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¿Cómo sobrevivir a la automutilación?

Oigo voces que me dicen que me autolesione ¿Qué debería de hacer?

Introducción:

No recuerdo la primera vez que escuché voces en mi cabeza, sospecho que tal vez comenzaron desde que era niña, pero no me di cuenta de que fuera algo anormal ni lo vi cómo algo malo hasta los catorce años, fue a partir de aquel momento cuando descubrí su sádica naturaleza con la que me causarían dolor:

Recuerdo claramente ese día, iba en caída libre por el pozo de la depresión, la lenta gravedad hacía su trabajo y me atraía hacia esa agua salada en la que me ahogaría, ¿O tal vez ya me había ahogado? Sentía que ya estaba muerta por dentro, que era una muerta viviente, un fantasma en el mundo de los vivos, cargando la pena y la vergüenza de ser yo sobre el rostro, cuando de repente esa voz apareció, soy incapaz de describir el tono o la textura de las voces, o su forma de hablar siquiera, pues sólo recuerdo las emociones y sentimientos horribles que me inyectaban por los oídos. 

Pero lo que recuerdo vívidamente es la frialdad y miedo en los que me bañó el alma al hablar, al pronunciar esa única palabra de tres sílabas que me produjo un escalofrío intenso a lo largo de mi columna vertebral. Iba caminando cuando esa voz me paralizó de pies a cabeza, como si tuviera control sobre mi cuerpo, tal vez sí lo tenía, y sólo con la palabra: “¡Córtate!” fue que su tortura comenzó.

Me imagino que tú también tienes tu propia historia acerca de cómo comenzaste a oír voces, y esa primera vez en la que te dijeron que te hicieras daño a ti mismo(a), créeme, tengo una idea del miedo y el sufrimiento que pudiste haber experimentado, tal vez aún lo experimentas, tal vez las voces de tu cabeza no se callan y siguen presionándote para que te lastimes, es probable que incluso las estés escuchando ahora mismo.   

En mi propia relación con las voces, ellas eran las dominantes y yo era la sumisa, tenía que dirigir mis pensamientos, sentimientos, y acciones hacia lo que las voces me indicaran para satisfacer sus deseos, siempre que intentaba oponerme a ellas perdía, y me resignaba a mi sumisión, solía pensar que nunca se irían ni se callarían, que estarían conmigo para siempre, y que tendría que aguantar las consecuencias tanto de obedecerlas como de desafiarlas y hacer lo que yo quisiera, en cualquiera de los dos casos se podría decir que yo perdía.

Tal vez la relación que tienes con las voces en su cabeza es similar, bueno, si ese es el caso me gustaría aconsejarte para que logres que el desafiarlas no sea un castigo después de todo, quiero ayudarte a que descubras que no tienes porqué ser y hacer lo que las voces quieran, y sobre todo que no tienes que autolesionarte sólo porque ellas lo dicen. 

Sé que tienes miedo de esas voces, sé que se sienten reales, que lo que dicen tiene sentido para ti, y que parece que te puede ir peor si intentas deshacerte de ellas, incluso podrían estarte diciendo que no leas esto, y si te lo dijeron, significa que tienen miedo de que descubras cómo librarte de ellas, y es que nosotros tenemos un miedo atroz de las voces, pero son ellas las que deberían de estar aterradas de nosotros, pues sin nosotros ellas no son nada, pero nosotros sin ellas sí somos muchas cosas. 

Entiende que las voces te están mintiendo:

¿De dónde provienen las voces? Después de siete años de aguantarlas finalmente fui al psiquiatra, y en una ocasión la psiquiatra me explicó que podían generarse como producto de la depresión o de algún desequilibrio emocional. Si lo pensamos podemos ver que el lado positivo es que ambos casos son problemas que pueden resolverse (aunque no lo parezca porque la depresión se siente como caer en un agujero negro donde los papeles del tiempo y la distancia se invierten y parece que caes por toda la eternidad, y nuestras emociones parecen un caso perdido e irremediable), ya que como seres humanos somos seres en constante cambio, nuestras emociones y sentimientos pueden cambiar, nuestro contexto puede cambiar, por lo que es ilógico que la tristeza dure para siempre, o los desequilibrios emocionales permanezcan sin arreglarse. 

Entonces cuando las voces te dicen que mereces la autolesión y que tienes que hacerte daño, probablemente les crees porque te hacen sentir que no tienes otra salida, que como ellas son eternas y nunca te dejarán en paz, debes de obedecerlas, pero como mencioné anteriormente, se pueden corregir las causas de dichas voces, aunque te cueste trabajo creerlo, existen maneras de dejar de escuchar voces, e incluso si las escuchas en este momento, ellas te dicen mentiras que tú no tienes por qué creer. 

Te pondré de ejemplo una de las mentiras que me dijeron a mí mis voces: Solían decirme que no le podía decir a nadie de su existencia, porque me iba a ir muy mal, ellas me iban a castigar, las personas pensarían que era una loca, una esquizofrénica, que terminarían mandándome al psiquiatra quien me daría medicamentos para dejarlas de escuchar, pero que no funcionarían porque ellas nunca se despegarían de mí, y estarían conmigo para toda la eternidad. 

Ahora que lo pienso no puedo creer que haya sido tan ingenua para creerles, resultó que me estaban mintiendo, porque en menos de un mes de tomarme solo un gramo de risperidona al día que me dio la psiquiatra yo ya no las podía escuchar en lo absoluto, y si me mintieron al decirme que no me podía librar de ellas, ¿Tú crees que no me mintieron en todo lo demás, como que merecía un castigo, que tenía que hacerme daño?

Algo que necesitas entender es que las voces son falsas y mentirosas, y sí podrás decirme: Pero se sienten reales para mí, y tienes razón ¡Claro que se sienten reales!, pero una cosa es sentir y otra cosa es ser, y no porque las sientas reales significa que lo son. Las voces quieren que las sientas reales, porque sólo así tienen control sobre ti, solemos someternos a ellas y creernos todo lo que dicen, pero lo que realmente debemos hacer cuando las oímos es analizar objetivamente todas y cada una de sus palabras, sólo así descubriremos sus mentiras, y al descubrirlas nos acercaremos más a librarnos de su control.

Así que la próxima vez que te digan que debes autolesionarte pregúntate: ¿Por qué me dicen esto? ¿Por qué dicen que tengo que hacerme daño a mí mismo? Debo advertirte que no te gustarán las respuestas, porque lo más seguro es que sean críticas destructivas contra tu persona, insultos y palabras hirientes, pero es importante que tomes en cuenta estas respuestas para que veas que las voces lo único que buscan es dañarte: Harán cualquier cosa para hacerte sentir mal, dirán cosas malas e hirientes sobre ti, te resaltarán tus defectos, los exagerarán  o simplemente los inventarán, y lo único que te dirán al final del día son mentiras. Y si las voces te mienten en todo lo que dicen ¿Por qué sigues creyéndoles? 

Deja de hacer lo que las voces te digan:

Tú eres una persona maravillosa y especial, sin importar lo que las voces te digan, no son ciertas las cosas horribles que te dicen, y sobre todo no es cierto que mereces alguna clase de castigo, ni que deberías de hacerte daño a ti mismo(a). Mereces ser libre de pensar, sentir y hacer lo que tú quieras sin preocuparte cómo lo tomarán las voces, y sin importar lo que ellas te hagan sentir tienes que recordar que ellas no existen, son sólo voces de las cuales te puedes librar si las enfrentas y pides ayuda, no es verdad que te harán daño, de hecho el único modo en el que te pueden dañar es si les dejas tener el control sobre ti, así que no se los des, no te creas todo lo que te dicen, y no se te ocurra hacerte daño a ti mismo(a) sólo porque una voz malvada en tu cabeza te lo dijo. 

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¿Cómo sobrevivir a la automutilación?

Odiarte no es justificación para hacerte daño

¿Por qué te odias tanto?:

A veces la persona a la que más odias en el mundo es la que te devuelve la mirada en el espejo, la que duerme en tu cama, comparte tus pensamientos, emociones y sentimientos,  sentimientos a veces esa persona, eres tú. Pero ¿Por qué sientes eso, por qué no puedes quererte, por qué estás rebosando de tanta ira y odio hacia tu propia persona? 

Pareciera una pregunta muy simple, pero su respuesta tan difícil de obtener se siente compleja y distante, pues a veces no nos entendemos a nosotros mismos y solo sabemos de nuestra convicción de que sentimos aversión hacia nosotros mismos. Podemos tratar de comprender el por qué de nuestro odio si consideramos tres esferas de nuestras vidas, tres tiempos: presente, pasado y futuro, cada una de las cuales tiene un peso que nos produce dicho sentimiento.

Comencemos por la esfera del pasado, todos tenemos un pasado, y ocasionalmente tenemos una relación negativa con el mismo, ¿A qué me refiero con esto? Que el recordar nuestro pasado nos produce una reacción negativa, pues genera sentimientos como vergüenza y arrepentimiento, nos hace decepcionarnos de nosotros mismos y afecta directamente nuestra autoestima y autoconfianza (capacidad de amarnos a nosotros mismos y confiar en nosotros para desempeñar diversas actividades en nuestras vidas).

Ocasionalmente cuando tenemos una relación negativa con nuestro pasado lo terminamos arrastrando a nuestro presente y futuro, condenando estas dos esferas de tiempo. A lo que me refiero es que nos obsesionamos con el pasado, no lo dejamos ir, y eso influye en cómo nos sentimos y actuamos ahora mismo, y también cómo nos sentiremos y actuaremos más adelante.

De un modo similar, cuando tenemos una relación negativa con nuestro presente, nos sentimos mal con nosotros mismos, reducimos nuestros niveles de autoestima y autoconfianza, y al sentirnos mal con nosotros mismos y nuestras vidas ahora condenamos nuestro futuro, provocamos una relación negativa con dicha esfera. 

Es decir, si ahora estamos insatisfechos y nos sentimos mal, nuestras expectativas para mañana, la próxima semana, mes o año también se inundan de insatisfacción y malestar, si en el presente no nos gusta, nos frustramos creyendo que nuestro futuro tampoco nos va a gustar, por lo que perdemos nuestras esperanzas e ilusiones. Si esto te está sucediendo, déjame decirte una cosa: Deja ya de recurrir a los recuerdos de los malos momentos y fracasos, porque no hay un límite de errores para comenzar a mejorar tu camino, tal vez el ayer fue un desastre, pero no por eso hoy y mañana tienen que serlo también.

Tal vez en este preciso momento tienes una relación negativa con tus tres esferas de tiempo, te avergüenza tu pasado, te disgusta tu presente y no tienes ni la más mínima esperanza para tu futuro, quizás de ahí que te odies a ti mismo(a). Y cuando te odias es probable que pienses que no mereces nada bueno, y quieras castigarte, quieras dañarte, tal vez es por eso que piensas en recurrir a la automutilación, es por ello que te propongo que te plantees tus tres esferas de tiempo de un modo diferente para tener una relación más positiva con las mismas, piensa que el pasado ya pasó, el presente es una oportunidad, y el futuro es tu derecho. 

Reconcíliate contigo mismo(a):

Tienes que hacer las paces con tu pasado para poder seguir adelante; debes aceptar tu presente sin resignarte a las malas situaciones que se te puedan presentar y caer en la frustración (Lee aquí mi entrada ¿Qué es la frustración?¿Cómo lidiar con la frustración?); y sobre todo es de suma importancia que te permitas a ti mismo(a) tener esperanzas e ilusiones para tu futuro y no sólo melancolía y pesimismo. 

Recuerda que el sufrimiento es una elección a la cual nos encaminamos de manera inconsciente por medio de nuestras propias decisiones, así que comienza por cambiar tus decisiones, olvídate de esa idea de hacerte daño, puesto que no te llevará a ningún lado, no cambiará nada, no te hará sentir mejor.

Trabaja en tu autoestima:

Seamos honestos, para que cuides algo, primero tienes que amar a ese algo, a lo largo de nuestra vida, como seres humanos desarrollamos conexiones emocionales por otras personas, lugares o cosas, y cuando tenemos dicha conexión emocional es fácil que se desarrolle un sentimiento de amor y apego, y ¿Qué pasa cuando sentimos amor? Tenemos el instinto de cuidar el objeto de nuestro amor.

Es decir, si tu por ejemplo amas a algún familiar, vas a querer cuidar de ese familiar, si amas a tu mascota, vas a querer cuidar de esa mascota; si amas una planta, vas a querer cuidar de esa planta, o si amas un lugar, vas a querer cuidar de ese espacio. En resumidas cuentas procurarás el bienestar y la felicidad de aquel o aquello que te produzca amor, es un instinto por el que te has guiado múltiples veces, incluso ahora es muy probable que lo hagas sin darte cuenta, sólo piensa en todas las personas, lugares o cosas por las que al sentir alguna clase de afecto, has hecho algo por cuidarles y que estén bien. 

¿No crees que sería lindo que te amaras a ti también para que te pudieras cuidar? Te voy a decir una verdad que puede ser triste si en este momento tu autoestima no está en las mejores condiciones, pero tienes que oírla: Jamás vas a cuidar de ti, ni a estar bien contigo mismo(a) si no comienzas a amarte.

Existe una persona que puede amarte, cuidarte y procurar que estés bien, y esa persona eres tú, así que ámate del mismo modo en el que has amado a otros a lo largo de tu vida. Sé que los cambios en tu autoestima no ocurrirán de la noche a la mañana, toma tiempo, así que empieza a tomarte tu tiempo para aprender a aceptarte cómo eres, a darte cuenta de que eres un ser muy especial y único, y de que no mereces ser odiado y maltratado, mucho menos si esa persona que tanto te odia y maltrata eres tú (Lee aquí mi entrada: Tengo mala autoestima ¿Qué debería hacer para más consejos de autoestima). 

No porque te odies mereces un castigo:

Por último quiero decirte que es completamente normal que cuando tienes baja autoestima y te odias a ti mismo(a) tu mente comience a generar pensamientos malos que te hacen creer que mereces que te pasen cosas malas, que mereces un castigo, y que mereces ser tú quién ejecute dicho castigo. 

Cada vez que pienses que mereces la automutilación, que te pase las peores cosas, y que no mereces nada bueno en esta vida, quiero que recuerdes que eso no es cierto, tú vales mucho y un día te darás cuenta de eso cuando comiences a amarte más, sólo tienes que empezar a cuidar de ti como si te quisieras, y un día sin darte cuenta te habrás empezado a querer; una vez que eso pase finalmente habrás dejado de odiarte tanto y cuando sepas lo mucho que vales entenderás que no hay nada de malo contigo, no existe ninguna obsesión de tu pasado, ni inconformidad con tu presente, ni desilusión con el futuro que valga lo suficiente para que te lastimes; y el día en el que finalmente decidas aceptar que mereces lo mejor de esta vida, va a ser el día en el que dejes de pensar siquiera en hacerte daño. Y no te angusties, porque yo sé que tienes la capacidad de hacer que ese día llegue muy pronto. 

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¿Cómo sobrevivir a la automutilación?

¿Qué hago si me quiero autolesionar?

¿Qué es la autolesión? También llamada automutilación, la automutilación consiste en una actividad que produce un daño físico en el que es la misma persona que lo hace la que lo recibe, es decir: alguien que se lastima a sí mismo(a). Pero ¿Cómo se da la automutilación? Esta se percibe desde antes de que ocurra, llega por medios como pensamientos y deseos intrusivos sobre hacerse daño, los cuales por más horrible que vaya a sonar, son como antojos, y los antojos son algo que requiere fuerza de voluntad para ignorar, en ello radica la dificultad de ignorar estos pensamientos y deseos una vez que pasan a ser un impulso latente.

Para entender la automutilación es necesario ir más allá de cómo ocurre y entender el porqué: la automutilación es una actividad que como cualquier otra ocurre debido a una motivación, es aquí donde radica la complejidad de entenderla, ya que con lo diversas que pueden ser las motivaciones, más larga es la lista de los posibles porqués de este fenómeno. Tomando en cuenta lo anterior es posible deducir, que no vamos a hablar de la misma automutilación de alguien que sufre de una adicción que la de alguien que perdió a un ser querido.

Para entenderlo mejor supongamos que tenemos un coche y tenemos que ir a un lugar en él, pero no avanza, ¿Qué podemos hacer? Comencemos por identificar el problema: El problema es que el coche no arranca, si solo con esta información procedemos a aplicar una solución como pasarle batería o ponerle gasolina estaríamos tratando de resolver el problema por un método de prueba y error ya que desconocemos la causa del problema, por lo tanto no va a ser lo mismo si le pasamos batería al coche a si le ponemos gasolina, si bien ambas acciones pueden resolverlo, cabe la posibilidad de que perdamos el tiempo tratando de pasarle batería a un coche que no tiene ningún problema con su batería, o por el contrario poniéndole combustible a un coche que ya tiene el tanque lleno. 

Por lo tanto, antes de tratar de aplicar una solución a un problema, deberíamos de intentar identificar la causa principal de ese problema, su raíz, y en base a esto aplicar la solución que corresponda. Lo mismo aplica para el problema de la automutilación, si aplicamos una solución sin conocer el problema estaríamos arriesgando la efectividad de la misma al someterla al fenómeno de la suerte, es decir, te arriesgas a que lo que sea que hagas tal vez funcione, o tal vez no.

¿Y qué pasaría en el caso hipotético de que no funcione? Volvamos al ejemplo del coche, supongamos que le pasamos batería al coche, pero este ya tenía, después de fallar con la batería pasamos a tratar de ponerle gasolina, pero tampoco funciona porque el tanque ya estaba lleno, y así seguimos una y otra vez aplicando todas las soluciones mecánicas que se nos vayan ocurriendo para hacer que el carro avance, ¿Cómo crees que te sentirías después de tantos fracasos consecutivos? 

Para empezar habría sido un desperdicio total de tiempo, esfuerzo (y posiblemente dinero) el tratar de arreglar el coche sin siquiera saber cuál era su problema, tal vez ya se te hizo demasiado tarde para ir al lugar al que tenías que llegar, tal vez hasta descompusiste tu coche más de lo que ya de por sí estaba. Sentirías cosas como frustración, agotamiento, estrés, tristeza y enojo. 

Incluso podríamos atrevernos a decir que el hecho de tratar de resolver un problema por método de prueba y error, así como el lidiar con los errores que impliquen puede tener las mismas consecuencias antes mencionadas a nivel psicológico. Es en el deseo de evitar tales consecuencias en el que radica la importancia de identificar la causa del problema desde el principio en vez de aplicar el arriesgado método de prueba y error. 

Personalmente sé cómo se siente el impulso de querer hacerte daño a ti misma, creía que mis problemas de aquel entonces eran demasiados y no veía una solución existente para ellos, estaba llena de tristeza y autoodio y por alguna motivación que no comprendía me quería cortar. 

Ya perdí la cuenta de cuántas veces me puse unas tijeras en la muñeca y traté de lastimarme, pero no me puedo quejar, hoy puedo decir que soy afortunada porque esos intentos de autodestrucción ya quedaron atrás para mí, porque sólo me quedé en intento y nunca fui capaz de cortarme, y porque ahora soy capaz de entender mejor lo que me pasó como para escribir sobre eso.

Yo intenté el método de prueba y error, traté de hacer todo lo que se me iba ocurriendo para lidiar con mi ansiedad y depresión en la que quería lastimarme, desde aguantarme y esperar a que pasara como si fuera a desaparecer sólo con cerrar los ojos y dejar de ver el problema, hasta hacer un duro proceso de introspección en un intento de descubrir qué estaba mal conmigo. Lo hacía pensando que algún día todo pasaría, que dejaría de intentar hacerme daño para siempre, pero no fue así, pues más adelante me encontraba en el mismo agujero de la depresión volviéndolo a intentar, los intentos de la automutilación llegaron a ser mi círculo vicioso.

Al menos ahora sé que sólo lo intentaba porque las voces en mi cabeza me decían que lo hiciera, y una vez que identifiqué la causa de mi problema (7 años más tarde), comencé a tomar una medicina que hace que ya no escuche nada, y ahora que ya no hay voces para decirme que me haga daño, ya dejé de intentarlo. 

Te preguntarás ¿Por qué me tomó 7 años solucionarlo? Bueno, tal vez sonará tonto, pero las voces me amenazaron con no decirle nada a nadie, y les tuve el miedo suficiente para quedarme callada; y la única ocasión en la que busqué ayuda no la recibí porque esa persona dijo que no necesitaba nada y que estaba bien (y de nuevo tontamente, no se la pedí a nadie más). 

Te cuento esto porque no quiero que seas como yo, no quiero que busques sin éxito mil maneras de dejar de tener intentos de automutilación o frenar la automutilación que ya inició, durante tantos años hasta que te des cuenta de que la solución era tan simple y pudiste haberte librado de todo mucho antes de haber hecho las cosas de diferente manera. Quiero que te olvides del método de prueba y error con el que estás tratando, encuentres la causa principal de tu autodestructivo problema, y entonces lo resuelvas de una vez. 

Claro, ya sé que es más fácil decir las cosas que hacerlas, así que intentaré dejarte con algunos consejos más prácticos sobre cómo hacerlo: Primero trata de buscar la respuesta en ti y en lo que te rodea, ¿El carro no avanza por causas que están dentro del carro, o por factores externos al carro, o por ambas? Sé que anteriormente te dije que culpar a los problemas que me rodeaban y tratar de encontrar la falla en mí de forma introspectiva no me dio resultado, así que ¿Por qué te sugeriría algo que no funciona?

Porque sólo funciona si lo haces bien, y no porque yo lo hiciera mal significa que tú también lo harás mal. Analízate a profundidad a ti y a tus circunstancias, pero no te quedes en los simples sentimientos de impotencia y autocompasión cuando empieces a encontrar posibles causas a tu problema sin siquiera haber identificado aún la causa principal de todo. 

Sentirte impotente significa que no te crees capaz de superar lo que sea que te esté afligiendo, sientes que no eres suficiente, que algo te falta, y es cuando puedes caer en el error de la autocompasión, que es cuando comienzas a pensar que si ciertas cosas fueran diferentes de algún modo podrías resolver el problema, pero como no lo es, pobre de ti. 

Si esperabas que me compadeciera de ti por el infierno por el que estás pasando que te hace tratar de automutilarte o automutilarte, temo que te voy a decepcionar, pues yo no estoy aquí para decirte cuánto lamento tu situación, yo estoy aquí para decirte que dejes de quejarte y de lamentarte por problemas que según tú no tienen solución, te levantes y lo arregles para que puedas ser feliz. 

Si piensas en varias causas posibles para tu problema, y varias soluciones posibles y te pones a hacer las cosas conforme se te vayan ocurriendo, sólo estás aplicando el método de prueba y error, así que retrocede y vuelve a la identificación de la causa principal, es un simple porqué, una simple motivación, así es cómo sabrás que la encontraste. 

Y ya sé lo que estás pensando: “¿Crees que si supiera cuál es la causa de mi problema no lo hubiera resuelto ya en vez de andar aquí leyendo esto?” Bueno, si por algún motivo sigues sin encontrarla, no te rindas e inténtalo de nuevo, lo que me lleva a mi siguiente consejo: Pide ayuda si no puedes solo(a), a veces lo que se necesita para resolver algo es otro punto de vista que vea cosas que nosotros no vemos, además, no es el fin del mundo si lo haces.

Sé que ahora mismo están pasando mil millones de razones por tu cabeza para no pedir ayuda, pues déjame decirte desde el punto de vista de una persona que necesitaba ayuda psiquiátrica a los catorce años y la empezó a recibir a los veintiuno como la procrastinadora que soy, que todo lo que estás pensando no son más que excusas. 

No hay excusa en este mundo que valga más que la posibilidad de que alguien te ayude, y tal vez te pase lo que a mí me pasó, cuando mi papá se rio en mi cara y dijo: “Tú no necesitas nada, tú estás bien”, ¿Sabes qué le diría a mi yo de quince años que se fue con la cabeza baja y no volvió a pedir ayuda por años? Le diría: Deja de avergonzarte por ser una humana con problemas como cualquiera y necesitar ayuda, levántate y molesta a todas las personas a las que tengas que molestar hasta que alguien te quiera ayudar, porque de que alguien te ayuda, alguien te ayuda, no hay forma de que absolutamente todos decidan no ayudarte, vas a encontrar a alguien a quien le importes lo suficiente.  

Y una vez que pediste ayuda a alguien, y ese alguien accedió a ayudarte, explícale tu impulso de hacerte daño a ti mismo(a), dile las cosas que quieres hacerte, que posiblemente intentas o te has hecho, y pídele ayuda para encontrar la causa principal de eso y resolverlo de raíz. 

Voy a ser sincera contigo, independientemente de si pides ayuda o no, tal vez puedas resolver tu problema, en los siete años que escuché voces que me decían que me cortara logré no cortarme sin ayuda de nadie, ¿Resolví el problema de raíz? No, este siguió volviendo de manera intermitente como mis episodios de ansiedad y depresión, pero evité sangrar.

Al final del día es sólo tu decisión si vas a pedir ayuda o no para este problema que tú tienes, o si lo vas a resolver tú solo(a), lo único que te diré, es que el problema se tiene que resolver, no puedes seguir con pensamientos intrusivos e impulsos de hacerte daño, ni puedes seguirte lastimando a ti mismo(a) si ya lo empezaste a hacer, pues el hacerlo no va a cambiar nada para bien, eso no hará que ninguno de tus problemas se resuelvan, no curará ningún sentimiento como la tristeza, la ira, o el odio, ni siquiera bastará para expresarlos, y mucho menos te quitará la ansiedad o la depresión, nunca bastará para saciar el vacío, tal vez lo único que quieres es ser feliz, o de plano desaparecer para ya no sentir porque lo único que sientes es dolor, bueno, pues si lo haces por eso, sólo obtendrás decepción. 

Antes te dije que no me compadecería de ti por el infierno que estás viviendo, bueno, eso lo dije porque cuando tú te autocompadeces, te sientes incapaz e insuficiente para resolver tus problemas, y yo no creo que lo seas, yo creo que a ti no te falta nada para arreglarlos, creo firmemente que eres una maravillosa, hermosa y perfecta creación de ser humano que merece todo lo bueno en este mundo, no mereces la automutilación, las cortadas ni la sangre (aunque posiblemente no lo creas así), tú mereces ser vivir, ser feliz, tú mereces amor, así que ¿Por qué no te amas a ti mismo(a) para empezar y dejas de cargar con esas tijeras con las que te lastimas?