¿Qué es la realidad?
La realidad es algo sumamente curioso, es producto de una mezcla entre consciencia e inconsciencia que habita dentro de la mente humana, y que cambia según la cabeza en la que se encuentre, es una variable en una fórmula que no siempre se presenta con las mismas características.
La realidad está en la mente de todas las personas, como escritores y lectores, pero también en quienes ni siquiera existen, como los personajes de una historia. Tú tienes una realidad para escribir, los lectores tienen la suya para leer; deberás modelar a tus personajes para que sean leídos, y entregados a los lectores desde la realidad con la que los dotaste. Realidad que tú tienes que encontrar.
Buscando la realidad del personaje:
Tu personaje tiene una tipología, rol, participación y peso en la historia, pero sobre todo tiene una forma particular de pensar, razonar, actuar, si bien sus comportamientos pueden y van a cambiar a lo largo de la historia, la cuestión es si estos comportamientos se sienten realistas. Una parte de la característica de realista tiene que ver con el peso de la historia de trasfondo y personalidad, y cómo determina la credibilidad de sus acciones [Lee aquí mi entrada para saber más sobre: Trasfondo de personajes].
En esta ocasión hablaremos más sobre la realidad propia del personaje, sus características psicológicas y la relevancia que tienen en la historia. No porque tu personaje sea alguien inventado significa que no es un ser complejo, cada ser humano es complejo por naturaleza, así que tu reto será grabar esa naturaleza en los personajes que inventas.
¿Los personajes no humanos deben ser humanos?
Dotar a los personajes de humanidad es lógicamente complejo, pero vale la pena, ya que es de los aspectos más importantes en la creación y trabajo de personajes, cuando son humanos se vuelven más realistas, es más fácil desarrollar sentimientos hacia ellos, es la razón por la que se puede amar u odiar a un personaje, e incluso cuando en tu repertorio de personajes hay personajes odiables por sus niveles y compuesto de humanidad, esto sigue funcionando, ya que engancha a un lector porque tiene sentimientos hacia tus personajes.
La humanidad en el personaje aplica para todos los géneros literarios, incluso para la fantasía y la ciencia ficción, no importa si tu personaje es una criatura mitológica o un ser mágico, ya que físicamente llamará la atención por no ser humano, pero destacará por serlo psicológicamente.
Sólo pensemos en el mundo actual, hemos visto miles de imágenes de seres mitológicos, criaturas mágicas y seres no humanos, desde la imagen mental que da la lectura hasta la imagen visual que dan las obras de arte como películas, ilustraciones o incluso disfraces. Si has escuchado el decir: “Ya todo está hecho”, es porque nos encontramos saturados de una misma cosa, lo que en nuestra posición de autor nos presiona más a crear algo que sea memorable y que no pase desapercibido como algo de un montón.
Hemos visto imágenes de demasiadas cosas que pueden ser personajes, pero ¿Todos son memorables? No todos son memorables, porque hay criaturas que se limitan a caracterizarse por su imagen física, y que en cuanto a su personalidad no tienen nada de extraordinario, nosotros en cambio tendemos a recordar más las cosas por las que desarrollamos sentimientos. Pongamos un ejemplo: si por un lado tienes una ilustración muy buena de un dragón, y del otro lado una segunda ilustración de otro dragón, que además cuenta con una personalidad; vas a identificarte más con el dragón que tiene personalidad, que está humanizado, y vas a recordarlo más que a la simple ilustración del primer dragón.
Esto se debe a que ya estamos saturados de imágenes, así que tú juzga si vale la pena humanizar personajes no humanos para hacerlos memorables, o correr el riesgo de que sean unos en un millón de los cuales podrían o no acordarse. Recuerda que cualquier cosa puede no ser real, pero sentirse real si está hecha para sentirse así.
El personaje humanizado:
Para que un personaje esté humanizado hay que remontarnos a las características que nos hacen seres humanos: Tenemos emociones y sentimientos, esto pareciera obvio pero no siempre se saben asignar a los personajes en los momentos precisos y de forma congruente, cada ser humano tiene su propia lógica interna para reaccionar a nivel emocional y sentimental a ciertos estímulos externos, y se debe de tomar en cuenta a la hora de describir las experiencias del personaje a lo largo de la historia.
No todas las personas reaccionan igual a un chiste de humor negro ¿o sí? Porque a cada persona la hace sentir de un modo diferente según el peso de sus propias emociones y sentimientos, por lo que hay que dar reacciones humanas y al mismo tiempo congruentes a los personajes ante diferentes situaciones, esto le permite al lector conocer al personaje y ver cómo el personaje está atado a su propia sensibilidad.
En este mismo aspecto vale la pena recordar el momento y contexto de la situación, para los seres humanos la personalidad, ese conjunto de lógica interna de emociones y sentimientos, mentalidad, comportamiento, y estado mental cambia a lo largo del tiempo, la personalidad no es una constante, sino una variable. Supongamos que tu personaje en determinado momento está en riesgo de muerte, su forma de ser cuando escuche a otros hablar sobre la muerte no será la misma a cómo lo era antes de tener esa experiencia mortal. Por lo que hay que tomar en consideración los cambios que puedan surgir en la personalidad del personaje a raíz de las situaciones o estímulos externos.
Otra cosa que caracteriza al ser humano son sus dimensiones, dentro del aspecto del bienestar humano encontramos seis de ellas: Bienestar físico; cultura y educación; familia y pareja, desarrollo social; desarrollo profesional; y bienestar y trascendencia. Del mismo modo, hay seis dimensiones del bienestar psicológico: autoconocimiento y aceptación; relaciones positivas con los demás; dominio del entorno; propósito en la vida; autonomía; y crecimiento personal.
Cada ser humano está en su propio camino, y se encuentra en un lugar diferente en cada dimensión con respecto a la posición de los demás, por lo que estos son doce aspectos importantes a considerar en la creación de un personaje, sólo pregúntate: ¿Dónde se encuentra en tal dimensión en este momento? ¿Cuál es el camino que toma el personaje? ¿Cómo cambia a lo largo de la historia dentro de cada una de sus dimensiones?
Los personajes son maravillas que surgen de la mente humana, así que ¿Porqué no deberían de estar humanizados? El estarlo los vuelve más orgánicos, naturales, realistas, y por ende memorables, así que cuando te pongas a crear a un personaje, enfócate en su mente más que en su apariencia, piensa en la realidad que le estás dando por dentro y lo podrás hacer más memorable de lo que podría ser con una simple caracterización física que se pierda en el montón.