¿Qué es la procrastinación?
¿Te consideras una persona procrastinadora? Todos tenemos miles de cosas que hacer en nuestro día a día, a veces nos sentimos demasiado abrumados por nuestras responsabilidades, pues vivimos una vida agitada en la que nos vemos obligados a alimentar al mounstro de nuestras responsabilidades, el cual siempre tiene hambre y nos persigue a donde quiera que vayamos, no tenemos más opción que alimentarlo día tras día, pero el problema es que cada vez que le damos algo de comer siempre vuelve por más, pues siempre que cumplimos con una responsabilidad u obligación viene otra a reemplazarla, y el hueco en el estómago de nuestro mounstro se mantiene, y antes de que nos demos cuenta nos está succionando hasta el alma. Pero hay días en los que simplemente dejamos de alimentarlo y lo dejamos con un hambre voraz, lo cual sólo es peor para nosotros.
¿Te resulta familiar ese sentimiento? ¿El estar abrumado o abrumada? ¿El sentirte incapaz de terminar lo que tienes que hacer? A veces podemos confundir nuestra procrastinación, esa tendencia a aplazar las cosas y nunca terminarlas como un signo de flojera, falta de organización o disciplina, incompetencia, y sí, quizás a veces pecamos de alguna de esa cosas, pero ¿Nunca te has preguntado si esas son las únicas explicaciones posibles a ese mal hábito tuyo?
Miedos e inseguridades:
¿No será que la verdadera razón por la que no haces las cosas, no es porque no puedas, sino porque tienes miedo de hacerlas? Quizás de lo que estás pecando no es de ser una persona floja, desorganizada o indisciplinada, sino de tener baja autoestima o autoconfianza, tal vez tienes una percepción muy pobre de tu persona, lo que te lleva a dudar de tu capacidad para poder realizar determinadas cosas, puede que no tengas la suficiente confianza en ti para creer que puedes lograr tus objetivos. Todos estos problemas te llevan a tener múltiples inseguridades que no te permiten actuar de la forma en la que quisieras, y no hay que olvidar que las cosas no se hacen solas, y si no se actúa, no podemos conseguir nada, lo que nos sumerge cada vez más hondo en el mar de la frustración.
El problema es que tienes miedo de lo que pasaría si no logras completar la tarea que tienes en mente, te preocupas por la posibilidad de terminar fracasando y en consecuencia, te paralizas. Si quieres saber cómo trabajar en tu autoestima y autoconfianza lee mis entradas: Tengo mala autoestima ¿Qué debería hacer? o ¿Cómo mejorar mi autoconfianza?
Falta de motivación y un mal estado anímico:
Otra posibilidad es que tengas otra clase de problemas que actúan como obstáculo entre tú y la acción que deseas realizar pero que has estado postergando, debes de saber que es normal que eso suceda, después de todo las acciones humanas son realizables gracias a la motivación y a un estado anímico que favorezca la productividad.
¿A qué me refiero con esto? Déjame explicarlo con un ejemplo personal: A mí me gusta escribir historias de ciencia ficción, sin embargo, he tenido varios períodos de tiempo en los que no me fue posible escribir ni una sola palabra por meses, lo anterior se debió a dos factores: La motivación, y mi estado anímico.
Veamos el primer factor: La noche en la que auto publiqué mi primer libro de ciencia ficción me dormí entre lágrimas a causa de otro de mis episodios de ansiedad, esa ansiedad, que siguió molestándome por varios meses (y hasta la fecha hay ocasiones en las que vuelve), no es más que mi miedo a acabar como una escritora muerta de hambre y no ser capaz de vivir de mi escritura. Aquello, obviamente afectó mi motivación, y al pensar que no había valido la pena hacer el primer libro, ya no he vuelto a trabajar en el segundo libro, y a decir verdad hay días en los que no quiero volver a escribir nada. En resumen, yo tengo algo que hacer (escribir un segundo libro), pero ya no estoy motivada y por ende procrastino al respecto y no lo hago.
Sobre el segundo factor, debido a mis problemas con la depresión descubrí que necesito sentirme tranquila, feliz, emocionada para poder escribir algo, no me resulta posible hacerlo sintiéndome triste, vacía y miserable. En resumen, yo quería hacer algo (escribir historias), pero me sentía deprimida y no podía hacerlo por más que quería.
Dicen que “querer es poder”, pero yo no estoy de acuerdo con esa idea, para mí “querer no es poder”, el deseo no es lo único determinante para poder realizar una acción y conseguir un objetivo, contrario a la romantización de los deseos y los sueños en nuestra cultura, puesto que la realidad es que no importa cuánto quieras algo, si emocionalmente te sientes demasiado mal, lo más probable es que no puedas hacer ese algo, por lo tanto: Querer es poder, pero sólo bajo determinadas circunstancias.
Nuevos hábitos para dejar de procrastinar:
Recuerda por qué quieres hacer esto:
¿Alguna vez has sentido que vives en automático? Más como un robot programado para ejecutar una acción, que como un humano, un ser vivo con pensamientos y sensibilidad que actúa de manera orgánica, bueno, es más común de lo que parece sentirse así, puesto que hoy en día llevamos un estilo de vida tan acelerado que sólo completamos una tarea tras otra, hasta que nos agotamos y olvidamos por qué lo estamos haciendo en primer lugar, o incluso puede ser tan grave para hacernos sentir que no tenemos ni la más mínima idea de lo que estamos haciendo.
Si quieres saber cómo solucionarlo lee mi entrada Me siento desmotivado ¿Qué debería de hacer? Un truco para sentirte motivado o motivada nuevamente y volver a hacer una acción que dejaste de hacer consiste en recordar, recuerda por qué la estabas haciendo en primer lugar, cuáles eran los resultados que esperabas, por qué querías llegar a dichos resultados, qué impacto positivo iba a tener en ti obtenerlos. Una vez que rebobines hacia esos recuerdos, te será más sencillo recuperar la motivación para empezar otra vez desde donde te quedaste. Tómate tu tiempo para hacer esto, y trata de recordarlo todos los días, vuelve a dejar que esas metas te emocionen, y una vez que recuperes tu motivación, asegúrate de no soltarla, y si lo llegas a hacer, recupérala otra vez.
Deja de dudar de tus capacidades:
Todos pecamos de no sentirnos suficientes en algún momento de nuestras vidas, es natural que aspiremos a más cosas, que tengamos expectativas absurdamente altas acerca de todo, lo cual desafortunadamente nos incluye a nosotros, por lo que terminamos cuestionandonos si somos lo suficientemente buenos o capaces para hacer algo, o incluso de si merecemos alcanzar ese algo para empezar.
Tenemos que dejar de idealizar todo lo que tocamos mientras alimentamos la idea de que no estamos lo suficientemente capacitados para hacer las cosas. Seamos honestos, si queremos estar capacitados necesitamos experimentar, pues la forma en la que verdaderamente aprendemos a hacer las cosas es haciéndolas, así que ¿Cómo quieres estar capacitado(a) para hacer algo que no te das la oportunidad de hacer? ¿Quieres aprender? Házlo, tal vez tienes la capacidad, tal vez no la tienes, pero nunca lo sabrás si no lo intentas. Un truco que puedes probar, es simplemente fingir: Actúa como si supieras lo que estás haciendo aunque no sea así, y antes de lo que te imaginas, habrás aprendido cómo se hace.
No te fuerces demasiado:
Como dije anteriormente, puede que procrastines porque te falta motivación o porque simple y sencillamente no te sientes bien, y está bien si es por eso, no se puede estar de humor todo el tiempo para hacer las cosas que tienes que hacer. Cuando sientas que alguna de estas dos causas te está frenando y aún así lo intentas de todos modos, lo más seguro es que no consigas otra cosa más que frustrarte.
Así que tómatelo con calma, no pienses que tienes que hacer las cosas a una hora del día en específico, y date la oportunidad de hacerlo a la hora que tú puedas hacerlo, y que te sientas con la motivación necesaria y un buen estado anímico, es decir, cuando sea que tengas ganas y estés de buen humor.
En caso de que sientes que a ninguna hora del día se cumplen estas condiciones, entonces tal vez sea momento de que hagas de tu bienestar tu prioridad, identifica qué es lo que te está estresando, causando ansiedad, o provocando cualquier emoción o sentimiento negativo que te esté bloqueando y trabaja en eso, a veces arrastramos con nuestros problemas a las actividades que tenemos pendientes de realizar, y eso es precisamente lo que nos impide completarlas.
Empieza poco a poco:
Agarrar un hábito puede ser un reto debido a que requiere una cantidad inmensa de fuerza de voluntad y disciplina, esto posiblemente ya lo sabías, y antes de que te frustres y pienses que vas a seguir procrastinando para siempre y que tal vez no conseguirás tus objetivos en la vida, déjame decirte que hay soluciones más sencillas de las que te imaginas.
No te sientas mal si al principio no quieres dedicarle ocho horas al día, cinco días a la semana a la actividad que tienes que hacer, tienes que entender que eso no te hace una persona floja ni incompetente, como a veces tu cerebro te quiere hacer creer. Lo importante para que te acostumbres a hacer una actividad con frecuencia no es obligarte a hacerla en sesiones largas e intensas día tras día; ¿Sabes qué es lo importante para acostumbrarte? Encontrar la forma de que disfrutes lo que estás haciendo.
Es más fácil tener la voluntad de hacer algo que te gusta todos los días, que algo que no te gusta todos los días. Encuentra la forma de disfrutar esa actividad y tendrás ganas de hacerla con más frecuencia; y no olvides dedicar períodos cortos de tiempo al principio e ir aumentando el tiempo y la intensidad de tus sesiones paulatinamente, lo anterior hará más fácil que disfrutes de lo que estás haciendo, y antes de que te dés cuenta podrás dedicarle más tiempo a esa actividad sin hacer ningún esfuerzo.
Conclusión:
Es normal procrastinar, no es el mejor hábito del mundo, pero todos somos culpables de ello en algún momento de nuestras vidas, lo importante es aprender a reconocerlo y comenzar a actuar para que no nos impida hacer las cosas que necesitamos hacer para alcanzar nuestros objetivos, así que recuerda tener en mente tu motivación, cuidar tu estado de ánimo, no ser tan duro o dura contigo, y agarrar nuevos hábitos con paciencia procurando en todo momento tu felicidad, y con el tiempo podrás dejar de procrastinar.
Una respuesta en “¿Cómo dejar de ser un procrastinador?”
Mi niña, te quiero y ya quiero leer el segundo libro☺😇