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¿Cómo sobrevivir a tus emociones y sentimientos?

¿Cómo lidiar con mi ansiedad?

Introducción:

¿Qué es la ansiedad? Ese horrible sentimiento que viene como una acumulación de estrés,  que nos produce un nudo en el estómago, un miedo aplastante por lo que podría suceder mezclado con una sensación de que nada está bien ni lo estará, y un paralizante que nos congela e impide movernos, estar ansiosos significa un congelamiento de los sentidos, que no nos deja pensar con claridad, ni en cualquier cosa buena, así como tampoco nos deja reaccionar en una situación, y solo nos ahoga lenta y dolorosamente en todos nuestros pensamientos negativos y pesimistas.

Es como si nuestro cerebro fuera una planta en el bosque siendo bombardeada por una tormenta eléctrica, y los rayos que fríen nuestro órgano nos recordaran a cada segundo que todo está mal, que todo puede salir mal, y que sentir angustia es la única posibilidad en el momento. 

Identifica los estímulos de tu ansiedad:

Todos estamos familiarizados con la ansiedad, y por supuesto tenemos claro que es un sentimiento horrible, pero la pregunta es: ¿Cómo nos deshacemos de ella? Hay que considerar a la ansiedad como un problema más de nuestra vida cotidiana, y como todo problema, este tiene una causa, y la causa puede ser la llave que abra la puerta a la solución.

Por más difícil que sea (ya que la ansiedad nubla nuestro juicio y raciocinio), debemos comenzar a relajarnos por un instante, sólo respira de forma lenta y profunda durante unos minutos para calmarte un poco mientras comienzan un trabajo de introspección que te ayude a identificar el o los estímulos estresantes que te están induciendo ese sentimiento de ansiedad.  

Una vez identificados esos estímulos podemos ordenarlos según su prioridad, cómo mencioné la ansiedad es un sentimiento producido por varios estímulos estresantes, por lo tanto, pueden ser varias las cosas que nos están angustiado, entonces, ponerlas en una lista de la más importante a la menos importante, nos ayudará a ir resolviendo cada problema del más grande al más chico para así eliminar la ansiedad hasta el final. 

Suelta la tensión mientras los cosas se resuelven:

Como expliqué previamente en mi entrada: Consejos para lidiar con el estrés: “La clave para combatir el estrés no es mantener la tensión hasta que el problema se vaya, sino soltarla mientras este se soluciona”, lo mismo aplica para combatir la ansiedad, como son varios los problemas que nos afligen y nos ponen ansiosos, son varias las soluciones que tendremos que ir aplicando, así que si los problemas toman su tiempo para resolverse, ¿Qué sentido tiene estar ansiosos durante todo ese lapso de tiempo, si eso ni siquiera contribuye a la solución de nuestros problemas?  

Entiende que la ansiedad es solo una exageración:

En la literatura y los medios visuales existe una figura retórica llamada hipérbole, la hipérbole tiene como fin producir una exageración, agrandar la importancia de alguno de los elementos de la poesía, narrativa o imagen al aumentarlos en tamaño o alguna otra característica.  

Si hacemos una relación entre la ansiedad y la hipérbole, nos podemos dar cuenta de que la ansiedad no es más que una hipérbole, ¿Por qué? Porque una de las características de la ansiedad es que esta viene con sentimientos de angustia y preocupación por el futuro, y tales angustias y preocupaciones vienen de una imaginación humana que las exagera.

Es por lo anterior que la ansiedad puede ser resumida como una angustia o preocupación exagerada con respecto al futuro.

Siempre que estamos en una situación negativa, nuestra imaginación se dispara en un intento de predecir el futuro, y lo predice en base a una exageración desmedida de la realidad que nos convence de que algo malo va a pasar.

Sin embargo, una cosa que vale la pena tomar en cuenta, es que cuando te pones a analizar los productos de tu imaginación y detectas las hipérboles de la misma, te podrás dar cuenta de que la ansiedad incluso puede ser un sentimiento irracional e infundado. 

Actúa como si no sintieras ansiedad:

Una cosa que puedes hacer cuando experimentas ansiedad, es el siguiente truco: Actuar cómo si no sintieras ansiedad. Cómo mencioné previamente, la ansiedad te paraliza y afecta tu juicio y raciocinio, por lo tanto, también limita tu actuar, sólo piénsalo¿Te ha pasado que cuando estás ansioso(a) te frustras porque no logras resolver los problemas que te están afectando?

Lo anterior podría suceder debido a que como no puedes pensar con claridad, tampoco eres efectivo o eficiente a la hora de resolver esos problemas, pero imagina que pudiéramos quitar la ansiedad, al sentirte más calmado(a) cómo consecuencia, podrías resolver tus problemas de forma mucho más rápida y fácilmente. 

Entonces, si nos basamos en esa lógica, ¿Por qué no intentas fingir que no tienes ansiedad? Pregúntate a ti mismo(a) qué harías si no sintieras ansiedad, y hazlo, no importa que esto no elimine tu ansiedad, porque si lo haces podrás resolver los problemas que están causando tu ansiedad en primer lugar, y mientras más rápido los resuelvas, más rápido dejarás de sentir ansiedad.

Prueba distraer tu mente:

Otro truco que puedes probar para manejar tu ansiedad, es simple y sencillamente distraer tu mente, ya sabes lo que dicen: “Ojos que no ven, corazón que no siente”. Tal vez solo tienes que olvidarte por un rato de todos los problemas que te afligen y del hecho de que sientes ansiedad para dejar de sentir ansiedad, así que trata de dirigir tus pensamientos y energía hacia otras cosas, mantente ocupado(a) en otras actividades y pronto dejarás de sentirte así.

Conclusión:

Sufrir de ansiedad es completamente normal, después de todo es producto de nuestro instinto de supervivencia, es nuestra naturaleza tratando de mantenernos a salvo, sin embargo, no deberíamos de normalizar el pasarnos todo el tiempo ansiosos, sintiéndonos mal, o incluso enfermandonos por ello, ya que no hay que olvidar que el estrés y la ansiedad pueden llevarnos a sufrir enfermedades.

Nuestra imaginación interpreta la realidad como una composición de hipérboles y nos induce ansiedad, a veces por causas que no tienen sentido, pero lo que es real es que necesitamos una vida con el mínimo de ansiedad posible para poder sentirnos bien y funcionar en nuestra vida cotidiana, así que prueba identificar los estímulos de tu ansiedad para hacer algo al respecto, date cuenta de en qué está exagerando tu ansiosa imaginación para que no te angusties por cosas insignificantes, actúa como si no sintieras ansiedad, y distrae tu mente cuando la sientas, y tal vez aplicando estos trucos, puedas comenzar a tener el control sobre tu ansiedad en vez de que tu ansiedad tenga el control sobre ti.

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Taller literario

¿Cómo comenzar a escribir mi worldbuilding?

¿Qué es el worldbuilding?

La palabra worldbuilding, viene del inglés y significa literalmente “construcción del mundo”. Worldbuilding es además un término que se utiliza en el mundo de la literatura para designar a todo el proceso que conlleva la creación creativa de un mundo donde acontece una historia ficticia. 

Dicha historia puede provenir de una novela, cuento, guión, o cualquier otro medio escrito del storytelling (el storytelling es otro término en inglés que significa literalmente “contando una historia”, por lo que designa a un medio que tenga cómo función contar una historia).

Vivimos en un mundo repleto de historias que son consumidas por medio de libros, películas, videojuegos y otros medios de entretenimiento, y todos narran historias que son productos de la imaginación humana, por consiguiente nos dan también nuevos mundos para explorar, ya que toda historia proviene de un mundo particular.

La importancia del worldbuilding:

Para comprender mejor el papel del mundo de la historia, plantearé una analogía historia-obra teatral: Contar una historia es cómo presentar una obra de teatro ante un público, y la obra de teatro no se trata sólo de contar una serie de acontecimientos, sino también de crear una atmósfera para los mismos.

Supongamos que tienes a tus personajes actuando frente a la audiencia, pero no les diste utilería, ni el vestuario o maquillaje acordes al contexto que están actuando, tampoco hay escenografía, por lo que el espectador no puede ver en dónde están los personajes a los que ven. Si bien, la actuación de los personajes puede dar una idea de dónde se encuentran, no están presentes los elementos que dan la atmósfera de la historia.

Podemos afirmar que contar una historia sin un mundo, es equivalente a querer presentar una obra teatral sin escenografía, utilería, vestuario ni maquillaje, sin atmósfera básicamente. Es por lo anterior que el crear la atmósfera es tan importante, puesto que le da un contexto a los personajes y a las situaciones a las cuales se enfrentan, además de que ocasionalmente los conflictos a resolver tienen relación con el mundo en el que están planteados, no únicamente con los personajes en sí. 

El worldbuilding implica también que tienes la responsabilidad de construir un mundo desde cero en todos sus aspectos: Hacer una sociedad, darles alguna religión, implantarles un sistema de creencias, determinar sistemas políticos y económicos que funcionen dentro del mundo, y en términos generales una atmósfera completa para tu historia.

Es por todo lo anterior que te invito a dedicar el tiempo justo y suficiente para el proceso de creación del mundo de tu historia, ya que es lo que transporta al lector a las aventuras que le cuentas, las personas recuerdan las historias que consumen principalmente por los mundos que presentan, estos son el gancho, lo que los cautiva, lo que atrapa su atención.

¿Por dónde comenzar?

A la hora de trabajar en tu worldbuilding te darás cuenta de que el flujo de tus ideas no necesariamente tendrá un orden en específico, es decir: Las cosas se te irán ocurriendo en desorden, tú tendrás que ordenarlo todo después. Ya que el worldbuilding no tiene un orden específico, no hay una lista de pasos a seguir, tú los tienes que ir formulando en la marcha.

Así que no te claves con un orden, si tú por ejemplo quieres trabajar los aspectos políticos y luego los sociales, tal vez se te ocurra las cosas al revés, así que ¿Qué te recomiendo que hagas? Toma notas de tus ideas como vayan llegando para evitar que se te olviden, y cuando tengas los aspectos políticos y sociales, los ordenas cada uno por un lado y si quieres trabajar con los sociales primero lo haces. 

Durante el proceso es posible que te sientas abrumado(a) por la cantidad de aspectos que quieres abordar y la cantidad excesiva o escasa de ideas que vayas generando, no te preocupes, es completamente normal que te sientas así, tal vez incluso te bloquees.

Si te llegas a abrumar o a bloquear, yo te recomiendo que no seas tan crítico contigo mismo(a), piensa que todas tus ideas son válidas y pueden ser útiles, así que no las descartes en un ataque de perfeccionismo o de preocupación por qué no encajen unas con las otras, lo que debes hacer es registrar cada idea, ya habrá tiempo de elegirlas y descartarlas cómo mejor convenga. 

¿Cómo seleccionar mis ideas para el worldbuilding?

Todos tenemos cientos de ideas todos los días, sin embargo, no todas ellas nos llaman la atención o resultan en acciones, a veces se quedan en simples pensamientos con los que nunca hacemos nada. Algo muy similar ocurre cuando estamos trabajando en el worldbuilding de nuestra historia, podremos tener un millón de ideas, pero de ese millón solo utilizamos una pequeña parte. La cuestión es ¿Cómo decidimos sobre cuáles ideas trabajar y cuáles dejarlas como simples pensamientos en nuestra mente? 

Existen dos posibles aproximaciones para determinar la respuesta a dicha pregunta, la primera consiste en enlistarlas todas, escribe todas las ideas que se te ocurran para tu worldbuilding, no importa qué tan descabelladas puedan sonar o si crees que unas no encajan con las otras, solo enlístalas para tenerlas todas presentes, luego trabaja cada una de forma superficial, es decir, si por ejemplo una de tus ideas fue que en tu mundo de fantasía haya dragones, tan solo responde en unas pocas líneas ¿Qué harían dichas criaturas en este mundo? ¿De qué te sirven? ¿Qué te gustaría hacer con ellas? No hace falta que escribas una justificación de diez páginas sobre la idea de poner dragones en tu historia, sólo responde qué harías con estos dragones en unos pocos renglones.

Repite el paso anterior con todas tus ideas, y ya que hayas recolectado toda esta información sobre qué podrías hacer con las ideas que se te ocurrieron, procede a tratar de unirlas unas con otras, ahora es el momento de que veas qué encaja con qué, o qué no encaja, y con las ideas que al final no encajen tienes dos opciones: O la eliminas o haces modificaciones, ya sea a la idea que no encaja con el resto, o a las ideas con las que quieres que encaje está idea que desencajó.

Haz esto con todas las ideas, al final tendrás una especie de rompecabezas de ideas, este será el esqueleto de tu worldbuilding, una vez que lo tengas ya podrás explayarte más con todas tus ideas para continuar armando tu mundo. 

Sobre la investigación:

Otro aspecto importante sobre tu worldbuilding es la investigación, todos hemos investigado cosas a lo largo de nuestras vidas, desde que las tareas escolares que nos dejaban hasta las preguntas curiosas que tenemos en nuestro día a día, vivimos en la era de la información, contamos con múltiples medios de comunicación y estamos en un constante intercambio de ideas y conceptos, es por todo lo anterior que es normal e incluso natural para nosotros investigar cosas, puesto que no es nada a lo que no estemos acostumbrados.

Entonces, investigar para nuestro worldbuilding debería ser relativamente sencillo, así que hay que pensarlo como un proceso de buscar información de nuestro interés que esté relacionada a las ideas que hemos planteado inicialmente, después de todo tenemos todos los recursos a nuestra disposición: Revistas, noticias, artículos de divulgación científica, documentales, sitios web, vídeos, entre muchos más.

Ahora podrás preguntarte: ¿Qué tanto tenemos que investigar? Bueno, eso depende, si por ejemplo escribes ciencia ficción, podrías basarte en el subgénero para tomar la decisión: ¿Es ciencia ficción blanda? Entonces tú investigación no tiene que ser tan profunda porque la mayor parte de la información es contenido de fantasía, y sólo una mínima parte es ciencia real; por el contrario: ¿Es ciencia ficción dura? Entonces tú investigación deberá ser más profunda porque la mayor parte de la información es ciencia real, y sólo una mínima parte es contenido de fantasía.

O simplemente podrías partir de las preguntas: ¿Qué tanto me interesa investigar? ¿Qué tanto me llaman la atención estos temas? ¿Me gustaría usar más de esta información para construir mi mundo? Una vez que hayas determinado esto y terminando de recolectar toda la información que deseas, puedes proseguir seleccionando tus ideas, recuerda que es posible que no utilices absolutamente toda la información que hayas investigado, al igual que tal vez no utilizaste absolutamente todas las ideas que se te habían ocurrido, así que sólo sigue tres simples pasos con la información: Investiga, comprende y selecciona.

Ahora, sé que dije que investigar era relativamente sencillo, sin embargo, te estaría mintiendo si no te mencionara que también puede resultar bastante complejo, ya que dependemos de un cierto nivel de comprensión para poder trabajar con la información que vamos absorbiendo de diferentes fuentes, debo admitir que cuando trabajé mi universo de ciencia ficción y decidí cambiar la ciencia ficción blanda por una historia con más contenido científico (que por cierto me obligó a replantearme todo mi universo y editarlo exhaustivamente), tuve que investigar mucho más y hubo momentos malos en los que me sentía abrumada por tanta ciencia, no entendía muchas cosas y no tenía idea de cómo unir todas las ideas que tenía y el contenido que iba investigando.

Por lo tanto, me gustaría decirte que es normal que durante la investigación, sientas abrumación, confusión, cansancio o frustración, sólo recuerda que el punto de todo esto es disfrutar por lo menos la mayor parte, si hablas de ciertos temas es porque te interesa, así que no deberías sufrir de sobremanera durante tu investigación, si en algún momento sientes que es demasiado el malestar que te provoca, tal vez deberías replantearte las posibilidades o de no investigar tan a fondo, o de modificar tus temas para encaminarte a otra dirección que te guste.  

Conclusión:

Finalmente el worldbuilding es un proceso que implica hacer una lluvia de ideas, una investigación, y al final una selección masiva de contenido en la que buscas armar el rompecabezas de tu mundo o universo. Es un proceso que si bien, puede resultar largo, complicado, y laborioso, vale la pena cada segundo que inviertas en él, vélo como una inversión para tu historia, incluso si gastas mucho tiempo en elementos que al final decides no utilizar, o el resultado que vayas obteniendo no te convence del todo, tú ten presente que todo se puede corregir en todo momento.

Personalmente, yo duré cerca de un año trabajando en el worldbuilding de mi primer libro de ciencia ficción, y más adelante luego de unos borradores de mis primeros tres libros, hice una edición exhaustiva y profunda del mismo, en la que corregí partes que no embonaban del todo con el resto, agregué elementos y mejoré todo lo que vi como oportunidades para que fuera aún mejor.

Así que tómate el tiempo que necesites, complícate todo lo que tengas que complicarte para trabajarlo, y perfecciónalo tanto como desees. Cómo decía mi antíguo profesor de artes marciales: “Todo se puede mejorar”.

Así que si no todo sale bien, corrígelo, y si no te satisface del todo y crees que podría ser mejor, mejóralo, recuerda que hacer el worldbuilding es como hacer una escultura, puedes agregar, quitar, y modelar el material a tu gusto para crear la forma con la que tanto soñaste, así que disfrútalo, porque es la parte más divertida de hacer una historia.

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Arteterapia

¿Por qué interesarse en el arte?

Introducción:

Todos alguna vez hemos tenido contacto con el arte: Quizás hemos ido a museos, admirado pinturas o esculturas, leído libros, contemplado danzas, escuchado música, visto obras de teatro o ido al cine. O quizás hemos sido más que espectadores, hemos llegado a dibujar, a cantar en la ducha, o practicado alguna actividad cultural.

El arte es el fenómeno de nuestra vida donde transitamos constantemente entre la posición de espectador(a) y artista, pues algunos días produciremos mientras que otros sólo observaremos lo que los demás hacen, sin embargo, al final del día, el arte es parte de nuestra vida diaria aunque no siempre nos demos cuenta.

Las artes visuales, audiovisuales, escénicas, o literarias, y de todas las ramas están en nuestra vida todos los días de alguna forma, intenta un día prestar atención a los productos que consumes y las actividades que realizas para que notes en cuántas de ellas se encuentra el arte.

¿Qué es el arte?

Ya que tenemos una noción del fenómeno, vale la pena preguntarse qué es el arte, pero debo advertirte que no existe una respuesta absoluta y definitiva y a decir verdad, no sé si algún día haya una. A lo largo de la historia ha habido múltiples pensadores corrientes, y movimientos artísticos, cada uno con su propia ideología y concepto de arte; los críticos del arte han debatido y continúan debatiendo la artisticidad de determinadas obras y artistas cada cierto tiempo, por lo que el título de arte para ciertas obras puede ser flexible.

El arte siempre formó parte de la vida esencial de las diferentes culturas a lo largo de la historia, desde la prehistoria hasta el arte de la antigua Grecia, en la cual ni siquiera existía el término arte, lo más parecido que tenían era la palabra techné, la cual incluía diversos oficios como la carpintería, creación de zapatos, poesía, medicina, escultura y épica, ya que techné se refería a la destreza de hacer algo, a la habilidad. Por lo que cuando en nuestra vida cotidiana alguien admira a una persona por su habilidad en alguna actividad y lo denomina arte, a pesar de que no entraría en la categoría de arte de manera formal, si entra si se considera al término techné. 

 Actualmente el arte de las antiguas culturas y civilizaciones son monumentales minas de información para los historiadores y científicos, pues representa grandes legados culturales que contienen el estilo de vida y comportamientos propios de las épocas a las cuales pertenecen, por lo que actúan como cápsulas del tiempo; y en lo que refiere al arte contemporáneo, este nos explica el estado de nuestra época actual. 

El filósofo Platón creía que el alma es en parte divina y en parte mortal, y es nuestra parte divina la que despierta ante la visión de la belleza, por lo que define al arte como un ideal, bello, armónico, sensible, vital, y con participación mística; incluso sugirió un mundo ideal donde el arte bello es arte democratizado.

Sin embargo, es relevante considerar que la belleza no es la única categoría estética que puede adoptar el arte, el arte abyecto cree que si la sociedad es inmoral, entonces el artista no tiene porqué hacerle arte bello, por lo que el arte será una denuncia, obtendrá inspiración de la guerra y hablará sobre lo vil, la tortura corporal, y la repugnancia, ya que mientras se vea repugnante y no bello, cumplirá su objetivo.

Para el arte del renacimiento, el arte era humanista y tenía al humano como el centro de su representación. Los impresionistas por su parte, consideraban al arte como una representación objetiva de la realidad, es decir, al igual que muchas culturas previas, mimetizaban las formas del mundo visible, y en este caso las representaban con un alto nivel de iconicidad. 

Herbert Read en su libro Imagen e idea dice que: “El arte es un esfuerzo para perpetuar o registrar sentimientos”, por lo que este autor cita al filósofo Collingwood con su idea de “La corrupción de la consciencia”, la cual dice que el arte es un medio exclusivo para los sentimientos, y que en el momento en el que el artista mete sus pensamientos en su obra, está metiendo también la filosofía, la cual no concierne al arte y por ende está corrompiendo su conciencia artística, es decir: El arte es para sentimientos no pensamientos, o en palabras más simples que una vez oí de un profesor: “Una pintura no es un ensayo”.  

Si exploramos el arte contemporáneo podremos darnos cuenta de que ni siquiera en los movimientos de vanguardia se han puesto de acuerdo todas las corrientes sobre cómo es la mejor manera de definir al arte: Para los expresionistas, el arte era una representación subjetiva de la realidad objetiva, una distorsión o deformidad con bajo nivel de iconicidad. Para el cubismo el arte es una abstracción que geometriza las formas visibles, contrario al modelo renacentista que colocaba a los objetos en una perspectiva central, este buscaba deformarlos para así dotarlos de tridimensionalidad, movimiento y energía. 

Para el arte abstracto, el arte es la negación de la representación, y la búsqueda de la pureza y la experimentación que generan un ritmo visual. Para el arte constructivista, el arte era aquel que nunca representaba al ser humano, pues a diferencia del renacimiento cuyo centro de la representación era el ser humano (como producto del humanismo); el constructivismo quería deshumanizar al arte y sacar al humano de su centro de representación, pues las guerras habían demostrado que el ser humano era un ser destructivo, y el objetivo era guiar al humano a un futuro mejor, no enaltecerlo. 

Para el dadaísmo, “dadá” significa literalmente nada, por lo que el arte es un concepto más que una representación, por ello es que el arte será efímero, no buscará ser bello ni trascendente, sino sólo ser pasajero mientras trastorna a la belleza y rechaza lo sublime. Para el surrealismo el arte es una revolución del inconsciente, que se centra en el desocultamiento del subconsciente, ese espacio de la mente que aloja cosas reprimidas, temores, y deseos, lo más instintivo de la naturaleza humana, por lo que este arte muestra mundos oníricos, carentes de sentido y de lógica, pues muestra el lado invisible del ser humano. 

Para el Pop Art, el arte es una representación de la cultura de masas por medio de imágenes publicitarias y audiovisuales. Para el minimalismo el arte es la utilización de elementos mínimos y básicos como colores puros, figuras geométricas, y un lenguaje sencillo en general. 

Para el performance el arte gira en torno a la experiencia del cuerpo, ya que el cuerpo humano es el objeto para producir arte efímero y significativo. Para el arte urbano, el arte debe ser una representación de los problemas que inquietan a la sociedad, y estar en un espacio público que democratice la idea misma del arte. Para el conceptualismo el arte es algo tan simple como una idea, un concepto, el cuál se manifiesta a través de un objeto común que remite a la idea del arte.

Han pasado siglos de vida y arte, donde grandes artistas, filósofos, pensadores y expertos de diversas áreas, así como personas comunes se han cuestionado qué es lo que el arte engloba, qué es lo que el arte debería ser, cuál es el trabajo de un artista. Sin embargo, no hay una respuesta, sino mil, y la respuesta correcta depende de tu subjetividad, es decir, la respuesta correcta, es simple y sencillamente la que tu creas correcta, no esperes que alguien venga y te diga lo que es o no es arte, pues la definición del arte es cómo un camaleón, se la pasa cambiando de color a cada rato. 

¿Por qué debería interesarme el arte?

Si bien carecemos de una definición absoluta y definitiva del arte, sabemos que el arte es producto de nuestra sensibilidad humana, es la representación de la realidad con la que vivimos y que queremos externar, puede etiquetarse en múltiples categorías estéticas, períodos históricos y movimientos de vanguardia. 

Sin embargo, una cosa en común que tienen todas las artes es que así como parten de una realidad subjetiva, se interpretan con una realidad subjetiva, es decir, al apelar a nuestra sensibilidad y pensamientos, tendrá significados diferentes para cada persona que se cruza con el mismo, por ejemplo: un libro provocará diferentes ideas y reacción sensible a cada persona, y está bien, porque esa es la idea, por lo tanto, el arte influye en nuestras vidas todo el tiempo, 

Por eso es que el arte está en constante cambio y evolución, está en movimiento y nunca estático, pues es una invención humana, y no hay una definición absoluta y definitiva del ser humano, ¿Así que porqué habría de haber una para el arte? Pero dejando de lado nuestro maravilloso fenómeno indefinible, me concentraré en la interpretación del arte, como dije, este producirá diferentes reacciones sensibles, pues está pensado para apelar a tu lado humano, a tu lado más emocional, sentimental y vulnerable.

¿Qué acaso el arte no es fascinante considerando todo esto? ¿Considerando cómo adopta miles de identidades con el paso de los años? El arte es complejo y sensible, como las personas, es una extensión de nosotros, forma parte de nuestra identidad histórica, cultural e individual, por lo que es un fenómeno digno de interés por nuestra parte, pues es un fenómeno que nosotros creamos, así que ¿Por qué resistirnos a consumirlo?

Sólo vive el arte:

Una forma personal que tengo de ver el arte es cómo medicina, pues el arte tiene el poder de hacernos sentir mejor, sanar heridas, ser mejores personas, influenciar nuestros modos de pensar, sentir y actuar para encaminarnos de formas más positivas. Las artes reactivan la humanidad, impulsan la mente, te dan emoción y sentimiento, te preparan para la ecuación de la existencia al mantenerte en movimiento, al llevarte del llanto a la risa, te recuerdan que no eres una constante sino una variable al igual que todo, y te hacen sentir con vida. Es por todo lo anterior que yo te propongo lo siguiente: Consume y crea arte, y eso te hará feliz.

Referencias:

Brea. J. L. Cambio de Régimen Escópico: Del inconsciente óptico a la e-image. 

Danto. A. C. El abuso de la belleza: La estética y el concepto del arte. España: Paidós.  

La vanguardia intratable. 

Read. H. Imagen e idea: La función del arte en el desarrollo de la consciencia humana.

Sánchez. N. L. J. Historia del cine Teoría y géneros cinematográficos, fotografía y televisión. Madrid: Alianza Editorial. 

Shiner. L. La invención del arte.

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¿Cómo sobrevivir a la automutilación?

Odiarte no es justificación para hacerte daño

¿Por qué te odias tanto?:

A veces la persona a la que más odias en el mundo es la que te devuelve la mirada en el espejo, la que duerme en tu cama, comparte tus pensamientos, emociones y sentimientos,  sentimientos a veces esa persona, eres tú. Pero ¿Por qué sientes eso, por qué no puedes quererte, por qué estás rebosando de tanta ira y odio hacia tu propia persona? 

Pareciera una pregunta muy simple, pero su respuesta tan difícil de obtener se siente compleja y distante, pues a veces no nos entendemos a nosotros mismos y solo sabemos de nuestra convicción de que sentimos aversión hacia nosotros mismos. Podemos tratar de comprender el por qué de nuestro odio si consideramos tres esferas de nuestras vidas, tres tiempos: presente, pasado y futuro, cada una de las cuales tiene un peso que nos produce dicho sentimiento.

Comencemos por la esfera del pasado, todos tenemos un pasado, y ocasionalmente tenemos una relación negativa con el mismo, ¿A qué me refiero con esto? Que el recordar nuestro pasado nos produce una reacción negativa, pues genera sentimientos como vergüenza y arrepentimiento, nos hace decepcionarnos de nosotros mismos y afecta directamente nuestra autoestima y autoconfianza (capacidad de amarnos a nosotros mismos y confiar en nosotros para desempeñar diversas actividades en nuestras vidas).

Ocasionalmente cuando tenemos una relación negativa con nuestro pasado lo terminamos arrastrando a nuestro presente y futuro, condenando estas dos esferas de tiempo. A lo que me refiero es que nos obsesionamos con el pasado, no lo dejamos ir, y eso influye en cómo nos sentimos y actuamos ahora mismo, y también cómo nos sentiremos y actuaremos más adelante.

De un modo similar, cuando tenemos una relación negativa con nuestro presente, nos sentimos mal con nosotros mismos, reducimos nuestros niveles de autoestima y autoconfianza, y al sentirnos mal con nosotros mismos y nuestras vidas ahora condenamos nuestro futuro, provocamos una relación negativa con dicha esfera. 

Es decir, si ahora estamos insatisfechos y nos sentimos mal, nuestras expectativas para mañana, la próxima semana, mes o año también se inundan de insatisfacción y malestar, si en el presente no nos gusta, nos frustramos creyendo que nuestro futuro tampoco nos va a gustar, por lo que perdemos nuestras esperanzas e ilusiones. Si esto te está sucediendo, déjame decirte una cosa: Deja ya de recurrir a los recuerdos de los malos momentos y fracasos, porque no hay un límite de errores para comenzar a mejorar tu camino, tal vez el ayer fue un desastre, pero no por eso hoy y mañana tienen que serlo también.

Tal vez en este preciso momento tienes una relación negativa con tus tres esferas de tiempo, te avergüenza tu pasado, te disgusta tu presente y no tienes ni la más mínima esperanza para tu futuro, quizás de ahí que te odies a ti mismo(a). Y cuando te odias es probable que pienses que no mereces nada bueno, y quieras castigarte, quieras dañarte, tal vez es por eso que piensas en recurrir a la automutilación, es por ello que te propongo que te plantees tus tres esferas de tiempo de un modo diferente para tener una relación más positiva con las mismas, piensa que el pasado ya pasó, el presente es una oportunidad, y el futuro es tu derecho. 

Reconcíliate contigo mismo(a):

Tienes que hacer las paces con tu pasado para poder seguir adelante; debes aceptar tu presente sin resignarte a las malas situaciones que se te puedan presentar y caer en la frustración (Lee aquí mi entrada ¿Qué es la frustración?¿Cómo lidiar con la frustración?); y sobre todo es de suma importancia que te permitas a ti mismo(a) tener esperanzas e ilusiones para tu futuro y no sólo melancolía y pesimismo. 

Recuerda que el sufrimiento es una elección a la cual nos encaminamos de manera inconsciente por medio de nuestras propias decisiones, así que comienza por cambiar tus decisiones, olvídate de esa idea de hacerte daño, puesto que no te llevará a ningún lado, no cambiará nada, no te hará sentir mejor.

Trabaja en tu autoestima:

Seamos honestos, para que cuides algo, primero tienes que amar a ese algo, a lo largo de nuestra vida, como seres humanos desarrollamos conexiones emocionales por otras personas, lugares o cosas, y cuando tenemos dicha conexión emocional es fácil que se desarrolle un sentimiento de amor y apego, y ¿Qué pasa cuando sentimos amor? Tenemos el instinto de cuidar el objeto de nuestro amor.

Es decir, si tu por ejemplo amas a algún familiar, vas a querer cuidar de ese familiar, si amas a tu mascota, vas a querer cuidar de esa mascota; si amas una planta, vas a querer cuidar de esa planta, o si amas un lugar, vas a querer cuidar de ese espacio. En resumidas cuentas procurarás el bienestar y la felicidad de aquel o aquello que te produzca amor, es un instinto por el que te has guiado múltiples veces, incluso ahora es muy probable que lo hagas sin darte cuenta, sólo piensa en todas las personas, lugares o cosas por las que al sentir alguna clase de afecto, has hecho algo por cuidarles y que estén bien. 

¿No crees que sería lindo que te amaras a ti también para que te pudieras cuidar? Te voy a decir una verdad que puede ser triste si en este momento tu autoestima no está en las mejores condiciones, pero tienes que oírla: Jamás vas a cuidar de ti, ni a estar bien contigo mismo(a) si no comienzas a amarte.

Existe una persona que puede amarte, cuidarte y procurar que estés bien, y esa persona eres tú, así que ámate del mismo modo en el que has amado a otros a lo largo de tu vida. Sé que los cambios en tu autoestima no ocurrirán de la noche a la mañana, toma tiempo, así que empieza a tomarte tu tiempo para aprender a aceptarte cómo eres, a darte cuenta de que eres un ser muy especial y único, y de que no mereces ser odiado y maltratado, mucho menos si esa persona que tanto te odia y maltrata eres tú (Lee aquí mi entrada: Tengo mala autoestima ¿Qué debería hacer para más consejos de autoestima). 

No porque te odies mereces un castigo:

Por último quiero decirte que es completamente normal que cuando tienes baja autoestima y te odias a ti mismo(a) tu mente comience a generar pensamientos malos que te hacen creer que mereces que te pasen cosas malas, que mereces un castigo, y que mereces ser tú quién ejecute dicho castigo. 

Cada vez que pienses que mereces la automutilación, que te pase las peores cosas, y que no mereces nada bueno en esta vida, quiero que recuerdes que eso no es cierto, tú vales mucho y un día te darás cuenta de eso cuando comiences a amarte más, sólo tienes que empezar a cuidar de ti como si te quisieras, y un día sin darte cuenta te habrás empezado a querer; una vez que eso pase finalmente habrás dejado de odiarte tanto y cuando sepas lo mucho que vales entenderás que no hay nada de malo contigo, no existe ninguna obsesión de tu pasado, ni inconformidad con tu presente, ni desilusión con el futuro que valga lo suficiente para que te lastimes; y el día en el que finalmente decidas aceptar que mereces lo mejor de esta vida, va a ser el día en el que dejes de pensar siquiera en hacerte daño. Y no te angusties, porque yo sé que tienes la capacidad de hacer que ese día llegue muy pronto. 

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Autoestima, Autoconfianza, Autoaceptación

Tengo mala autoestima ¿Qué debería hacer?

Introducción:

La autoestima, ese estado de la condición humana de satisfacción plena con la identidad propia, así como de orgullo y entusiasmo por la misma, son esos momentos, esos períodos de nuestras vidas donde nos aceptamos completamente y sin condiciones, donde nos amamos y no cambiaríamos el ser nosotros mismos por nada en este mundo.

¿Suena hermoso no? Si tan solo fuera una realidad para nosotros, si tan solo no estuviéramos llenos de vergüenza, aversión, y rechazo hacia nosotros mismos, si tan solo nos gustáramos cómo somos, pero ni siquiera eso, porque vivimos cada día pensando en todo lo que está mal con nosotros, en todo lo que odiamos y desearíamos cambiar de nuestra identidad, desde lo superficial que nos devuelve la mirada en el espejo por las mañanas hasta lo más profundo de nuestras almas, mas nunca pensamos siquiera en lo que podemos amar de nosotros mismos.

Pues a veces pareciera que no hay nada que nos guste, nada digno de amor, aceptación, mucho menos orgullo, a veces nosotros mismos somos las personas por las que más desagrado sentimos. Está claro que una de las peores cosas que podemos sentir hacia la propia persona es el rechazo, pero ¿Cómo pasar de una reacción que se siente tan congruente considerando nuestra situación a eso que llaman buena autoestima?

Amar lo negativo de nosotros mismos:

Admitámoslo, es muy fácil decir que debemos amarnos y aceptarnos a nosotros mismos, pero no es igual de fácil hacerlo, Así que ¿Cuál es la manera de lograrlo? Recientemente abordé el tema de la negatividad, cómo este fenómeno nos ciega de la realidad al mostrarnos un sólo aspecto de la misma, (Lee aquí mi entrada: ¿Cómo tener pensamientos positivos?)

En resumidas cuentas, hablé de que debes aceptar la negatividad de la vida, sentirte en paz con ella pero sin resignarse a la misma, entendiendo que el cambio para bien siempre es una opción; del mismo modo darte cuenta de que todas las situaciones tienen aspectos positivos y negativos, no hay nada completamente positivo o negativo, y mientras más rápidamente lo entiendas, más prontamente podrás ver también el lado positivo para así comenzar a actuar y resolver problemas así como ir borrando la negatividad para alcanzar lo mejor de toda situación.

En el caso de la autoestima, pasa algo muy similar, debemos aceptar que somos seres a blanco y negro, con virtudes y defectos, aceptar los defectos sintiéndonos en paz con los mismos (no necesariamente resignándonos a ellos de forma permanente), para así enfocarnos en lo positivo y como convertir lo negativo en algo positivo sin perder el enfoque objetivo de la realidad.

El aprender a aceptar lo negativo de nosotros mismos sin dejar que eso nos deprima, hace que se vuelva muchísimo más sencillo pasar de la aceptación al amor propio, hace que esa delgada línea se difumine, tan sólo haz la prueba, piensa en todas las cosas negativas de tu persona y observa cómo hay algunas que no necesariamente te causan problemas de autoestima, pues aprendiste a aceptarlas, ahora sólo tienes que intentarlo con aquellos aspectos negativos que sí te causan conflicto. 

¿Por qué es tan difícil tener buena autoestima?

Hoy en día vivimos en un mundo rodeado de cánones, estereotipos y modelos de todo tipo que idealizan formas de ser y de actuar para las personas, y cuando no encajamos en estos cánones (que no son más que invenciones sociales), tendemos a pensarlo como algo malo, lo cual nos puede producir inseguridades y baja autoestima. Tan sólo piensa en todos los estereotipos de belleza presentes en la publicidad, y medios de entretenimiento y comunicación que nos presentan un ideal que tiende a hacernos sentir inadecuados e insuficientes, bueno, este fenómeno ocurre con todo lo que puede caracterizar a un ser humano.

Nos vemos rodeados de mensajes que nos muestran cómo deberíamos de ser, a veces de forma irrealista, y al no identificarnos con dichos ideales tendemos a pensar que es por “defectos” de nuestra persona. Si te gustaría profundizar más sobre el tema, te invito a que leas mi ensayo “Obsesión con la imagen corporal”, que habla sobre por qué es que no deberíamos dejarnos guiar por nuestra cultura visual de la belleza.

Sin embargo, en esta ocasión no me enfocaré exclusivamente en la autoestima a nivel físico, por lo tanto me limitaré a responder la cuestión ¿Qué deberías hacer ante esto? ¿Cómo deberías reaccionar en un mundo donde la sociedad te bombardea de expectativas basadas en cánones que dicen cómo deberías de ser y de actuar, las cuales ocasionalmente son inalcanzables?

Bueno, debes crear tus propios cánones, en lugar de seguir la corriente y convertirte en lo que todos esperan que seas, ¿Por qué no comenzar a preguntarte qué es lo que tú quieres en verdad? Si tus problemas de autoestima se relacionan con contextos sociales que posiblemente no se pueden cambiar, comienza a crear tus propios modelos internos de cómo ser y actuar, y síguelos, deja de preocuparte por lo que los demás esperan de ti, y sólo sé tú, tal vez descubras que esas características negativas de tu persona no son defectos después de todo, tal vez sólo los estabas observando desde la perspectiva equivocada. 

Enaltece tus virtudes y trabaja en tus defectos:

Tener buena autoestima puede ser difícil porque implica aceptar y amar los aspectos negativos de nosotros mismos, sin embargo, eso no es todo, pues cuando nos enfrentamos al reto de aceptar y amar lo negativo, también tenemos problemas para amar lo positivo de nosotros mismos.

Podrá parecer extraño, porque ¿Por qué sería difícil amar lo bueno de nosotros? Bueno, esto se debe a que cuando nos enfrentamos a lo negativo, terminamos perdiendo de vista lo positivo, y cuando esto sucede también lo olvidamos. Tal vez eso explicaría por qué tenemos baja autoestima, porque cuando somos incapaces de aceptar y amar lo malo como lo hacemos con lo bueno, nos obsesionamos con lo malo, pareciera que no hay nada bueno con nosotros mismos, y nos sentimos terrible por eso. 

Así que primero acepta que tener defectos es completamente normal, no se supone que no tengas ninguno, pues es lo que te hace un ser humano, por ello debes aceptarlos y una vez que los aceptes te podrás amar incluso con ellos, pues al no estar obsesionado con tus defectos, también podrás ver tus virtudes, las cuales debes enaltecer del mismo modo en el que enalteces tus defectos (cosa que por cierto, deberías dejar de hacer, recuerda que aceptar tus defectos es estar en paz con ellos, pero no significa que no puedas trabajar en ellos). 

Ámate a ti mismo(a):

Sé que lo has escuchado infinidad de veces, pero: Ámate a ti mismo(a), realmente puedes hacerlo, no es algo imposible, habrá días en los que te vas a querer, y otros en los que no te querrás, pero al final, siempre y cuando recuerdes hacer las paces con tu lado negativo, trabajando en el mismo, y dándole más importancia a todo lo bueno que hay en ti vas a comenzar a tener una mejor autoestima. Después de todo, estoy segura de que tienes muchas razones para amarte a ti mismo, aunque a veces te cueste trabajo verlas. 

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¿Cómo sobrevivir a tus emociones y sentimientos?

Consejos para lidiar con el estrés

Introducción:

La clave para combatir con el estrés no es mantener la tensión hasta que el problema se vaya, sino soltarla mientras este se soluciona. Cuando se nos presenta el estrés tenemos dos opciones: Dejar que este nos haga sentir mal, o controlarlo; generalmente tenemos estrés como producto de un problema, ¿Y qué caracteriza un problema? Que tiene solución, aunque esta no sea evidente, o se vea poco viable, y cuando la solución no se presenta de forma inmediata y el problema amenaza con permanecer por más tiempo es que se produce el estrés.

Una cosa que necesitamos comprender es que todos los problemas requieren de tiempo para solucionarse, así que ¿Qué pasa durante ese lapso de tiempo? ¿Qué podemos hacer? Como dije anteriormente tenemos la opción de dejar que nos haga sentir mal, que no es más que sentirnos estresados, y todos sabemos que es una sensación desagradable, y desafortunadamente a veces el permitirnos sentir estrés resulta ser contraproducente.

¿A qué me refiero con esto? Piensa en tu estrés como un obstáculo que te impide ver las posibles soluciones a tu problema, cuando no las puedes ver, no las puedes aplicar, y por ende el problema tiende a alargarse. Por el contrario, podemos controlar el estrés, y por consiguiente sacar provecho productivamente de nuestro tiempo, ya que al estar relajados podemos ver las soluciones a nuestros problemas, y así aplicarlas para librarnos del problema en el menor tiempo posible. 

Es por todo lo anterior que inicialmente mencioné que la clave para combatir el estrés es soltar la tensión mientras resolvemos el problema, no estar tensos y sintiéndonos mal hasta que el problema se haya resuelto, pues esto último podría alargar el problema, o simple y sencillamente afectarnos física y psicológicamente, ya que no hay que olvidar que el estrés tiene repercusiones negativas en la salud. 

Acepta los estímulos estresantes:

¿Alguna vez has escuchado hablar de la ley de Murphy? Esta es una ley que básicamente dice: “Si algo puede salir mal, va a salir mal”, esto a simple vista podrá sonar deprimente, melancólico, y pareciera que nos da a entender que en la vida hay que ser negativos, resignarnos a las cosas negativas, y sobre todo, no esforzarnos por alcanzar nuestros objetivos, pues si existe la posibilidad de que las cosas nos salgan mal, y sólo por eso van a salir mal, entonces, ¿Para qué molestarse? 

Esto si nos quedamos con esta simple interpretación del enunciado, pero ¿Qué pasaría si te dijera que ésta aparentemente negativa ley puede ayudarte en la vida? Sólo hay que verla desde otra perspectiva: “Si algo puede salir mal, va a salir mal”, ¿Qué tal si lo que nos quisiera decir en realidad es que hay que aceptar los estímulos estresantes?

Comencemos por explicar el estímulo estresante, un estímulo estresante se podría definir en palabras sencillas como cualquier causa de estrés, es lo que lo provoca. Como te comenté en mi entrada ¿Cómo tener pensamientos positivos? Debemos aceptar el hecho de que nada es perfecto, en cualquier momento pueden suceder cosas negativas, y hay que aceptar dichas cosas negativas sin resignarnos a las mismas, es decir: Cuando pase algo malo, no te angusties, acéptalo, y recuerda que el aceptar las cosas es simplemente sentirte en paz con la situación, no resignarte a que las cosas continúen así; por lo que lo siguiente que debes hacer es concentrarte en cómo puedes resolver el problema que se te presentó para mejorar tu situación. 

Entonces, volviendo a la ley de Murphy: “Si algo puede salir mal, va a salir mal”, puede entenderse simplemente como aceptar que hay cosas que pueden salir mal, y ocasionalmente van a salir mal, sin embargo, esto no quiere decir que debamos resignarnos a que las situaciones se mantengan negativas, puesto que siempre podemos encontrar la forma de resolver los problemas que se nos presenten, siempre y cuando soltemos la tensión para ver nuestras posibles soluciones y controlemos el estrés en vez de dejar que éste nos controle. 

Usa el estímulo estresante a tu favor:

Siempre que puedas identificar tu estímulo estresante, vas a tener una ventaja sobre tu situación: Sólo piénsalo, si sabes cuál es la causa de algo, por consecuencia estás en posibilidades de saber también cuál es la solución. Imaginemos que cuidamos de una planta, pero está se comienza a secar, si no sabemos porqué se seca es poco probable que la podamos salvar, en cambio, si sabemos que es por ejemplo por falta de agua o exceso de sol, podemos regarla o ponerla más tiempo en la sombra para que se recupere.

Aprende a relajarte y dominarás la situación:

Ya que tenemos clara la importancia aceptar lo negativo sin resignarnos y soltar la tensión mientras el problema se resuelve y no solo hasta que se resuelva, vayamos a otro aspecto importante, el cual es la relajación, la relajación es el antónimo del estrés, y obviamente sabemos que cuando el estrés está presente parece sumamente difícil o incluso imposible la idea de relajarse en semejante circunstancia, así que ¿Por qué propongo que te relajes antes a sabiendas de esto?

Bueno, para explicarlo me gustaría usar un ejemplo personal: Solía darme mucho miedo el agua, así que nunca me quise meter a a albercas ni nadar por esa misma razón, no fue hasta que cumplí diecisiete años y quise superar ese miedo cuando finalmente fui a clases de natación y aprendí a nadar, al principio me costó mucho trabajo, pero no fue por falta de capacidad o de habilidad ¿Sabes por qué fue? Por el estrés y la ansiedad.

Al principio me entraba agua por la nariz y la boca constantemente, me hundía y me costaba trabajo flotar y desplazarme a través del agua, esto ocurría porque resulta que en la natación si tú cuerpo está tenso terminas hundiéndote, no es hasta que te relajas que comienzas a flotar, y una vez que por fin controlé mi estrés y ansiedad para comenzar a relajarme cuando me di cuenta de que no tenía que hacer nada más que eso para poder flotar, y que nadar era mucho más sencillo de lo que en un principio parecía. Se podría decir que lo mismo sucede con todas las demás situaciones, tienes que relajarte para que las cosas te salgan bien, o de lo contrario te hundirás.

Conclusión:

Vas a tener problemas y a enfrentarte a situaciones negativas muy posiblemente durante todos los días de cada día de tu vida, nada será perfecto, y no puedes esperar que así lo sea; cuando te encuentres ante un problema te vas a comenzar a estresar y eso te impedirá ver cómo solucionarlo e incluso podría alargar la situación, por lo que tienes que aprender a aceptar la situación sin resignarte, a relajarte y a dominar tu estrés antes de que tu estrés te domine a ti. 

 

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Taller literario

¿Cuáles son los tipos de personajes que existen?

Introducción:

¿Qué son los personajes? Aquellos seres que nos provocan montañas rusas de emociones, individuos a los cuales llegamos a amar y a odiar, dependiendo del momento de la historia donde los vemos. La mayoría de las historias que consumimos por medio de libros, cuentos, películas, videojuegos y otros medios de entretenimiento contienen personajes.

¿Por qué? Porque somos seres humanos, vivimos en un constante intercambio de ideas y emociones, tenemos la tendencia a identificarnos con otros, a sentir empatía, y a tener respuestas emocionales ante otras personas, es por ello que queremos hacerlo también a través de medios de entretenimiento, y es ahí cuando comenzamos a mirar a los personajes de las historias que consumimos como si solo fueran más “personas” en nuestra vida cotidiana. 

El personaje nos llama la atención porque es natural que un ser humano se interese en otro (y esto aplica también para los personajes no humanos físicamente, ya que psicológicamente tienden a estar humanizados, por eso se siguen llamando: personajes); posterior al interés inicial, nos quedamos con el personaje porque desarrollamos interés en este. Dentro de este contexto el reto de los escritores es crear un ser humano, darle una historia, y hacer que un lector desarrolle el suficiente interés en continuar leyéndola. 

Considerando lo anterior es justo afirmar que los personajes constituyen los elementos más importantes dentro de toda la historia, ya que sin ellos, es complicado imaginar una historia para empezar. Los personajes también son clasificables, ya que al igual que las personas, hay diversos tipos, y a continuación te los voy a presentar. 

Tipos de personajes:

Protagonista:

Cómo su mismo nombre lo indica, es el personaje principal, el más importante de todos, tan importante que toda la historia gira en torno al mismo. A la hora de crear al personaje protagonista, es necesario pensar en la perspectiva de la historia misma, la perspectiva es el punto a partir del cual se observa o explica algo, se podría definir en palabras más simples como el punto de vista.

El punto de vista depende del sujeto, su personalidad, y por supuesto su contexto; dichos aspectos son las cosas en las que debes pensar al momento de crear a un personaje protagonista, ya que serán tu punto de partida, y te darán la perspectiva a partir de la cual contarás tu historia.

Tomemos como ejemplo una historia sobre un homicidio, no es lo mismo contarla desde la perspectiva del homicida, que de la víctima, si bien los hechos son los mismos porque al final alguien muere, en la primera opción muestras a un personaje capaz de matar, con motivaciones que podrían ser oscuras; mientras que en el segundo caso, muestras a un personaje que intenta huir de la muerte y salvar su propia vida. 

Entonces si estás comenzando a escribir una historia, puedes comenzar por los hechos y luego con el personaje protagonista: Piensa primero en la historia general que quieras contar, qué es lo primero que quieras que pase, como un homicidio por ejemplo, luego piensa en desde qué punto de vista quieres contar esa historia, y eso te dará una idea de la personalidad que le quieres dar a tu protagonista, después de todo, tu historia girará en torno a este.

Secundario:

Dentro de una historia están los hechos y los personajes, resulta que hay una gran conexión entre ambos, lo segundo corresponde a las necesidades de lo primero, es decir, dependiendo de lo que quieras que pase en tu historia, configuras al personaje para que haga las cosas que necesitas, o mejor dicho, las que la historia necesita.

Como ya lo sabes, el personaje protagónico tiene una meta que cumplir dentro de la historia, es su objetivo principal, ahora pregúntate ¿Cuál es el objetivo principal del personaje secundario dentro de la historia? Generalmente, el secundario ayuda al protagonista a alcanzar su meta, por lo que tendrá objetivos más pequeños que le permitan ayudar al protagonista.

Sin embargo, el personaje no se limita a ser una ayuda o soporte, si bien jerárquicamente le siguen en importancia al protagonista, siguen siendo importantes, por lo que también pueden y tendrán sus objetivos personales. En la creación de todos los personajes, se trabajan los hechos y las personalidades de los personajes de forma simultánea, ambos lados necesitan del otro para continuar, así que pregúntate cuáles son las necesidades de cada uno: ¿Qué necesita la historia de tu personaje? y ¿Qué necesita tu personaje de la historia? Ambas preguntas te ayudarán a plantear los hechos que vas a narrar y las personalidades de tus personajes. 

Antagonista:

Los personajes antagónicos son tan interesantes como los protagonistas o los secundarios, y al igual que estos últimos, los antagonistas también tienen sus objetivos dentro de la historia, así como una función en la misma Comencemos por explicar la función principal del antagonista, esta es: Hacer la historia más interesante todavía, es por lo anterior que no debemos caer en el error de subestimar este tipo de personaje, pues sin ellos no habría una historia que contar en primer lugar, al menos no una que valga la pena. 

¿Por qué digo esto? Porque a los seres humanos nos gusta el drama por naturaleza, somos seres emocionales, exagerados, y dramáticos, tenemos vidas complicadas, y cuando vemos eso en un personaje es más fácil conectar emocionalmente con el mismo e identificarnos, bueno, el antagonista facilita que esto suceda, ya que es gracias a este que conectamos con el protagonista, y en ocasiones, incluso con el antagonista en sí, ya que a veces son personajes muy carismáticos.  

Sólo piénsalo: A nadie le gusta una historia donde el protagonista siempre gane, y obtenga todo lo que quiera y se proponga sin esfuerzo, queremos ver que le cueste, que luche por alcanzar sus objetivos, queremos ver drama, queremos algo que nos emocione, y el antagonista es lo que nos da eso gracias a los objetivos que tiene dentro de la historia. 

¿Y cuáles son esos objetivos? Evitar que el protagonista cumpla los suyos, básicamente actúan como obstáculo, esto porque sus valores, ética, moral y metas entran en conflicto, ya que son opuestos al protagonista, así que una forma de pensar en tu antagonista es cómo en la antítesis de tu protagonista, la forma de complicarle la vida al mismo y traer drama y emoción a la historia. Por último, algo importante a tomar en cuenta, es que si bien el antagonista tiende a confundirse con el villano, en realidad no son lo mismo. 

Villano:

¿Cuál es la diferencia entre el antagonista y el villano? Que no todos los antagonistas son villanos, pero todos los villanos son antagonistas. Lo sé, la primera vez suena confuso, pero se puede entender de una forma más simple: Un villano es solamente un antagonista malo. 

¿Y qué definimos como malvado? Mentalidad, actitudes y comportamientos que cuando se analizan de forma ética o moral o simple y sencillamente desde los valores universales, resultan ser aspectos negativos, y por ende se entienden como malos. Por ejemplo, sabemos que robar, secuestrar, matar, o atentar de algún modo contra los derechos humanos es malo pues va en contra de lo que socialmente hemos construido como bueno, además de que instintivamente nos produce una sensación incómoda y de rechazo. 

Bueno, pues el villano va a ir en contra de esto, va a pensar, decir, y hacer cosas malas, tanto por ser un obstáculo para el protagonista como por gusto. Por ejemplo, digamos que tenemos una historia de misterio que trata de un detective que tiene que resolver un caso de homicidio, no sería lo mismo tener un personaje burócrata que le estorba al detective para que haga su trabajo; a un asesino en serie que deliberadamente sabotea su investigación para salir impune y continuar matando. 

En el primer caso estaríamos hablando de un personaje antagónico no villano, porque sus motivaciones no son hacerle la vida imposible al protagonista, sino sólo seguir trámites y procesos preestablecidos que terminan afectando al protagonista, pero su intención no podría ser considerada malvada, porque es sólo una persona haciendo su trabajo. En cambio, en el segundo caso hablamos de un personaje cuyas motivaciones son querer seguir matando sin recibir castigo alguno, si analizamos esto desde una perspectiva moral y ética, sí puede considerarse malvado, por ende, este antagonista sí sería un villano. La diferencia esencial entre uno y otro es básicamente la siguiente: Mientras que el antagonista no es necesariamente malvado en la historia, el villano sí lo es. 

Ahora con esto, algo importante a considerar es que la construcción de tu villano puede tomar dos caminos: O lo haces cien por ciento malvado, o lo haces humano (y de paso más realista), un humano tiene tanto su lado positivo como negativo, virtudes y defectos, puedes traducir eso en tu villano y hacerlo un personaje malvado en el aspecto en el que obstaculiza al protagonista, pero dotarlo también de su lado amable,

¿Cuál de las dos cosas deberías de hacer? Lo que tú quieras, si quieres un villano completamente malvado podrías encontrar el modo de justificarlo (es decir, explicar congruentemente el origen de su naturaleza malvada), o por el contrario, si quieres que sea un personaje con el que tu lector pueda empatizar o identificarse, puedes seguir el camino de hacerlo malvado, pero no del todo. 

Incidental o Ambiental:

Los personajes incidentales o ambientales son aquellos que básicamente sólo están de fondo, si bien están presentes, no tienen una participación en la historia que genere un peso muy grande en los acontecimientos de la misma. La creación de personajes ambientales es más para añadir contexto al mundo donde ocurre la historia, si por ejemplo hacemos una historia ambientada en la década de los sesentas, hay que preguntarse ¿Cómo pensaba la gente de esa época? ¿Cómo se comportaba? ¿Cómo eran? Y luego escribir sobre personas de los sesentas. 

En base a la respuesta a estas preguntas podemos generar personajes ambientales que sean congruentes con el contexto que estamos planteando, por ejemplo, digamos que es una historia de fantasía ambientada en la época medieval, ¿Qué sabemos sobre el medievo? Que eran tiempos en los que todavía no ocurría la revolución industrial, no existían las tecnologías que hoy existen, por lo que la comunicación, el transporte y el estilo de vida en general era muy diferente al de hoy, esto parecería que sólo nos habla del Worldbuilding (Construcción del mundo de la historia), sin embargo, también es una mina de información para crear a los personajes, lo cual incluye a los ambientales.

Volviendo al ejemplo del medievo, ¿Cómo serían los personajes de esa época, tomando en cuenta lo que sabemos de la misma? Bueno, como la ciencia es relativamente nueva, los personajes desconfiarían de la misma, al no conocerla como actualmente la conocemos, y tendrían un sistema de creencias basado en la religión, y/o las supersticiones.

Lo anterior te ayudará a formular las personalidades de los personaje ambientales, pues a pesar de que sólo se ven superficialmente, contribuyen al entorno que rodea a los personajes más importantes, además, estos ocasionalmente tienen pequeñas interacciones con los mismos, y son estas pequeñas apariciones las que demuestran dichas personalidades, por lo que este tipo de personajes ayudan a explicar cómo es el lugar que se describe, y reforzar la idea del mundo que se está presentando ante el lector. 

Este tipo de personajes también puede funcionar como recursos narrativos o simbólicos, pudiendo representar cosas como figuras de autoridad, fenómenos o eventos, o incluso conceptos abstractos como la imaginación, la vida y la muerte, o cualquier otro que se te pueda ocurrir. 

Evocado:

Son personajes que nunca aparecen en ninguna escena en tiempo presente, sólo son mencionados, como todo personaje, es congruente con su contexto, es decir, pertenece al mundo en el que se plantea; también se parece al personaje ambiental por la poca presencia con la que cuenta dentro de la historia, aunque podría tener incluso más peso que cualquier personaje ambiental si así se desea. 

Estos personajes hacen acto de presencia por medio de menciones de otros personajes, recuerdos, o flashbacks. Un ejemplo de personaje evocado, sería un personaje que ya está muerto y del cual otro personaje se está acordando, o bien un personaje que se menciona constantemente, pero que por algún motivo nunca aparece. 

Si bien puede tener muy pocas menciones, también puede servir como un recurso narrativo o simbólico que ayude a dirigir la historia en una determinada dirección, supongamos que al protagonista se le murió alguien, y debido a que quiere cumplir el último deseo de su ser querido difunto, es que hace todo lo que lo vemos hacer a lo largo de la historia, este sería un caso en el que un personaje al que nunca hemos visto aparecer siquiera, sea la causa de todo lo que suceda dentro de la historia. 

Realmente este tipo de personajes son opcionales, los puedes utilizar si así lo deseas, pero siempre intentando que aportes algo a la historia con los mismos, también puedes hacer que un personaje en específico sea sólo de tipo evocado durante una parte de tu historia para añadir misterio e intriga, y luego incluirlo más adelante como a cualquier otro personaje. 

Paranormal:

Para empezar ¿Qué es lo paranormal? Lo paranormal hace referencia a aquellos fenómenos que no pueden ser explicados por ninguna disciplina científica, no tienen una razón lógica de ser y no son eventos naturales, ni mucho menos normales. Podemos encontrar referencias a cosas, seres, y eventos de este tipo en mitos o leyendas urbanas que tratan sobre fenómenos sobrenaturales. 

Comúnmente tienen una asociación con cosas que son consideradas malignas como la figura del diablo o el infierno, otros ejemplos de este tipo de personajes son: Muertos vivientes, vampiros, demonios, fantasmas, y otros mounstros. Es debido a lo anterior que es un tipo de personaje que se pueden utilizar en la fantasía y el horror, el horror es un género literario que busca generar miedo en el espectador a partir de cosas sobrenaturales o paranormales, cabe mencionar que no es lo mismo que el terror, ya que el terror busca generar miedo, pero a partir de cosas más realistas o humanas. 

Héroe:

El héroe consiste en un tipo de personaje proveniente del género literario épico, dicho género en la antigüedad era parte de la tradición oral, las cuales podían ser o una epopeya o un cantar de gesta. Por un lado, la epopeya era el género más antiguo, solía ser escrito en verso para ser cantados por rapsodas y aedos, quienes narraban historias que hablaban sobre las hazañas de héroes míticos con cualidades sobrehumanas, quienes pasaban por dificultades sobrenaturales, el héroe se distinguía además por ser conocido por adjetivos que resaltaban sus virtudes, así como por tener valores imperantes de su cultura. 

El cantar de gesta por su parte fue parte de la tradición medieval, eran escritos en lenguas romances y germánicas, solían ser cantados por juglares, quienes narraban las hazañas de héroes o caballeros medievales que también contaban con cualidades sobrehumanas superiores a las de los demás mortales, el cantar de gesta además presentaba elementos religiosos del cristianismo. 

Actualmente el género literario épico puede ser novela, cuento o fábula, en esta historia también predomina la presencia de un héroe. Si tuviéramos que definir al personaje del héroe podríamos decir que consiste en  un individuo de ética y moral impecable cuya función consiste en hacer el bien dentro de su historia, así como priorizar el bien común sobre el bien propio, ser abnegado y empático, más que un personaje realista y humanizado (al tener tanto virtudes como defectos) podríamos decir que el héroe es la representación de una idealización del ser humano.

Antihéroe:

Ya que sabemos lo que es un héroe, es momento de pasar al antihéroe, que cómo su mismo nombre lo indica, es muy diferente al héroe, mientras que el héroe es una idealización del ser humano que se centra en engrandecer las virtudes y todos los aspectos positivos del personaje mismo en general, el antihéroe no es una figura idealizada, sino un personaje más realista.

Me explico, como ya mencioné, un personaje realista tiene virtudes y defectos, ya que así es cómo somos los seres humanos, sin embargo, el héroe es algo así como un súper humano al solo tener un lado positivo, por el contrario, el antihéroe tiene tanto su lado positivo como su lado negativo. 

Es por lo anterior que el antihéroe no cumple con todas las características para ser considerado un héroe clásico, por lo tanto su brújula ética y moral es imperfecta, es un personaje que se rige por sus propias reglas en lugar de cumplir con todos los valores universales, se podría decir que es un personaje que está a medio camino entre un héroe y un villano, lo que le da un rol particular dentro de la historia y hace que se preste para ser un personaje que recibe diferentes reacciones por parte de los lectores, ya que tiende a ser controversial. 

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¿Cómo sobrevivir a tus emociones y sentimientos?

¿Cómo tener pensamientos positivos?

Mi realidad tiene una dualidad,

me sabe brillante, tiene una dulce melodía, se siente deliciosa, huele energética;

o suena melancólica, tiene un color amargo, un perfume doloroso, y composición de oscuridad.

Pero no existe el gris, debo elegir, es blanco o negro, energía potencial o cinética,

Atraigo los polos opuestos por necesidad?

  O voy a la oscuridad como abeja a la miel en medio de una atracción magnética?

Me come la indecisión, mientras me derrito en el frío nocturno, con antojo de libertad.

Introducción:

¿Qué es la realidad? Si pudiéramos definir el abstracto fenómeno de la realidad, esta sería una definida composición que explica el qué, cómo, dónde, porqué, y cuándo de todas las cosas que suceden, de todos los eventos a nuestro alrededor a partir del desordenado enigma de nuestra propia mente, en palabras más sencillas: La realidad es cómo nuestro cerebro interpreta las cosas.

Nuestra mente es compleja, pero también binaria, pues tiende a categorizar en dos extremos opuestos, por ejemplo: El bien y el mal, o lo correcto y lo incorrecto. ¿Pero acaso estamos acostumbrados a ver el punto medio entre ambos lados? O solo nos limitamos a pensar las cosas como blanco o negro?

Tristemente estamos acostumbrados a tal limitante, por lo que hoy quiero hablar de esos dos colores opuestos, particularmente el negro, ese lado oscuro de nuestra mente e imaginación en el que cuando nos perdemos, nos ponemos en un modo automático para absorber pura negatividad, pesimismo y melancolía. 

Dicho fenómeno ocurre en momentos de mucho estrés y ansiedad, en los cuales cuando observamos a nuestro alrededor, nuestro cerebro interpreta la información que recibe y la pinta de negro, viéndola como completamente mala; a veces pensamos que sólo estamos siendo realistas y que si tratáramos de ver luz donde solo hay sombra nos estaríamos mintiendo a nosotros mismos.

Lo anterior nos sucede porque tenemos la tendencia a confundir ser realista, con ser pesimista, y por consiguiente nos sumimos en nuestra negatividad donde sólo tenemos pensamientos tristes y desesperanzadores.

¿Por qué deberíamos ser menos negativos?

Podrás preguntarte ¿Qué es lo peor que puede pasar si tenemos pensamientos negativos? Bueno, muy pronto los pensamientos comienzan a contagiar otras cosas dentro de nosotros mismos como si se tratara de una enfermedad, que le causa malestar a nuestras emociones y sentimientos, envolviéndolas con el manto de la negatividad. 

Si eres una persona negativa y pesimista estoy segura de que sufres, sueles estar triste demasiado tiempo, tal vez a veces te preguntas qué hay de malo contigo y te frustras al no saberlo, ni saber cómo cambiar eso de ti que te duele tanto. Déjame decirte que no hay nada de malo contigo, eso que sientes es sólo producto de la perspectiva desde la cual absorbes tu realidad, la cual afortunadamente para ti se puede cambiar para bien.

Pero ¿Cómo dejamos de ser negativos para volvernos más positivos sin perder el enfoque objetivo de la realidad? ¿Cómo nos desprendemos de esa oscuridad que nos atormenta cada día en cada pensamiento, emoción y sentimiento que creamos? ¿Cómo cambiamos nuestra forma de razonar y de actuar para ser más felices?

¿Cómo tener pensamientos más positivos?

1) Ten predisposición a aceptar las situaciones negativas:

Primero que nada tienes que entender que tus circunstancias nunca van a ser perfectas, ¿Recuerdas que nuestra mente es binaria y tendemos a ver sólo blanco y negro en las cosas? Es como cuando decimos que tuvimos un buen día, o un mal día, quizás el cien por ciento de nuestro día no fue del todo bueno o del todo malo, pero cuando lo decimos en voz alta, lo categorizamos como tal, pues nuestra mente se enfoca sólo en lo blanco o lo negro. 

Tenemos que comenzar por cambiar nuestra manera de pensar, cualquier día podrá tener tanto buenos como malos momentos, pero no por eso se va a volver un cien por ciento de uno de los dos extremos, a lo que quiero llegar es que comprendamos que las circunstancias a las que nos enfrentaremos a lo largo de nuestras vidas van a contener tanto ventajas como desventajas, y tenemos que aceptar las desventajas, dejar de decepcionarnos y lamentarnos por cada aspecto negativo que aparece en nuestro día a día.

Cuando tú entiendas que cosas negativas pueden suceder todos los días, a cualquier hora, y dejes de esperar que todo sea positivo, vas a dejar de llevarte malas sorpresas cuando algo no salga bien, puesto que ya lo estabas esperando. Ahora, con esto no quiero decir que debes vivir con paranoia porque cosas malas pueden suceder repentinamente, a lo que me refiero es que no les temas a las desventajas de tu vida cotidiana, sólo acéptalas desde antes de que lleguen y así sufrirás menos cuando lo hagan. 

Tal vez no suena agradable ser consciente de que de un instante a otro algo podría salir mal y debes aceptarlo sin rechistar, pero recuerda que hay una diferencia entre la aceptación y la resignación: Aceptar significa estar en paz con algo; por el contrario, resignarte quiere decir: someterte a algo sin efectuar ningún cambio. 

Puedes aceptar una situación (estar en paz con ella), pero no por eso te resignas a dicha situación, ya que si esta es negativa para ti, tú de todas maneras puedes actuar para que la situación cambie para bien. Supongamos que tienes problemas en la escuela o el trabajo, no te va académica o financieramente, el aceptar la situación no implica que te va a seguir yendo mal, implica que no dejes que eso te estrese y angustie, y una vez sintiéndote en paz, puedes proceder a cambiar, no tienes porqué resignarte.

2) Date cuenta de que sólo estás viendo los aspectos negativos:

Ya que hayas completado el paso anterior de aceptar la situación sin resignarte, debes proceder a ver el color blanco en la imagen, hasta ahora sólo estás viendo el negro, lo malo, lo negativo, ahora comienza a ver lo positivo. Reitero, una situación no puede ser completamente buena o mala, siempre tendrá matices, a veces son difíciles de notar, pero de que están ahí, están ahí. 

Aprende a ver la dualidad que hay en las cosas, no sólo a quedarte con un lado, haz un esfuerzo para ver las ventajas de las malas situaciones, ten en mente que ver los aspectos positivos de cualquier situación te ayuda a notar cómo mejorar dicha situación. Volviendo al ejemplo anterior, imagina que el lado malo es que no tienes suficiente tiempo libre porque tienes que estudiar o trabajar demasiado, tu cerebro binario te dirá que todo es terrible, pero si haces las paces con la situación (sin resignarte) y decides buscar el aspecto positivo con el fin de mejorar la situación, comenzarás a ver todo lo que tienes a tu favor: 

Quizás tus estudios te ayudarán a conseguir tu trabajo soñado, o ese trabajo que tanto te molesta ahora te ayudará a ascender a algo mejor, o quizás puedes descubrir nuevos hábitos para ser más eficiente y resolver el problema de la falta de tiempo libre. El punto es que una vez que empieces a ver lo positivo, puedes usar eso a tu favor para librarte de lo negativo, quizás no se vaya por completo porque hay cosas que no se pueden cambiar, pero hará una gran diferencia, tanto en tu forma de ver las cosas cómo de sentirte y actuar productivamente a tu favor. 

3) Confía más en ti y disfruta el lado positivo:

Finalmente, algo más que puedes hacer para tener pensamientos más positivos y ser una persona más positiva en general, es trabajar en tu auto-confianza. Tu mentalidad definirá qué sueños puedes permitirte tener, y lo que puedes conseguir, y si no la predispones a aspirar a más, tus acciones tampoco lo harán, así que si tienes pensamientos que tienden a lo negativo en lo que respecta a tu persona, detente, porque si crees profundamente una mentira, puedes acabar por hacerla realidad.

Así que no la hagas realidad, no pongas límites a tus sueños y aspiraciones, no veas sólo el color negro en las cosas, aprende a aceptar el negro sin resignarte a quedarte sólo con ese color, comienza a ver el blanco en las cosas y deja volar tu imaginación sobre cómo puedes resolver problemas y situaciones negativas a partir de lo positivo que comiences a ver, ser realista no es sinónimo de negativo(a), pero sobre todo no olvides que debes confiar más en ti, cree que mereces tener pensamientos positivos, y que estos te hagan sentir feliz.

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Ayuda para personas suicidas

¿Crees que no vales lo suficiente para vivir?

Cada vez que alguien se suicida,

una estrella en el cielo se torna gris y se apaga,

su constelación del firmamento se ve esfumada,

y las demás estrellas lloran lágrimas que nadie enjuaga,

mientras en el cielo la oscuridad es esparcida.

Para hacer cualquier cosa en esta vida se necesita tener algo de fe primero, pues la fe es el combustible que nos hace funcionar como ser humanos en nuestro día a día, la fe actúa como la motivación que nos lleva del pensamiento al acto, pero ¿Qué pasa cuando perdemos la fe? ¿Qué pasa cuando los dulces pensamientos que inspiran nuestros actos pierden su color y se vuelven sombríos y amargos? 

Ese momento marca la hora de la muerte de nuestra fe, y cuando este catastrófico evento ocurre y la perdemos, también perdemos todas nuestras motivaciones, se nos acaba el combustible que alimentaba nuestro actuar, y no nos queda más que vacío, somos arrastrados por la melancolía y la monotonía, y de pronto un día sentimos que hace ya bastante tiempo que hemos muerto por dentro. Si te identificaste con lo que acabas de leer, es probable que ya no tengas fe en nada, quizás ya no ves valor en las pequeñas acciones de tu rutina, ni en la simple rutina en sí, tal vez estás tan desesperado o desesperada que lo único que deseas en este momento es morir. 

La fe es de suma importancia, y a veces la damos por hecho de forma errónea cuando la realidad es que su presencia puede ser una variable en la gran constante de la vida, por lo qué plantearé las siguientes cuestiones: ¿Qué pasa cuando dicha variable no está? ¿Cuándo muere tu fe? ¿Si ya no tienes fe en ti, qué es lo que te queda? Porque una cosa es perder la fe en los demás, o en el mundo, pero si pierdes la fe en ti, es como si perdieras la fe en la vida, implica que ya no haya motivación para hacer nada y que todo se convierta en una tortura. 

Quiero aclarar que no te estoy haciendo leer esto solo para tratar de explicarte lo que tú ya sientes, sino para intentar ayudarte a qué dejes de sentirte así, y el primer paso que tienes que dar para conseguirlo es recordar ¿Por qué quieres tu fe de vuelta? Sabemos que sin ella no hay motivación ni productividad en nuestras vidas, pero ¿Qué cosas esperas conseguir una vez que vuelvas a tener fe en ti mismo(a)? Sé que ahora mismo sientes desesperación y te quieres morir, pero te pido que hagas el esfuerzo de recordar algún momento de tu vida en el que no te sentías así, lo primero que recuerdes.

Trata de pensar cosas cómo ¿Cuáles eran tus sueños en la vida? ¿Qué metas tenías? ¿Qué cosas o qué personas te hacían sonreír todos los días? ¿Cuál era el combustible en tu día a día? ¿De dónde provenía tu fe? Debes recordar estas cosas, por más doloroso que sea ahora mismo cuando sientes que nada de eso volverá jamás, porque una vez que las recuerdes, sabrás por qué debes volver a tener fe en ti mismo(a) otra vez.

Recuerda que la fe en uno mismo es lo que marca la diferencia entre el paraíso y el abismo, tanto dentro de nuestras propias cabezas, como en el mundo real. ¿A qué me refiero con esto? Una cosa es cómo te tratas tú a ti mismo(a), y otra muy diferente como te tratan las personas que te rodean, a veces resulta que hay una relación de causa y efecto entre ambas:

 Dicen que si esperamos algo de otras personas, comencemos por dar el ejemplo antes, y es verdad, no podemos quejarnos de que otras personas no nos valoren o tengan fe en nosotros, si nosotros mismos no empezamos a hacerlo, si quieres que te traten diferente, que te traten mejor, empieza por ser más amable contigo. 

Sin embargo, esto no ocurre siempre, pues hay ocasiones en las que son otras personas las que tienen fe en ti cuando tú no la tienes, y si el hecho de que tengas fe en ti mismo(a) puede inspirar a otros a tener fe en ti, ¿No crees que este fenómeno causa-efecto también se podría dar a la inversa?

¿No crees que si otras personas a tu alrededor te aman, te aprecian y tienen fe en ti, tú podrías comenzar a sentir lo mismo hacia tu propia persona? Hay algo que debes saber, y eso es que la depresión tiende a cegar a las personas, es cómo ponerle un filtro a blanco y negro a una cámara, todo lo que capture la cámara con el filtro pondrá una paleta monocromática en las fotos o vídeos, lo mismo ocurre con la depresión, si te sientes deprimido(a) ahora mismo es posible que todo lo veas con un filtro a blanco y negro que no te permite ver los verdaderos colores, que te impide notar todo lo bueno que otras personas sienten por ti.

O tal vez piensas que no has perdido la fe en ti mismo(a), sino en tus circunstancias, tal vez esos problemas parecen demasiado complicados, la vida se vuelve sofocante como si una serpiente se enroscara en tu cuerpo dificultando tu respiración, bueno, te tengo malas noticias: Si perdiste la fe en la vida por tus circunstancias, también perdiste la fe en ti mismo(a), ¿Y eso porqué? Te preguntarás si son dos cosas totalmente distintas, bueno, porque si perdiste la fe por tus circunstancias externas eso significa que no te crees capaz para superarlas, por lo tanto, tampoco tienes fe en ti. 

Nadie es especial, pues todos compartimos el mismo caos, la cualidad de ser imperfectos, de tener vidas imperfectas, estar llenos de problemas, sin embargo, aún con todas esas similitudes, todos somos especiales de alguna forma, y tenemos propósitos que cumplir en este mundo. No somos para nada especiales por nuestras vidas imperfectas, pero no deberíamos decir que odiamos nuestras vidas si podemos decidir la dirección que tomamos, por más difíciles que sean los obstáculos, si no puedes establecer una dirección, ódiala todo lo que quieras, pero no te quedes sin hacer nada al respecto ni hagas algo como terminarla antes de que pueda comenzar tu momento de gloria. 

Recupera la fe en tus circunstancias, en la vida que te tocó, pero lo más importante en ti, ¿Recordaste los sueños que tenías cuando aún tenías tu fe, no? Así que no me digas que no tienes ningún motivo para vivir, porque estos te sobran, es sólo que te ha cegado la tristeza para que los veas, por lo que debes intentar apagar ese filtro a blanco y negro con el que ves las cosas, y comenzar a ver tu realidad de un modo más objetivo y menos pesimista, 

¿De verdad crees que a nadie le importas, qué nadie tiene fe en ti, qué nadie te quiere con vida? Me gustaría pensar que la respuesta a esos cuestionamientos es un no, porque tú si importas, déjame decirte que me importas, y quiero que vivas y seas feliz, no que mueras, y si yo siento eso por ti que no te conozco, imagínate cómo se sienten las personas que tienen la gran fortuna de conocerte. 

¿En serio crees que tus problemas no tienen solución? ¿Estás convencido(a) de qué no eres capaz, o no eres suficiente para resolverlos con todas las capacidades con las que la vida te dotó? ¿Crees que no mereces tener tu fe de vuelta y volver a sentirte con vida una vez más? De nuevo espero que la respuesta sea un no, espero que tú no creas eso. 

Así que por favor recupera la fe en ti mismo(a), no dejes que este filtro a blanco y negro de tu cámara te impida ver todos los colores que hay en tu vida, todas las razones que tienes para quedarte aquí, ese combustible, esa motivación que te ayudaba a levantarte todos los días a vivir que te ha abandonado, se puede recuperar no olvides que es una constante, tal vez algunos días, esté, tal vez otros no, pero si te estiras lo suficiente para alcanzarla estoy segura de que puedes traerla de vuelta hacia ti y mantenerla pegada en tu pecho por el mayor tiempo posible. 

Yo creo firmemente que mereces tu fe de vuelta porque vales lo suficiente para seguir con vida, creo que tienes muchos sueños pendientes que te están esperando, y creo que hay quienes te necesitan a su lado, así que no te puedes ir, no te abandones a ti y a quienes amas, siempre recuerda, que el suicidio no es una opción para ti.

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Autoestima, Autoconfianza, Autoaceptación

Me comparo con los demás ¿Qué debería hacer?

¿Qué es una comparación?

Todos alguna vez en algún momento de nuestras vidas nos hemos comparado con otras personas a nuestro alrededor, ya sea que alguien más nos haga tal comparación y se nos quede en nuestra mente, como un eco que una voz dentro de nuestra cabeza nos lo repite constantemente; o bien que nosotros mismos hagamos la comparación sin ninguna influencia externa.

¿Por qué nos comparamos?

¿Pero cuál es el origen de que nos comparemos con otros? Primero tenemos una carencia, o la idea de una, la definición de una carencia se puede entender metafóricamente como una silueta, una silueta es un dibujo caracterizado por el misterio que transmite, ya que sólo tiene un contorno y un relleno que generalmente es de un color sólido, por lo que no se puede ver el objeto que representa, y la única pista de lo que es, es su figura general. 

La carencia es como una silueta porque sólo podemos ver su figura general, más no su contenido, no entendemos del todo qué es aquello que no tenemos, o porqué lo queremos tanto, de modo que la carencia puede ser tanto algo real, como algo que sólo existe en nuestra mente, casi como un síntoma de ansiedad. 

Una vez que tenemos la carencia molestándonos, volviéndose cada vez más y más significativa en nuestra vida cotidiana, es cuando identificamos a uno o más individuos en donde reconocemos nuestra carencia, sólo que hay una pequeña diferencia que nos separa de ellos, y esta es que ellos no comparten nuestra carencia, sino que nuestra carencia es una posesión más para ellos, y es aquí donde ocurre la comparación y nos preguntamos cosas cómo: ¿Porqué él tiene esto y yo no? o ¿Porqué a él le va bien en esto y a mí no?

El proceso de la comparación:

¿Alguna vez has visto una serie o película de género policíaco? En dicho género, es común ver escenas donde los policías tienen a un sospechoso y le hacen un interrogatorio para que confiese su crimen. Bueno, pues a veces esas cosas suceden con las voces en nuestra cabeza, en dicha escena las voces autodestructivas son los policías, y nosotros, somos los sospechosos a interrogar, somos los acusados de un crimen terrible: nuestras carencias. 

Pondré un caso personal como ejemplo, cuando cuando estaba en la preparatoria solía tener estos interrogatorios en mi mente, me preguntaban cosas como: ¿Por qué a mis amigos les fue bien y yo reprobé? ¿Por qué ellos son buenos estudiantes y yo no? ¿Por qué ellos sí enorgullecen a sus familias y yo no? ¿Por qué ellos son felices y yo no?  

En estos interrogatorios los policías básicamente nos hacen preguntas que implican comparaciones con otras personas, y todas ellas resultan difíciles de asimilar en un principio, pero pronto se vuelve peor, pues el interrogatorio se va tornando más y más agresivo, y aplican la estrategia de responder las preguntas que te hacen en un intento de hacerte confesar, pero no las responden con amabilidad.

No recuerdo con exactitud todas las contestaciones que recibí en mis interrogatorios, pero recuerdo algunas cosas como: “Ellos son listos y tú estás bien tonta”, “Eres muy mala en todo”,  “Eres una idiota”, “Eres una estúpida”, “Eres una inútil”, “No sabes hacer nada bien”,  “Ellos tienen más suerte que tú”, “Ellos son mejores que tú”.

Es esta parte del interrogatorio donde hay más daño, ya que una cosa es compararte con los demás, preguntarte por qué tú careces de algo que ellos no, y otra cosa es obtener respuestas con adjetivos hacia tu persona, palabras ofensivas como: tonta, mala, idiota, estúpida, inútil, todo eso duele. 

¿Y sabes qué es lo peor de todo? El momento en el que te das cuenta de que todas esas comparaciones y ofensas hacia ti, son fenómenos que ocurren en tu propia mente, eres tú quien te está dañando, eres tú las voces en tu cabeza, los policías que te interrogan, acusan e insultan, todo te lo haces a ti. 

¿Qué pasa cuando nos comparamos?

Ya que tenemos claro cuál es el mecanismo mediante el cual nos comparamos con otras personas, es importante pensar en las consecuencias que ocurren durante y después de tales comparaciones, ya que el compararse es un mal hábito que genera un círculo vicioso del cual es muy difícil salir, tal vez nunca salimos de él como seres humanos, y el tener un hábito como este provoca un daño psicológico que puede tener graves implicaciones.

Así que ¿Qué ocurre cuando nos comparamos? Tenemos sentimientos negativos tales como los celos, los cuales ya sabemos de qué tratan, el ¿Por qué él tiene esto y yo no? y la envidia, donde se desea dolorosamente la carencia que para el otro es la posesión. Sin embargo, lo anterior es algo obvio, está claro que sentimos celos y envidia cuando empezamos a compararnos con otras personas, incluso si queremos ocultarlo o evitar el crecimiento de esos sentimientos, son naturales y tienden a surgir en esas circunstancias.

Por lo que considero más importante hablar del efecto desencadenante de los celos y la envidia, cómo son capaces de actuar como si fueran imanes y atraer a otras emociones y sentimientos negativos al cóctel de miseria con el que nos embriagamos. Luego pueden llegar la tristeza, el enojo, la frustración (Lee aquí mi entrada para saber más sobre: “¿Qué es la frustración? ¿Cómo lidiar con la frustración?”), la baja autoestima y autoconfianza, o incluso la depresión.

Y todo este cóctel de sensaciones negativas, terminan actuando como una enfermedad que poco a poco nos consumen y dañan internamente, disminuyendo considerablemente nuestra calidad de vida y creándonos inmunidad a sensaciones positivas tales como la felicidad, por lo que podemos concluir que compararnos con otros, sólo nos hace más infelices.

Si te vas a comparar, hazlo bien:

Entonces, ¿Compararnos con los demás es malo y nunca lo debemos hacer? No necesariamente, porque llegué a hacer una comparación de mí con otras personas, pero con un método diferente y me di cuenta de que la cuestión no es si te comparas o no con otros, sino cómo lo haces. 

A decir verdad, hay beneficios de compararse, si se hace bien claro, pero ¿Cómo escapamos del brutal juicio al que nos sometemos en nuestra cabeza? Aunque parezca difícil de creer, en realidad podemos controlar todo lo que ocurre en el mismo, no debemos olvidar que esas voces, que pronuncian las comparaciones y cosas hirientes que escuchamos, vienen de nuestra propia cabeza, de nosotros mismos, por lo tanto esas voces son nuestras, y podemos controlar lo que dicen. 

Podrá parecer imposible, ya que en este momento estamos en la posición del interrogado, entonces lo que necesitamos hacer es salir de ella, es un simple cambio de papeles donde pasamos de ser la persona interrogada a la que interroga a los policías. 

¿Cómo hacemos eso? Primero, la próxima vez que estés en un interrogatorio, identifica las palabras con las que te contestan, será fácil identificarlas, son básicamente todos los adjetivos que tengan el fin de describirte, y al mismo tiempo de insultarte, palabras como tonta, mala, idiota, estúpida, inútil.

Una vez que las identifiques, rechazalas, piensa que no tienes por qué aceptar un trato así, ni siquiera de las voces de tu propia cabeza, luego identifica cuál fue la comparación que te hicieron antes de contestarte con un insulto, este es el momento de que insistas en la comparación y des el salto de hacer tú las preguntas, y no solo hacerlas, sino también exigir una forma de contestación diferente.

Si por ejemplo la comparación fue ¿Por qué a él le va bien en esto y a mí no? y ya identificaste que te contestaron que eres tonta, mala, idiota, estúpida, inútil; ahora rechaza esa respuesta, automatiza tu mente para no permitir una respuesta nada constructiva y muy destructiva, que no se te olvide que tú no mereces ningún insulto.

Una vez que cambies tu actitud para que esas voces que te están comparando y diciendo por qué los demás no tienen tu misma carencia, vas a lograr que te respondan sin agregar un solo adjetivo o insulto a tu persona, vas a obligar a esas voces a pensar, te vas a obligar a ti a hacer un trabajo de introspección, y una vez que lo hagas, esa crítica destructiva pasará a ser constructiva. 

No te voy a decir que no te compares con otros, está bien compararte con otros, es natural tener una carencia e identificarla como una posesión en una o más personas a tu alrededor, y es normal sentir celos o envidia por ello, pero esos sentimientos negativos necesitan una salida, una que resulte en algo sano para ti. 

Así que si te vas a comparar con los demás, házlo bien, pero no te aceptes ningún adjetivo, ni ningún insulto, asegúrate de que esas comparaciones, te ayuden a entender el origen de tus carencias y a solucionarlo, pero no te permitas el compararte con los demás de un modo que te haga sentir mal, y sólo te cause más y más sentimientos negativos, y te deje con nada más que sufrimiento.