo psicológicamente. 

Sólo pensemos en el mundo actual, hemos visto miles de imágenes de seres mitológicos, criaturas mágicas y seres no humanos, desde la imagen mental que da la lectura hasta la imagen visual que dan las obras de arte como películas, ilustraciones o incluso disfraces. Si has escuchado el decir: “Ya todo está hecho”, es porque nos encontramos saturados de una misma cosa, lo que en nuestra posición de autor nos presiona más a crear algo que sea memorable y que no pase desapercibido como algo de un montón.

Hemos visto imágenes de demasiadas cosas que pueden ser personajes, pero ¿Todos son memorables? No todos son memorables, porque hay criaturas que se limitan a caracterizarse por su imagen física, y que en cuanto a su personalidad no tienen nada de extraordinario, nosotros en cambio tendemos a recordar más las cosas por las que desarrollamos sentimientos. Pongamos un ejemplo: si por un lado tienes una ilustración muy buena de un dragón, y del otro lado una segunda ilustración de otro dragón, que además cuenta con una personalidad; vas a identificarte más con el dragón que tiene personalidad, que está humanizado, y vas  a recordarlo más que a la simple ilustración del primer dragón.

 Esto se debe a que ya estamos saturados de imágenes, así que tú juzga si vale la pena humanizar personajes no humanos para hacerlos memorables, o correr el riesgo de que sean unos en un millón de los cuales podrían o no acordarse. Recuerda que cualquier cosa puede no ser real, pero sentirse real si está hecha para sentirse así.

El personaje humanizado:

Para que un personaje esté humanizado hay que remontarnos a las características que nos hacen seres humanos: Tenemos emociones y sentimientos, esto pareciera obvio pero no siempre se saben asignar a los personajes en los momentos precisos y de forma congruente, cada ser humano tiene su propia lógica interna para reaccionar a nivel emocional y sentimental a ciertos estímulos externos, y se debe de tomar en cuenta a la hora de describir las experiencias del personaje a lo largo de la historia.

No todas las personas reaccionan igual a un chiste de humor negro ¿o sí? Porque a cada persona la hace sentir de un modo diferente según el peso de sus propias emociones y sentimientos, por lo que hay que dar reacciones humanas y al mismo tiempo congruentes a los personajes ante diferentes situaciones, esto le permite al lector conocer al personaje y ver cómo el personaje está atado a su propia sensibilidad.

En este mismo aspecto vale la pena recordar el momento y contexto de la situación, para los seres humanos la personalidad, ese conjunto de lógica interna de emociones y sentimientos, mentalidad, comportamiento, y estado mental cambia a lo largo del tiempo, la personalidad no es una constante, sino una variable. Supongamos que tu personaje en determinado momento está en riesgo de muerte, su forma de ser cuando escuche a otros hablar sobre la muerte no será la misma a cómo lo era antes de tener esa experiencia mortal. Por lo que hay que tomar en consideración los cambios que puedan surgir en la personalidad del personaje a raíz de las situaciones o estímulos externos.

Otra cosa que caracteriza al ser humano son sus dimensiones, dentro del aspecto del bienestar humano encontramos seis de ellas: Bienestar físico; cultura y educación; familia y pareja, desarrollo social; desarrollo profesional; y bienestar y trascendencia. Del mismo modo, hay seis dimensiones del bienestar psicológico: autoconocimiento y aceptación; relaciones positivas con los demás; dominio del entorno; propósito en la vida; autonomía; y crecimiento personal.

Cada ser humano está en su propio camino, y se encuentra en un lugar diferente en cada dimensión con respecto a la posición de los demás, por lo que estos son doce aspectos importantes a considerar en la creación de un personaje, sólo pregúntate: ¿Dónde se encuentra en tal dimensión en este momento? ¿Cuál es el camino que toma el personaje? ¿Cómo cambia a lo largo de la historia dentro de cada una de sus dimensiones?

Los personajes son maravillas que surgen de la mente humana, así que ¿Porqué no deberían de estar humanizados? El estarlo los vuelve más orgánicos, naturales, realistas, y por ende memorables, así que cuando te pongas a crear a un personaje, enfócate en su mente más que en su apariencia, piensa en la realidad que le estás dando por dentro y lo podrás hacer más memorable de lo que podría ser con una simple caracterización física que se pierda en el montón.