Consume géneros variados:
Desde niños se nos ha dicho que debíamos comer de todo, que debíamos saber un poco de todo para poder tener cultura general, se nos ha educado para ser flexibles, capaces de consumir todos los tipos de alimentos y tener conocimientos variados. Y si lo pensamos, tiene sentido que se nos eduque de ese modo, que nos enseñen a tener flexibilidad en diversas áreas de nuestras vidas, puesto que eso cuenta con muchos beneficios, si comemos de todo (incluso las verduras que no nos gustaban y aún así nos obligaban a comer) nos nutrimos por ello, y si tenemos cultural general, podemos aprovechar los diversos conocimientos que nos da el tenerla.
Se podría decir que podemos ser flexibles en todas las áreas de nuestras vidas, y la literatura no es la excepción. Así como debemos de comer de todo, y saber un poco de todo, también es bueno que leamos un poco de todo, que nos acerquemos a diversos géneros literarios tanto desde la posición de un lector como la de un escritor.
Por lo tanto, si como escritor o escritora deseas escribir nuevos géneros literarios, comienza por variar las historias que consumes. Ya sea en forma de novelas, películas o series, empieza a leer y ver historias de géneros diferentes a los que estás acostumbrado o acostumbrada a escribir.
Descubre las características del nuevo género que quieres empezar a escribir:
Piensa en un género literario que te gustaría empezar a escribir, luego empieza como lector y espectador y consume historias de ese género, una vez que lo hayas empezado a hacer habrás comenzado con la primera etapa de tu escritura, la cual es el aprendizaje, necesitas empaparte de este nuevo género, aprender cómo es para que lo puedas recrear más adelante.
Parte de estas nuevas historias que estás consumiendo y descríbelas para ti mismo(a), escríbelas en una hoja, cuéntate cómo son esas historias, haz una sinopsis breve donde te comuniques qué es lo que sucede en ellas, y enlista las características que vas descubriendo en las mismas.
También puede ayudar que no te quedes sólo con un libro o con una película, consume más que eso para que tengas material de comparación, si por ejemplo viste tres películas de suspenso, intenta descubrir qué tienen en común esas tres películas a partir de la información ya recolectada en las sinopsis y en las características que enlistaste, busca patrones, similitudes y diferencias, ya sea sobre los personajes, los conflictos, el worldbuilding, el tiempo de la narrativa, todos los aspectos que se te ocurran pueden resultar de utilidad y te enseñarán muchas cosas.
Compara el género que sueles escribir con el nuevo género que quieres empezar a escribir:
En esta primera fase de aprendizaje también puede ayudarte que contrastes las características de este nuevo género con las del género que estás acostumbrado (a) a escribir, si por ejemplo escribes ciencia ficción y quieres escribir suspenso, compara todo lo nuevo que estás aprendiendo sobre el suspenso con lo que ya conoces sobre la ciencia ficción. Esto te sirve porque te puede dar una idea de en qué se parecen y en que no, y sabiendo eso será más claro para ti qué cosas en específico que haces para escribir ciencia ficción pueden o no ayudarte a escribir suspenso, te dará una idea de las ventajas y desventajas que tienes al escribir este nuevo género considerando que no lo has hecho anteriormente.
No te digo que hagas lo anterior para que te desmotives, después de todo siempre tiene que haber una primera vez para hacer cualquier cosa, y no podemos esperar perfección de esa primera vez, así que no te frustres si al poner las cosas en esta perspectiva te sientes insuficiente o inadecuado(a) para experimentar con este nuevo género, ya que sólo viste las ventajas que tienes para que las explotes al máximo, y las desventajas que tienes para que busques mejorar al máximo en esos aspectos, sólo será cuestión de que lo intentes y te dés del tiempo de que las cosas sucedan.
Determina qué clase de historia deseas escribir:
Anteriormente mencioné que consumiendo historias de un nuevo género que normalmente no consumes, puedes aprender de las mismas para que después pases a escribir las tuyas propias, sin embargo, cabe aclarar que no es lo mismo aprender que imitar, cuando aprendes asimilas un concepto para poder ejecutar una acción por tu propia cuenta y a tu propia manera; en cambio cuando imitas, independientemente de si asimilaste el concepto o no, sólo te limitas a ejecutar la acción exactamente de la misma forma en la que alguien más la hizo ante ti.
Ahora mismo acabas de ejecutar la primera etapa, la cual es el aprendizaje del nuevo género, bueno, tienes que asegurarte de que en verdad aprendiste, y la forma de hacer eso es pasando a la segunda etapa, a la escritura, comienza a escribir una historia de este nuevo género. Cuando intentamos aplicar un aprendizaje, cómo escribir un género literario distinto, puede que no hayamos aprendido nada de esas otras historias que consumimos, pues terminamos imitándolas, y si ese es el caso debemos cambiar, dejar de imitar y aprender, pues sólo así podremos dar con un producto propio y original.
Así que mientras te empapes de este nuevo género literario y lo conozcas a través de nuevas obras, no caigas en el error de imitar ciegamente sus características, recuerda que tú tienes un pensamiento crítico, y cómo lector y autor puedes decir si algo te gusta o no de una obra, puede que descubras que muchas historias del mismo género usan ideas repetidas (también llamadas clichés) que no necesariamente encuentras atractivas o te gustan, en estos casos debes ver la forma de corregir estás características y adaptarlas a lo que a ti te gustaría lograr.
O por el contrario, puede que encuentres características que sí te gusten, y en estos casos puedes implementar esas características en tu propia obra, siempre y cuando recuerdes aprender a hacer lo propio, para que así uses tu creatividad para hacer algo nuevo en tu obra, y no te limites a imitar las características de las obras que consumiste. Al final del día, lo importante es que tengas claro qué clase de historia quieres crear, qué conjunto de características propio, nuevo y original deseas darle aprovechando todo lo que sabes.
Conclusión:
Aprender a escribir un nuevo género puede ser una experiencia emocionante, ya que abre las puertas a grandes posibilidades de nuevas historias, ya sea que las escribas exclusivamente en ese nuevo género, o incluso decidas combinarlo con otro que ya conoces. Desafortunadamente, esta emocionante experiencia también puede sentirse abrumadora debido a los miedos, inseguridades y ansiedad que puedan surgir al hacer una actividad que nunca antes hemos hecho por primera vez, sin embargo, todo puede salir bien siempre y cuando sigas las dos fases del proceso:
Aprender, que es consumir historias del nuevo género literario en varias obras (ya sean libros, series o películas) para asimilar todas las cosas nuevas que tienen que ofrecer; y escribir tu propia historia, sin caer en el error de limitar tu potencial por imitar las historias que consumiste previamente, en vez de ello, tienes que aprender de las mismas para hacer las tuyas propias, saber qué té gustó para que lo puedas incluso superar, y qué no te gustó para descartarlo por completo. Y sobre todo, debes recordar ser paciente contigo mismo(a) y disfrutar de tu proceso, pues estás escribiendo, y después de todo, te gusta escribir.