¿Las equivocaciones son algo negativo?:
El error es algo natural que nos cuesta trabajo ver de ese modo y aceptar cuando acontece porque puede representar una avalancha de cosas negativas para nosotros, y tiene sentido que lo sintamos de ese modo, pues durante toda la vida hemos sido adiestrados para ver cosas malas en las equivocaciones, ya que desde muy temprana edad en diferentes áreas de nuestras vidas se nos va enseñando la relación causa-efecto de las cosas, es decir, nos dicen que por todas las acciones que cometemos hay consecuencias, por lo que estamos acostumbrados a sentir repulsión por las consecuencias negativas y a evitar a toda costa las acciones que nos puedan llevar a dichas consecuencias.
Por ejemplo: De niños aprendimos a no portarnos mal porque si lo hacíamos seríamos castigados, por lo que portarnos mal podía ser un grave error que nos llevaba a un terrible castigo, por lo tanto, una vez castigados ¿Cómo nos íbamos a alegrar por haber llevado a cabo la acción que nos llevó a ese castigo?
Claro que aprendíamos del error tras el castigo y después de eso intentábamos no volvernos a portar mal, pues queríamos evitar ser castigados por ello, pero a pesar del aprendizaje que obteníamos de haber cometido el error, seguíamos viéndolo como algo negativo. Bueno, se podría decir que es precisamente ese mismo comportamiento el que mantenemos a lo largo de nuestras vidas: Somos como niños que son castigados después de portarse mal, y aprenden a no volverlo a hacer, porque ven la acción que les trajo el castigo como un error; y conforme vamos creciendo vemos cualquier acto que nos trae un resultado negativo como una simple equivocación por la que somos castigados.
Con lo anterior no propongo que cambiemos el sistema por el cual somos educados en la infancia, sino que como personas que ya pasamos esa etapa, aprendamos a dejar de ver la analogía: Error-castigo en cualquier acción que hagamos que tenga una consecuencia desfavorable. De niños nos enseñan las cosas de forma muy binaria como bueno y malo, pero conforme vamos creciendo somos capaces de digerir más matices entre esos dos antónimos, así que hay que dejar de ver las cosas de forma tan simplista como errores que nos traen castigos.
Es cierto que cada acción tiene su consecuencia, y que una acción con una consecuencia negativa puede ser considerada un error, pero no hay que ver al error como algo completamente negro, totalmente negativo, mencioné que podemos digerir más matices que sólo blanco y negro así que ¿Por qué no lo hacemos? ¿Por qué no vemos nuestros errores como colores grises, que sí nos trajeron cosas malas, pero también nos trajeron cosas buenas?
Y podrás pensar ¿Qué demonios tiene de bueno este error que cometí por el que ahora estoy sufriendo? Bueno, como dicen, no puede haber luz sin oscuridad, así que sí tiene que haber luz en esa oscuridad del error, y la primera en la que tienes que pensar es en la enseñanza que te dejó haberte equivocado.
¿Cómo sabes si aprendiste algo del error que acabas de cometer? Si no hubieras aprendido nada no te hubieras arrepentido de hacer lo que hiciste, y no tendrías miedo de volver a hacerlo ¿No lo crees? A veces el arrepentimiento de haber cometido errores y el miedo a repetirlos es la prueba de que aprendimos algo de ellos.
Levantarse después de la caída:
Supongo que todos hemos llegado a escuchar la frase de que no tiene nada de malo caerse, pues lo importante es levantarse, y es verdad, aunque pueda ser tan difícil en la práctica como para que esa frase resulte insignificante en nuestras vidas en los momentos en los que la deberíamos aplicar. Probablemente no es sencillo levantarse tras una caída, pero se puede hacer y es algo que vale la pena.
Las equivocaciones pueden tener una repercusión tanto en tu presente como en tu futuro, pero al final del día depende de ti cuánto dura la consecuencia o el castigo, como lo quieras ver, si tú tomas un error que ya cometiste que está en el pasado, y lo sigues arrastrando a tu presente y a tu futuro, lo único que estás haciendo es alargarlo aún más.
Tomemos como ejemplo la natación, cuando estás nadando es esencial que te relajes para poder flotar, si antes de entrar al agua, o ya estando ahí hubo o hay estrés, ansiedad o miedo, tu cuerpo se tensa, y si tu cuerpo se tensa hay una consecuencia en el futuro cercano, la cual es que en vez de flotar como una hoja terminas hundiéndote como una piedra.
Levantarse después de la caída es básicamente superar un error y seguir adelante, dejándolo en el pasado, es importante que no te tenses por aferrarte a errores ya cometidos que sólo hundirán tu presente y tu futuro, si ya cometiste un error, es cosa del pasado, déjalo ir, deja de obsesionarte con verlo como algo totalmente malo y ve las cosas positivas, concéntrate en lo que aprendiste del error, en los cambios positivos que puedes implementar a tu vida con dicho aprendizaje y dejando el error atrás, básicamente te tienes que perdonar a ti mismo o a ti misma y dejarlo pasar.
Acepta tus errores y perdónate por ellos:
No voy a mentirte, podemos cometer errores que parecen demasiado grandes, con castigos demasiado malos para nosotros, y cuando te enfrentes a ellos te darás cuenta de que una de las cosas más difíciles en este mundo es perdonarte a ti mismo(a) por tus errores, pero no te preocupes, porque no es imposible, sólo tienes que hacer el esfuerzo de ser amable contigo y ver el lado positivo para que aprendas del error, una vez hecho eso se vuelve más sencillo perdonarte por tus fallos.
Los seres humanos somos seres imperfectos, eso todo el mundo lo sabe, y resulta irónico, porque vivimos cada día esperando que todo nos salga perfecto, y he aquí la cuestión: ¿Por qué siendo imperfectos esperamos perfección en nuestras vidas? Tenemos que entender que eso no tiene ningún sentido, y aceptar el hecho de que en esta vida cometemos y vamos a cometer muchos errores, pero no es completamente malo, pues como mencionamos, podemos aprender de ellos y levantarnos después de la caída.
Lo anterior se vuelve especialmente difícil para las personas perfeccionistas, estamos familiarizados con el término “perfeccionista”, tal vez conoces a alguien así o tú eres así, y por un lado es bueno ser perfeccionista, porque la persona perfeccionista es aquella que siempre busca dar lo mejor y explotar el máximo potencial de las cosas, sin embargo, hay una verdad que al perfeccionista no le gusta afrontar, y esa es que ese máximo potencial, ese punto de perfección nunca va a llegar, así que a veces es mejor saber conformarse cuando ya se llegó al máximo potencial de algo, porque después de ese punto no hay más.
Es por eso que las personas perfeccionistas deben entender que nunca alcanzarán la perfección, y parte de eso implica aceptar que en la vida hay y habrá errores y fallos, así que lo mejor es aceptar lo negativo, aceptar la equivocación, y perdonarte después, lo anterior le costará más trabajo a la persona perfeccionista que a la no perfeccionista, pero para ambas, es algo que se puede alcanzar, de hecho se debe alcanzar, porque sólo aprendiendo a manejarte a partir de tus errores es que podrás sentirte pleno(a) en la vida.
Conclusión:
Cuando se trata de las caídas que tenemos no todo es malo, debemos de aprender a ser optimistas para que cuando nos equivoquemos nos enfoquemos en aprender de la equivocación y ser amables con nosotros mismos para perdonarnos por ella, no podemos ir por la vida esperando perfección y sin aceptar el hecho de que nos equivocamos porque eso sólo nos frustrará, ni mucho menos obsesionarnos con los fallos de nuestro pasado y cargarlos en nuestro presente porque afectará negativamente nuestro ahora y nuestro futuro, para los cuales tenemos dos opciones: Ahogarnos como una piedra por aferrarnos a nuestros errores, o flotar como una hoja por aprender a perdonarnos por los fallos que cometemos. Así que acepta tus equivocaciones, aprende de ellas, y empieza a perdonarte cuando las cometas.
Una respuesta en “Perdónate por tus equivocaciones”
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