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¿Cómo alcanzar tus sueños?

¿Cómo cumplir tus propósitos de año nuevo?

¿Qué son los propósitos de año nuevo?

El año tiene trescientos sesenta y cinco días, y cuando llegamos al último día en el calendario es costumbre festejar el comienzo del primer día del nuevo año, el año nuevo es una celebración que toma lugar cada año en el 31 de diciembre, acostumbramos a hacer una cena especial, y cuando el reloj está a punto de dar las doce, suenan doce campanadas, y en cada campanada nos comemos una uva, y por supuesto pedimos un deseo por cada una, estos son doce deseos por cada mes del año, y son sobre cosas que queremos que se nos cumplan durante el próximo año. 

Hoy es 6 de enero, hace seis días fue año nuevo y comimos las tradicionales doce uvas mientras pedíamos nuestros deseos, así que es un buen momento para volver a las cosas que pedimos y hacer que sucedan, ya que el nuevo año está apenas comenzando. Pero la cuestión es: ¿Cómo convertimos esos deseos en realidad? A continuación te presentaré seis consejos para que puedas hacerlo.

1) Dale un significado a cada propósito:

Los seres humanos somos seres emocionales, lo cual significa que somos motivados por emociones y sentimientos, y gracias a los mismos es que accionamos, eso significa que vas a intentar hacer las cosas que te importen a nivel personal, mientras que las que no te importen difícilmente te molestarás en hacerlas. Esto pudiera parecer muy obvio, pero no lo es, a veces tenemos propósitos que no cumplimos por el simple hecho de que no nos importan lo suficiente, es por ello que antes de perseguir cada propósito que haces, tienes que explicarte a ti mismo el porqué de ello ¿Por qué lo quieres? ¿Por qué te importa? 

Necesitas tener una conversación seria contigo mismo(a) en la que te expliques estas cosas sobre cada uno de tus propósitos, puedes dejar las cosas claras en esa plática interna o escribirlas para asegurarte de no olvidarlas, pero lo importante es que respondas a estas preguntas sobre cada propósito, y las recuerdes, de ese modo transmitirás tus emociones y sentimientos a cada uno de ellos, y harás que te importen de verdad, y si te importan de verdad vas a accionar. 

2) Vive cada día como si fuera un nuevo día:

¿No te ha pasado que en los primeros días de enero tienes más energía y motivación para hacer las cosas, pero las pierdes a lo largo del año? Es muy típico, los primeros días sales a correr al parque en las mañanas, y durante el resto del año no vuelves a poner un pie en el parque, pero ¿Por qué pasa esto?

Nuestro cerebro tiene una afinidad por aquellas cosas que son “nuevas”, por ejemplo, siempre que compramos un producto nuevo nos emocionamos por estrenarlo, pero a veces una vez estrenado ya no nos interesa tanto, pues ya perdió la novedad, ya dejó de ser nuevo. Es cómo cuando compras algo que sólo usas una vez y después lo olvidas y lo dejas tirado por ahí. 

Necesitamos enseñarle a nuestro cerebro a no perder esa sensación de novedad para así poder mantener nuestra misma energía y motivación de hacer las cosas por un tiempo más prolongado, ¿Por qué no todo el año? Intenta lo siguiente: Vive cada día como si fuera primero de enero, no te olvides de ese entusiasmo y felicidad con los que comienzas el año, y cada que comiences una nueva semana, mes o incluso día, vuelve a esa emoción, eso te ayudará a estar más alegre y motivado, con lo que te será más fácil ser productivo(a) a la hora que cumplir con tus propósitos de año nuevo. 

3) Establece recordatorios:

Seamos sinceros, hay una diferencia entre la cantidad de propósitos que hacemos y la cantidad de propósitos que realmente cumplimos, si bien las razones de lo anterior pueden variar, un motivo por el cual no todos nuestros propósitos se convierten en realidad es simple y sencillamente porque los olvidamos, olvidamos qué queríamos lograr en primer lugar, olvidamos por qué lo queríamos, y nos olvidamos de accionar para poderlos lograr. 

Por lo tanto necesitamos mejorar nuestra memoria, y algo que nos ayudaría con eso es simple organización: Anotar qué propósitos tenemos, por qué, y cómo esperamos lograrlos, y consultar esa información durante todo el año para asegurarnos de recordarlo todo y  que no estamos dejando de accionar para cumplir dichos propósitos. 

4) Idea planes para cumplir tus propósitos:

Existe una gran diferencia entre deseo, y propósito, mientras que un deseo es simplemente algo que quisiéramos que pase, un propósito es un deseo que está encaminado a cumplirse porque ya hay una estrategia o plan detrás, ya hay pequeñas acciones para hacer que se cumpla. Cometemos el error de simplemente pedir doce deseos en año nuevo mientras comemos uvas, y no pensarlos como propósitos que tenemos que cumplir. 

Pregúntate ¿Qué puedo hacer yo para que este deseo se cumpla? Si quieres algo no simplemente digas “quiero esto”, di “quiero esto y lo voy a conseguir de tal forma”, porque si te quedas solo en el “quiero” estás pidiendo un simple deseo que tal vez no se cumpla, en cambio, si defines cómo podrías actuar para que se cumpla, estás estableciendo un propósito con posibilidades reales de que se cumpla.

5) Establece rutinas que te ayuden a accionar:

Vas a necesitar disciplina para cumplir tus propósitos, lo siento pero no basta que definas qué quieres y porqué, te acuerdes de ello, y tengas una idea de qué podrías hacer para que se cumpla, eso es sólo la teoría, y de nada te sirve si no la pones en práctica. Necesitas configurar rutinas en las que metas las actividades que has determinado que te van a ayudar a cumplir tus propósitos, y debes cultivar el hábito de hacer esas cosas, es verdad que cuando no estamos acostumbrados a hacer ciertas cosas, puede ser difícil al principio hacerlas, así que, si lo sientes así, prueba empezar con un ritmo tranquilo y poco a poco aumenta la intensidad, así vas a agarrar el hábito con mayor facilidad y lo vas a conservar. 

Por ejemplo, si tu propósito es ponerte en forma, y la acción que vas a llevar a cabo para lograrlo es hacer ejercicio, no es la mejor idea que te obligues a hacer una rutina increíblemente intensa de dos horas el primero de enero, en la que terminas matándote para terminar con tal de quemar miles de calorías, porque quizás la terminas y quemas esas miles de calorías, pero como tu cuerpo no está acostumbrado vas a odiar esa rutina que hiciste y acabarás muy adolorido(a), y el ser humano no es capaz de hacer algo que le cause dolor o disgusto todos los días durante todo un año, (mucho menos durante toda la vida, en el caso de que prefieras mantenerte en forma permanentemente y no sólo una temporada), tarde o temprano lo vas a dejar de hacer por lo que, o no vas a cumplir tu propósito de ponerte en forma, o lo vas a lograr, pero no te va a durar después. 

En mi experiencia personal, lo mejor para agarrar el hábito de hacer ejercicio cuando eres una persona muy sedentaria que no estaba acostumbrada a ejercitarse, es que al principio te concentres en hacer que te guste el ejercicio y no tanto en quemar miles de calorías, porque si empiezas con rutinas fáciles de poca duración e intensidad que no te duelan tanto y realmente intentas disfrutar de esa actividad que es el ejercicio, ahí si es fácil que mantengas el hábito de ejercitarte todo el año, porque estarías haciendo una actividad que te gusta, y con un poco de paciencia antes de que te des cuenta no sólo habrás adquirido el hábito, sino que serás capaz de hacer rutinas más largas e intensas en las que quemas miles de calorías en un rato, lo que en consecuencia te pondrá en forma, quizás un poco más lento, tal vez a mediados de año, y no a mediados de enero, pero al menos alcanzaste tu propósito y adquiriste un hábito que podrás mantener durante los próximos años sin hacer ningún esfuerzo. 

6) Determina fechas límite para tus acciones:

¿Alguna vez has escuchado que los seres humanos trabajamos mejor bajo presión? Pues hasta cierto punto es verdad, piensa por ejemplo en la vez en la que en la escuela o en el trabajo se te exigió que cumplieras con una inmensa cantidad de trabajo en poco tiempo, tú normalmente hubieras preferido hacer las cosas más despacio de forma feliz y despreocupada, pero por una exigencia externa te las arreglaste para hacerlo en muy poco tiempo, ¿No crees que esa es la prueba de que eres capaz de hacer muchas cosas rápidamente? Tal vez si quieres resultados rápidos, debas presionarte un poco (solamente no llegues al punto de auto explotarte porque después terminarás enfermándote por estrés y ansiedad).

Sólo piénsalo, tienes un año entero, trescientos sesenta y cinco días divididos en doce meses, una forma de asegurarte de que cumplas tus propósitos de año nuevo es poniéndo fechas límites para las acciones que vas a ir llevando a cabo, de modo que los resultados lleguen conforme vayas cumpliendo con las actividades que te van a ayudar a eso. Puedes establecer que una acción esté completada para febrero o junio, eso ya lo decidirás tú cuando organices lo que harás durante el año, el punto es que te presiones sólo un poco para optimizar tus resultados y asegurarte de alcanzar todos tus propósitos.

Conclusión:

Hacemos propósitos de año nuevo cada año, pero no siempre los cumplimos, por lo tanto es importante que le asignemos un significado a cada uno, establezcamos el porqué nos importa, porqué lo queremos, puesto que el saber eso es el combustible de nuestra motivación; no debemos olvidarnos de mantener el sentimiento de novedad cada día, semana y mes para no dejar ir la energía y la motivación con la que empezamos el primero de enero; hay que asegurarnos de recordar nuestros propósitos durante todo el año y tener planes para asegurarnos de cumplirlos, de modo que accionemos; y hay que meternos un poco de presión con fechas límite para asegurarnos de que todos nuestros propósitos de año nuevo se vean realizados y no se queden sólo en simples deseos. Así que lucha por cumplir tus doce propósitos, y aunque hoy es 6 de enero, te deseo que tengas un feliz año. 

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